14 años de la desaparición de Julio López: con la causa estancada, piden cambio de carátula

Rubén López, el hijo del testigo clave del juicio contra Etchecolatz, le dijo a DIB que el avance de la investigación “es cero”. También se refirió al caso de Facundo Astudillo Castro.

A 14 años de la segunda desaparición del albañil y exmilitante Jorge Julio López la causa que investiga el hecho continúa paralizada y sus familiares piden un cambio de caratula.

“Este 18 de septiembre es un poco más especial que los demás por el contexto de la pandemia y por el hecho de que no podemos hacer una marcha. Sólo podemos visibilizar la situación de manera virtual, por las redes”, se lamentó Rubén López, uno de los hijos del exmilitante desaparecido, en diálogo con DIB.

Asimismo, contó que la investigación de la segunda desaparición de su papá “no ha avanzado” y “sigue igual”. “El avance de la causa es cero”, remarcó. Y, consultado sobre un entrecruzamiento de millones de llamadas anunciado por la Unidad Fiscal de Derechos Humanos de La Plata el año pasado, sostuvo que “lamentablemente no hemos tenido ninguna información”.

Por otro lado, detalló que esta semana junto a su abogado Alfredo Gascón pidieron el cambio de carátula de “presunta desaparición forzada” a “desaparición forzada”.

Rubén también se refirió al caso de Facundo Astudillo Castro, el joven de 22 años que estuvo 107 días desaparecido (tras haber sido parado en un retén policial) hasta que sus restos fueron hallados en un canal de Villarino Viejo, cerca de Bahía Blanca.

Sostuvo que “hay coincidencias y no no las hay” con el caso de su papá. “Hay mucha gente que interviene y mucha mala información”, explicó. Asimismo, contó que, si bien no se comunicó con Cristina Castro, su posición es “acompañarla a ella lo que decida hacer”. “Yo sigo lo que haga la familia, como hicimos con el caso de Santiago Maldonado”, indicó.

El caso López

Jorge Julio López fue desaparecido por primera vez el 27 octubre de 1976. Durante cinco meses, pasó por varios centros clandestinos de detención, en los que fue torturado y presenció asesinatos. Lo “blanquearon” en la Unidad Penal Nº 9 de La Plata y fue liberado recién en julio de 1979.

Veinte años después, en 1999, declaró en los Juicios por la Verdad, un procedimiento que no tenía efectos penales; y en 2006, tras la anulación de las leyes de Obediencia Debida y de Punto Final, su testimonio fue clave en la causa contra Miguel Osvaldo Etchecolatz.

Fue desaparecido por segunda vez el 18 de septiembre de ese año de su casa ubicada en la localidad de Los Hornos (La Plata), en vísperas de la condena al genocida Etchecolatz. (DIB) MT