Descontento desde la Comuna ante los dichos de una funcionaria del Consejo Local

La secretaria de Desarrollo Social, Fernanda Sallenave, se mostró sumamente consternada tras conocerse el vergonzoso episodio que protagonizara, durante un conversatorio organizado por Región 17 de DIEGEP, la representante del Consejo Local de Promoción y Protección de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes.
“En estos tiempos tan sensibles, difíciles y excepcionales que estamos atravesando, importunar de esta manera un espacio que busca brindar herramientas en favor de la niñez, es una situación que merece ser repudiada”, expresó Sallenave.
“Desde la Municipalidad a través de la Secretaría de Desarrollo Social, hemos enviado una nota manifestando un repudio total a la actitud de la representante del Consejo Local, quien agravió desde lo personal a un Director y desacreditó un programa municipal con términos irreproducibles”, agregó haciendo referencia a que esperan acciones concretas al respecto.
Organizado por la inspectora jefe región 17 de DIEGEP, María Giribaldi, y con el objeto de establecer un marco de intercambio entre las diversas áreas que trabajan en el ámbito de la niñez y adolescencia, este martes se desarrolló un encuentro virtual de trabajo que convocó a autoridades educativas, subsecretarios, directores y coordinadores municipales y referentes de organismos nacionales y provinciales con sede en la ciudad de Chascomús. El encuentro fue propicio para compartir entre los presentes la oferta de programas de la que dispone cada dependencia pública representada, interiorizarse sobre metodologías y enfoques de trabajo, y conocer las diferentes vías de comunicación y contacto.
“Entendemos que luego de tantos meses de aislamiento social producto de la pandemia del COVID 19, son tiempos en los que se requiere duplicar esfuerzos, aunar criterios y asumir responsabilidades desde los lugares de decisión que cada uno ocupe, dejando de lado las mezquindades y trabajando por nuestra niñez y adolescencia.
Lejos de ello, los agravios e insultos no sólo es una demostración de intolerancia y violencia, sino que atenta contra la conformación de un ámbito de cooperación y corresponsabilidad institucional en plena génesis, específicamente pensado para la misma población vulnerable que ella dice atender y ocuparse”.