Agradecemos los consejos, pero nuestra actividad se basa en el derecho a la libertad de expresión

Hemos recibido una nota semioficial con una serie de recomendaciones sobre cómo actuar periodísticamente en el caso de hechos delictivos que tienen trascendencia pública pero no han sido denunciados.
Coincidimos con la importancia de la radicación de las denuncias ante la Policía o la Justicia cuando se producen situaciones ilegales, pero siempre respetando la libertad de expresión, tanto de los vecinos como de los medios de comunicación.
En ese marco, recordamos que la Constitución de 1819, llamada Constitución de las Provincias Unidas de Sudamérica, establece la libertad de prensa en su artículo 111.52 La Constitución de 1826 lo reconoce en su artículo 161.53 y la Constitución Argentina de 1853 recoge este derecho en su artículo 14, en el que textualmente dice que “Todos los habitantes de la Nación gozan de los siguientes derechos conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio; a saber: de trabajar y ejercer toda industria lícita; de navegar y comerciar; de peticionar a las autoridades; de entrar, permanecer, transitar y salir del territorio argentino; de publicar sus ideas por la prensa sin censura previa; de usar y disponer de su propiedad; de asociarse con fines útiles; de profesar libremente su culto; de enseñar y aprender”.
Además el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas de 1948 establece que “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”.
Sobre esta base, agradecemos los concejos, dados seguramente con buenas intenciones y desde el sentimiento del cumplimiento del deber, pero desde este medio sostendremos nuestro derecho de preservar las fuentes y el respeto a los ciudadanos de ejercer su libertad de opinión y el de difundirlaspor cualquier medio de expresión, respetando todos los derechos que les asisten, inclusive el de preservación de su identidad.
Cabe señalar finalmente, que tal libertad implica la ausencia de interferencia del Estado, tanto en relación a la prensa como de las personas.