El mercado proyecta que la inflación se sostendrá en el rango de 4%, al menos hasta enero próximo

La aceleración de la inflación es muy rápida, pero la desaceleración se proyecta muy lenta. Al menos ese es el consenso de los economistas de 61 de consultoras, bancos y universidades que mensualmente le comunican sus pronósticos al Banco Central, aunque rara vez se verifica “asistencia perfecta”, en general se ubican en poco más de 50, pero en tiempos de incertidumbre como el actual, porque se desconocen los lineamientos de la política de ingresos a partir del 10 de diciembre, se redujo a 45, igual que en el mes previo.
Una vez más, los números más buscados fueron los de las estimaciones de inflación, tanto para conocer precisiones sobre cómo habría terminado octubre, en torno a 4,2% en la mediana (la variación que excluye la estimaciones extremas) y 4,4% en el promedio simple (el Indec dará a conocer su medición el 14 de noviembre), como principalmente para los meses siguientes.
Noviembre parece “cantado” que volverá a arrojar un nivel mensual alto por los ajustes que el Gobierno comenzó a autorizar en los sectores donde mantiene regulaciones discrecionales como el 5% de las naftas; entre 6% y 8% los biocombustibles, 4% en prepagas; recarga y abonos de celulares entre 11% y 22%; alimentos en un rango de 12% a 14%, por el fin del acuerdo de Precios Esenciales, entre otros.
El REM anticipó 4,1%, antes de conocer esos aumentos, porque sus estimaciones fueron informados con anterioridad, entre el 29 y 31 de octubre. De ahí que no sorprendería que resulte levemente mayor, todo dependerá de la movilidad del tipo de cambio y de los productos estacionales condicionados por las condiciones climáticas.