Condenaron a un adolescente por realizar amenazas de bombas a escuelas: deberá hacer tareas comunitarias

Así lo dispuso el Juzgado de Responsabilidad Penal Juvenil N° 2 de San Martín. El municipio fue querellante. El caso ocurrió en agosto del 2017 en el colegio Ciudad Jardín. El penado tendrá que pasar un año de actividades de servicio. Además, tendrá que visitar a la Dirección de Explosivos y el 911 para que tome conciencia de la labor que allí se cumplen. El padre deberá afrontar un proceso civil por el resarcimiento económico
Un adolescente fue encontrado culpable de haber cometido el delito de intimidación pública en la localidad bonaerense de Tres de Febrero y durante un año deberá prestar servicio comunitario y visitar la Dirección de Explosivos y el servicio de emergencias 911 para tomar conciencia de la función que cumplen en esos organismos, informaron fuentes judiciales.
En el portal oficial del municipio se informó que el juez Ramón Bogado Tula, del Juzgado de Responsabilidad Juvenil N° 2 de San Martín, declaró a un joven penalmente responsable de haber sido autor de llamadas con amenazas de bombas en una escuela del Municipio.
Esto fue en el marco de un juicio sin precedentes que se realizó en el Tribunal de San Martín, donde la Municipalidad de Tres de Febrero se presentó como particular damnificado.
El magistrado se basó en el Artículo 211 del Código Penal que hace referencia al “delito de intimidación pública”. En primera instancia, el adolescente deberá seguir un tratamiento tutelar durante un año hasta que se realice una nueva audiencia donde se determinará la pena que podría ir de 2 a 6 años.
Por la vía civil, correrá la sentencia relacionada con el daño económico para resarcir a la Municipalidad por los recursos estatales que conllevan los protocolos que se pusieron en marcha en estas situaciones.
El fallo incluye una serie de obligaciones que tiene que cumplir el joven como concurrir al Centro Socio Comunitario Departamental con frecuencia y modalidad que los profesionales establezcan, continuar con la escolarización y con la actividad laboral junto a su padre, seguir un tratamiento psicológico y asistir en forma quincenal ante la sede judicial.