Homenaje al Dr. Arturo Umberto Illia a los 38 años de su fallecimiento

Al cumplirse 38 años del fallecimiento del Dr. Arturo Umberto Illia y Plaza que lleva su nombre.
Se lo recordó con un sencillo acto dado, las circunstancias que son de amplio conocimiento público y con protocolo correspondiente, autoridades del Ateneo y Plaza en horas de la mañana realizaron el siguiente acto:
-Izamiento del pabellón nacional, minuto de silencio en su memoria y ofrenda foral en el monumento.
Así mismo se continúa con el programa de política ambiental de ejemplares arbóreos para el cuidado y embellecimiento para las generaciones futuras.
Como recordatorio en esta fecha especial el docente, periodista y ex funcionario José Eduardo Bonavita resalto la figura del expresidente Illia con los siguientes conceptos.
Una condición moral superlativa, pero también de un estadista de valía…
El 28 de junio de 1966, el doctor Arturo Umberto Illia fue derrocado para imponer en el lugar de las autoridades de la República, el Gobierno de una presunta “revolución argentina” de la que Juan Carlos Onganía sería su presidente.. Cuando abandonó la Casa Rosada, declaró ante el Escribano Mayor de la Casa de Gobierno los bienes con que contaba: su casa y su consultorio en Cruz del Eje, tres trajes grises, un traje negro, dos sacos sport, tres camperas, cuatro pulóveres, ocho camisas de vestir, cuatro camisas de manga corta, diez pares de medias, tres pares de zapatos negros, un par de chinelas, un deshabillé, una salida de baño, ocho juegos de ropa interior, diez corbatas, tres pijamas, un par de anteojos negros y un portafolio. No tenía auto: lo había tenido que vender. Estando su esposa enferma, vendió su auto particular para hacer frente a los gastos de su atención. Por eso y porque jamás utilizó un peso de los fondos destinados a gastos reservados, se lo ha recordado siempre y ante todo por su decencia, por su honradez… Y podría señalarse que acaso sea, en principio su legado ético, pero injusto con su memoria circunscribir a ello, aunque sea por cierto de singular significación, su legado para las generaciones siguientes, para la historia misma de esta Argentina poblada de quebrantos… Y esto decimos por cuanto, amén de ello, durante su presidencia, que duró dos años, ocho meses y dieciséis días, su gobierno, destinatario él mismo tanto de burlas como de descalificaciones, tuvo logros de suma importancia…
… Por cierto que en los tiempos que corren, no puede sino sorprender a algunos y conmover a otros tomar nota que el propio don Arturo antes de salir de la Casa de Gobierno haya formalizado su declaración jurada ante el Escribano, comenzando por decir… «Solamente conservo mi casa y mi consultorio. He perdido mi automóvil. Estos son mis bienes…» ó saber luego, que derrocado, tomó un taxi que habría de llevarlo hasta la casa de su hermano, en Martínez, hasta dónde llegarían poco después, desde la quinta de Olivos, dos valijas medianas que serían suficientes para albergar sus pertenencias… Cuando Arturo Umberto Illia había asumido como presidente, en su declaración jurada constaron un plazo fijo, un auto y su casa en Cruz del Eje, la que le había sido regalada por vecinos, pacientes y amigos… Además, rechazó la jubilación que por ley le correspondía…
…Pero también es su legado la legislación del salario mínimo, vital y móvil, la política petrolera, la ley de medicamentos, una política económica de disminución de la deuda pública, la industrialización, el presupuesto nacional para educación, el mayor en la historia del país, los planes de alfabetización y la reducción de la desocupación, así como una política exterior preservando la soberanía nacional.
…Y también, dejar en claro que no se trataba de un improvisado… y no puede obviarse señalar que había sido senador provincial, diputado nacional, vicegobernador y gobernador electo de Córdoba, cargo al que no pudo acceder ya que las elecciones de 1962 fueron anuladas. Y que un año después ganó la Presidencia, que ejerció entre el 12 de octubre de 1963 y el 28 de junio de 1966, cuando fue derrocado…
Pasados los años, hasta sus opositores supieron reconocer que la información con que se cuenta y lo describe tanto como a su accionar, nos muestra la presencia de un hombre de una condición moral superlativa, pero también de un estadista de valía… Y aún más, siempre estaremos en deuda con su reconocimiento si no ponemos en primer plano su pensamiento político, sus ideas sobre el hombre, sobre la República, sobre la Nación y sus instituciones…
Dijo al asumir la presidencia… “Esta es la hora de la gran revolución democrática, la única que el pueblo quiere y espera. Pacífica sí, pero profunda, ética y vivificante, que al restaurar las fuerzas morales de la nacionalidad nos permita afrontar un destino promisorio con fe y esperanza…”
…Para él se trataba de un enfoque integral e integrado, que atendiera los aspectos culturales, sociales, institucionales y del desarrollo humano, buscando la profundización de la participación, propiciando el ejercicio continuo de los derechos ciudadanos, luchando contra la pobreza, contra la marginación…
…Como en pocas líneas se lo ha sintetizado, para eso, durante su gobierno, no hubo un solo día de estado de sitio y tampoco presos políticos… hubo libertad gremial y en 1964 levantó la proscripción al peronismo. En su gestión, Naciones Unidas votó la resolución 2065/65 que convocaba al Reino Unido a sentarse a discutir la soberanía de las Islas Malvinas… Se sancionó la ley del salario mínimo, vital y móvil, la ley de medicamentos, la ley de asociaciones profesionales y derogó la ley de contratos petroleros. Cuando le preguntaron por qué, respondió: “Sencillo, está en nuestra plataforma electoral”. Destinó el 25% del presupuesto a educación, ciencia y tecnología. Además, incorporó al Código Penal la figura de enriquecimiento ilícito de los funcionarios….
…Illia había nacido en Pergamino el 4 de agosto de 1900. Había llegado a Cruz del Eje en 1927, ciudad que rápidamente lo adoptó como un vecino más. Médico de profesión, lo apodaron el “Apóstol de los Pobres”… Murió a las 20.35 del 18 de enero de 1983 en la habitación 19 del Hospital Privado de Córdoba. Tenía 82 años.
“Esta es la hora de la reparación nacional, a la que todos tenemos algo que aportar”…. había dicho… En cierta oportunidad le preguntaron si era difícil gobernar. “No. Es muy fácil. Solo hay que ser honrado y cumplir con la Constitución”… Hizo eso. Era eso y más… Vaya para él nuestro cálido recuerdo y sentido homenaje…