El peronismo chascomunense y la ilusión de ser Gobierno, ¿un sueño posible?

Héctor Larramendy, Gabriel Macchi, Máximo Kirchner, José Rossi, Valeria Macchi, Cecilia Machado y Ana Francese

Publicado en sitios periodísticos platenses

Definición de la palabra ilusión: “Esperanza, con o sin fundamento real, de lograr o de que suceda algo que se anhela o se persigue”. La ilusión de llegar al poder municipal es lo que mueve al amplio abanico que conforma el peronismo chascomunense.
Tras dos últimos intentos donde quedó segundo en la puja por el sillón máximo de la ciudad de la laguna, los peronistas de los pagos de Alfonsín se esperanzan con que el desbarranque de Cambiemos a nivel nacional afecte a sus vecinos radicales, y que los cuestionamientos de sobre todo los sectores barriales y periféricos castigue a la gestión del actual intendente, el vecinalista/massista Javier Gastón.
En 2011, lejano año de reelección presidencial de Cristina Kirchner, el peronismo chascomunense quedó en el segundo lugar en ese momento con la candidatura de Domingo “Petite” Francese y detrás de un histórico radical como Juan Alberto Gobbi. Cuatro años más tarde, Gabriel Macchi volvió a quedar segundo en una elección en la que era el amplio favorito, perdiendo en esa ocasión a manos del actual intendente Javier Gastón, quien desde el vecinalismo se sumó al Frente Renovador.
Hoy, el peronismo –que intenta al igual que en la provincia y el país lograr el más amplio consenso y unidad posibles- volverá a buscar concretar el sueño de generaciones: ser gobierno local. Para ello, todo indica reiterará la candidatura de Gabriel Macchi, quien por si fuera poco fue también cabeza de lista en la elección de medio término en 2017. Quienes cuestionan su figura, sostienen lo repetido ya de su nombre en las boletas peronistas (Macchi fue primer candidato en los comicios de 2013, 2015 y 2017); sin embargo todo indica que sigue siendo el mejor candidato que el peronismo chascomunense puede ofrecer al electorado.
En línea con lo que se da en los distintos distritos de la provincia de Buenos Aires, un par de encuestas y sondeos (uno de ellos encargado por Cambiemos) muestran para sorpresa de varios a Cristina Kirchner con muy buenos guarismos. Huelga decirlo, no en los niveles con los que la ex presidenta arrasa en el conurbano bonaerense, pero sí con porcentajes que cuatro años atrás eran impensados, en las tierras donde nacieraRaúl Alfonsín y más aún, donde surgieran olvidables genocidas del proceso, cuya ideología y prosapia aún se palpa en algunos estamentos de la sociedad chascomunense.
Ese sorpresivo alto acompañamiento que los laguneros le darían a CFK si es que termina siendo candidata en octubre, es lo que ilusiona a los peronistas fronteras adentro del Samborombón. Por eso la búsqueda de la unidad aunque cueste, es según parece el camino elegido por todos… o casi (porque siempre hay quienes prefieren otro recorrido). Pero en el reciente acto de Avellaneda, la foto de la totalidad de la representación institucional del peronismo distrital junto con Máximo Kirchner y otras figuras del PJ bonaerense, alientan las ilusiones de más de uno.

Otras precisiones
Concejales de distintos sectores internos como el propio Macchi, la moyanista Cecilia Machado, Héctor Larramendy, Ana Francese o Valeria Macchi junto al diputado provincial “Cote” Rossi, mostraron un abrazo que quienes sueñan con ser gobierno local por tercera vez en la historia, toman como una señal de buen augurio. Nadie olvida lo difícil de la empresa: el peronismo sólo fue gobierno unos meses en 1955 (antes del derrocamiento de Perón) y luego en el período 1995/1999.
Falta mucho y falta poco para el momento de las definiciones, según cómo se mire este tiempo de sordas negociaciones, que de forma inevitable están supeditadas a lo que ocurra en el orden nacional. Y de hecho, nadie descarta incluso el tener que competir en una primaria contra las huestes del propio intendente Javier Gastón, ya que si se diera un acuerdo CFK/Massa, allí vendría sin ponerse colorado a las filas del Frente Patriótico y de la mano del hombre de Tigre, el hoy jefe comunal que busca ser reelecto. Porque ya se sabe, para cambiar de barco, de colores y coquetear con unos y otros, Gastón (hijo y nieto de ex intendentes radicales) es el hombre ideal, ya que al fin de cuentas, el profesor es lo suficientemente pragmático, como para estar bien donde indique la ocasión.

Todo puede pasar,
a pesar de todo
Como se ve, todo puede pasar en el amplio mundo del peronismo lagunero, que incluso tiene otras vertientes (hoy devenidas en espacios testimoniales) integradas por veteranos dirigentes que no ven con buenos ojos a la variopinta conducción del presente que lleva adelante el siempre candidato Gabriel Macchi. Esos que se reunieron recientemente en un club de la ciudad, y hasta emitieron un documento, pero que sorprendieron con la presencia allí (en Bochístico Independiente) de dos abogados locales: los casos del faltador empleado del Concejo Deliberante Martín Torres y de Marcelo Teileche; el primero ex concejal massista luego cercano (¿ahora no tanto?) a Macchi, en tanto que el segundo es reconocido hombre del SMATA y de buena relación con el mundo gremial en general.
Mientras unos y otros hacen su juego, todos coinciden en algo: es momento de esperar, y nadie quiere dar un paso en falso, por temor a quedar en posición adelantada. Los tiempos los definen “arriba”, y más que nunca la ilusión de volver a ser gobierno en Chascomús, está atada a lo que se logre de la ansiada amplia construcción política que cada día está más claro, amasa con paciencia de budista, la viuda de Néstor Kirchner.

(Publicado en
www.dixitp.com.ar)