Cristina Kirchner toma distancia de 2019 y habilita una maratón de candidatos

buenos Aires 7 diciembre 2017 Cristina Fernández de Kirchner rueda de prensa foto Rolando Andrade Stracuzzi ley 11723

«Pechar juntos». Ese termino criollo, léxico de tropilleros, encontraron Alberto Rodríguez Saá, Agustín Rossi y Jorge Capitanich como metáfora política para avisar que el viernes, en La Pedrera, arrancarán juntos la maratón por la candidatura presidencial del 2019.
Andrés «Cuervo» Larroque, jefe formal de La Cámpora, viajará a ese encuentro en San Luis, con un mandato de Cristina de Kirchner: explicitar que la ex presidente valida el lanzamiento grupal y los movimientos unionistas.
La ex jefa de Estado​ blanqueó que se ve mal para 2019, fecha de una nueva elección presidencial. Nada es terminal pero los que charlaron en este tiempo con ella, se llevan la idea de que descarta que pueda jugar por la primera magistratura.
Motoriza, de hecho, movimientos de dirigentes como Rossi y Capitanich y hace un diagnóstico bien duro sobre Cambiemos: «El país no soportaría otros cuatro años de Macri presidente». Trasmite, además, que las mediciones no la favorecen y que hay que engordar el frente opositor: «De la izquierda a Massa, tenemos que juntar a todos»
Cristina parece una spoiler de su propio futuro político aunque los que la frecuentan recuerdan que en 2016 y parte de 2017, ella hizo un planteo parecido y terminó siendo la principal candidata bonaerense y, además, la figura que alimentó la «polarización» a nivel nacional.
Hay un elemento exógeno que impactó sobre la ex presidente. La situación judicial de Lula Da Silva -le trasmitieron que la detención del ex presidente ocurriría en estas semanas- y el mal momento de Rafael Correa parecen cerrar el «ciclo regional».
Cristina se miraba en el espejo de Lula: si el brasileño del PT lograra, en 2018, volver a la presidente marcaría el «reflujo positivo» luego de varios años de retrocesos en la región. Pero de Brasil no le llegan buenas señales.

El sábado, en Avellaneda, Máximo Kirchner dio una pista: «No hay que reconstruir lo que fue, tenemos que construir lo que viene con lo mejor de los 12 años que sucedieron y con la línea histórica que tenemos con San Martín, Rosas, Perón,Yrigoyen y Alfonsín».

Más allá de ese Olimpo histórico, Máximo pareció declarar cerrado el capítulo «vamos a volver». Cristina avisa algo parecido cuando pone como meta el 2019 mientras que en el imaginario camporista, el «regreso» se avizoraba para 2023.

Para el turno que viene no aparece ningún actor propio con chances. El mejor posicionado, sin ser un camporista puro, es Axel Kicillof, otro de los que estará en San Luis

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