Cafiero negó que el Gobierno proyecte más expropiaciones

El jefe de Gabinete respondió a los planteos de la oposición con críticas a Macri­. Durante su primera presentación en el Congreso, aseguró que durante los iniciales meses de la gestión de Fernández las jubilaciones aumentaron un 19% contra un 14% de inflación

­El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, sostuvo este jueves en el Senado que «no está en la política del gobierno avanzar en expropiaciones; simplemente (intentamos) rescatar a una empresa quebrada» al referirse a la expropiación del grupo cerealero Vicentin anunciada por el presidente Alberto Fernández.­
El funcionario hizo esta afirmación ante los planteos de senadores de Juntos por el Cambio durante su primera presentación en el Congreso en la que dedicó parte sustancial de su discurso a criticar el gobierno de Mauricio Macri.­
En ese sentido y ante una pregunta sobre la actual suspensión del sistema de actualización de las jubilaciones, Cafiero aseguró que durante los primeros meses del gobierno de Fernández las jubilaciones aumentaron un 19% contra un 14% de inflación, algo que consideró que «hacía mucho que no ocurría en el país». Como contrapartida afirmó que durante la gestión Macri los haberes de los jubilados se habían reducido en 20%.­
Fundamentó la eliminación de la fórmula que actualizaba las jubilaciones ajustándola por el IPC en el «sentido ético de nuestra política» que sería «el de empezar por los de más abajo» y dio cuenta de los bonos entregados a los jubilados que cobran la mínima. A pesar de esos aportes excepcionales los jubilados de la mínima vieron reducidas sus retribuciones a causa de la eliminación de las actualizaciones automáticas.­
En el discurso con el que abrió su presentación el jefe de gabinete desvinculó la crisis económica de la cuarentena, alegando con una frase muy usada por el oficialismo que la culpa del deterioro económico no la tenía el confinamiento de la población, «sino la pandemia». Reivindicó además las medidas intervencionistas dictadas por el Poder Ejecutivo y alertó que la pandemia todavía no pasó, por lo que «la dirigencia política no debe tergiversar el mensaje de tener mayor cuidado». Esa fue su respuesta a las objeciones por la parálisis económica.­
Además de criticar a sus críticos Cafiero, que inició su debut con visibles signos de nerviosismo, elogió «la visión estratégica» de Cristina Kirchner y la «ejecución táctica» de Alberto Fernández que permitieron al peronismo «derrotar el gobierno de miseria y de hambre» de Mauricio Macri. A pesar de esta opinión, declaró que para el gobierno es «central el diálogo democrático» y que «el país se enriquece con la diversidad de voces».­
El jefe de gabinete Santiago Cafiero desplegó en el Senado una estrategia que constó de tres ideas elementales: una recopilación de los argumentos repetidos por el gobierno a lo largo de los últimos seis meses, una reivindicación del estatismo contra el libre mercado y un cuestionamiento que roza la demonización de la gestión de Mauricio Macri. Nada nuevo.
No dio precisiones sobre la deuda más allá de la muletilla de que es injusta e impagable. De la expropiación de Vicentin dijo dos cosas: una, que no estaban en carpeta más expropiaciones, lo que parece lógico después de que Alberto Fernández tuvo que anular su viaje a Rosario; y dos, que es una cuestión que debe resolver el Congreso, aunque el oficialismo explora la vía de un DNU que sólo necesitaría la aprobación de una Cámara.
Para justificar la cuarentena, el aumento delirante del déficit y el de la emisión echó mano al más rancio estatismo. Hizo una enumeración de los subsidios y créditos repartidos de manera aluvional y concluyó: «El Estado es el que te cuida. El mercado jamás podría haber hecho estas políticas».
Acto seguido avizoró para después de la pandemia «una nueva arquitectura institucional» que, aunque no entró en detalles, parece contener el IFE permanente para todos y todas, el monopolio de Aerolíneas Argentinas, el control del mercado de cereales, etcétera, etcétera. Un futuro que, en realidad, quedó atrás hace mucho tiempo. (La Prensa)