De vuelta al mar: 12 pingüinos fueron rehabilitados y regresaron a su hábitat

Las aves marinas fueron rescatadas entre fines de febrero y mediados de abril en distintas localidades del Partido de La Costa y en las ciudades bonaerenses de Pinamar, Villa Gesell y Reta.

Un grupo de doce pingüinos magallánicos regresó al mar, en las playas de la localidad de San Clemente del Tuyú, tras haber sido rehabilitados en la fundación Mundo Marino.

Las aves marinas fueron rescatadas entre fines de febrero y mediados de abril en distintas localidades del Partido de La Costa y en las ciudades bonaerenses de Pinamar, Villa Gesell y Reta.

De los rescates y primeros auxilios participaron la Fundación Ecológica Pinamar, la Asociación de Naturalistas Geselinos, la Estación de Rescate de Fauna Marina Guillermo “Indio” Fidalgo, de Bahía Blanca, e integrantes del servicio de guardaparques de la Reserva Natural Rincón de Ajó del Ministerio de Ambiente bonaerense.

“Todos estos animales que pudimos reinsertar fueron rescatados con un tipo de cuadro que vemos con mucha frecuencia en esta especie y que se denomina síndrome del pingüino varado: se trata de animales que aparecen solos, flacos, deshidratados, con parásitos, anemia e hipotérmicos. Como ocurre con otras especies marinas, éstos animales absorben el agua a través del pescado, por lo que si no hallan alimento, se deshidratan. Además, en algunos casos, a este cuadro se les sumó una muda anormal de sus plumajes en virtud del desbalance metabólico generalizado”, explicó Sergio Rodríguez Heredia, biólogo y responsable del Centro de Rescate de la Fundación Mundo Marino, a través de un comunicado de la organización.

Pingüino de Magallanes

Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), esta especie se encuentra en estado de “preocupación menor”, se distribuye a lo largo de todo el litoral Sudamericano, tanto en la Patagonia Argentina, como en el sur de Chile. En el territorio nacional se distribuyen desde Península Valdés, en Chubut, hasta la Isla Martillo, Isla de los Estados e Islas Malvinas, en Tierra del Fuego.

Su ciclo de reproducción se lleva a cabo entre septiembre y marzo. Luego de esa etapa, mudan su plumaje e inician su viaje migratorio entre fines de marzo y principios de abril, que puede llegar hasta Río de Janeiro. Durante ese viaje anual de alrededor de 6 meses, pueden recorrer un total de 5.000 kilómetros. En cuanto a su alimentación su dieta se compone de peces, como anchoítas, sardinas y merluzas; moluscos, como calamares; y crustáceos, como el langostino. El viaje migratorio se relaciona con el movimiento estacional que realiza la anchoíta, una de sus principales presas, que durante nuestro invierno, luego de haber migrado desde nuestra Patagonia, desovan en las costas de Brasil. (DIB)