El nuevo Gobierno trabaja en tres medidas: emergencia económica, impuestazo y un bono para mejorar ingresos

A todo ritmo, pero de manera sigilosa, los principales referentes del equipo económico preparan las que serán las primeras medidas ni bien asuma mañana la presidencia Alberto Fernández. El tiempo apremia. No solo por la delicada situación del país, sino porque queda un lapso muy corto de tiempo para que sesione el Congreso hasta fin de año.
El ministro de Economía designado, Martín Guzmán, llegó pocas horas antes del anuncio a la Argentina desde la Universidad de Columbia, por lo que tendrá que acelerar la curva de aprendizaje sobre los temas que no maneja en profundidad, excluyendo claro está el de la deuda, del cual es especialista. Todavía no hay precisiones sobre el grupo de colaboradores que lo acompañará, pero será un dato relevante, tanto en relación al secretario de Hacienda (que deberá seguir de cerca los números fiscales) como el de Finanzas, que formalmente será el responsable de renegociar la deuda con los bonistas privados.
Lo que sí aparece un poco más claro en el horizonte son las medidas más urgentes que tomará el nuevo Gobierno en las próximas horas, luego de su asunción. La primera de Mauricio Macri, por ejemplo, en 2015, había sido el levantamiento del cepo cambiario y permitir la libre flotación del dólar. Eso ocurrió en las primeras 48 horas de gestión.
En el caso de Alberto Fernández, uno de los temas inmediatos será la convocatoria al acuerdo social, en el que participará no solo el Estado sino también sindicalistas y empresarios. Pero de manera paralela se enviará al Congreso un proyecto de ley para reinstaurar la emergencia económica. Se trata de un instrumento legal que utilizó en su momento Carlos Menem para avanzar con las privatizaciones y desregulación del Estado. Pero tanto Néstor como Cristina Kirchner gobernaron en “emergencia”, lo que les da facultades amplias para resolver sobre temas urgentes utilizando la figura del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU). Macri decidió no prorrogarla recién en 2018.
Uno de los temas más sensibles es la cuestión tributaria. Solo el Congreso puede crear impuestos. Pero el Gobierno podría modificar alícuotas de gravámenes ya existentes y para eso podría apoyarse en la Emergencia Económica. El tema es especialmente sensible en el caso de Bienes Personales, cuya alícuota actualmente se ubica en el 0,75%. Sin embargo, ya se adelantó que habría una suba para aumentar la presión sobre las familias de mayores recursos.
Se escucharon versiones de todo tipo sobre el posible incremento del Impuesto a los Bienes Personales. Pero hasta el momento no hay nada confirmado. En los últimos días circuló que podría subir a un nivel cercano a 1,5% ó 1,75%, es decir más del doble que el actual. Y las especulaciones más osadas indicaban que podría superar el 4,5%, pero tomando una porción a cuenta de los futuros pagos del impuesto a las Ganancias. Un esquema de estas características se aplicaría “por única vez”. Pero hasta ahora fueron puras especulaciones.