La nueva cepa de coronavirus no se detectó en el país y es crucial la vigilancia epidemiológica

Así lo confirmó la doctora Débora Marcone, investigadora del Conicet e integrante del grupo Proyecto País y de la Cátedra de Virología de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA.

La bioquímica Débora Marcone, especialista en virus respiratorios, investigadora del Conicet e integrante la Cátedra de Virología de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA, analizó en una charla con DIB los alcances y preocupaciones que genera la nueva cepa de coronavirus detectada en Reino Unido. Además, confió que de acuerdo a los estudios realizados por un consorcio interdisciplinario denominado “Proyecto País”, conformado por profesionales de centros hospitalarios y de investigación de todas las provincias de Argentina, esta variante del SARS-CoV-2 no fue detectada en Argentina.

“En el Reino Unido se ha descripto la aparición, en septiembre, de una variante de SARS-CoV-2, denominada VOC 202012/01, cuya incidencia aumentó notablemente, superando el 10% del total de secuencias reportadas por ese país. Esto significa que actualmente es una de las variantes que más encuentran en circulación”, explicó Marcone.

Acerca de las hipótesis posibles de su origen, la especialista señaló que “son hasta ahora especulativas y sugieren que el virus replicó bajo diferentes presiones de selección, como por ejemplo, durante la infección viral persistente en un individuo inmunocomprometido, es decir, con las defensas bajas, que llevó al virus a  mantenerse replicando en ese mismo individuo por un período de tiempo mucho más prolongado que lo habitual”.

En tanto, la variante VOC 202012/01, “ya ha sido reportada también en otros países como Italia, Bélgica, Islandia, Dinamarca, Países Bajos y Australia, y recientemente en Japón, Canadá, Suiza, Suecia, España y Francia”, añadió la bioquímica, quien no descartó que por “la alta frecuencia de vuelos entre los distintos países de todo el mundo, puede ser probable que la variante ya se encuentre circulando en otras regiones, pero que no se haya podido identificar aún”.

En tanto, lo particular de la variante VOC 202012/01, es que “posee varias mutaciones en su genoma, en total 29 respecto a la cepa original de Wuhan”. Además, “muchos de estos cambios se produjeron en la proteína de la espícula conocida como ‘S’ y algunos cambios podrían estar relacionados con una mayor transmisión viral”, indicó.

Según precisó la especialista, “es fundamental evaluar qué sucede con la proteína de la espícula ‘S’ del SARS-CoV-2 porque es la que permite el ingreso del virus a la célula, y además porque el dominio de unión al receptor es el principal blanco de los anticuerpos neutralizantes que se generan en respuesta a la infección, y el más utilizado por las distintas estrategias de vacunas para generar la respuesta inmune”. En ese sentido, sobre la afectividad de las vacunas que ya están siendo aplicadas en varios países ante esta nueva cepa del virus, Marcone precisó que “si bien al momento los cambios que se han reportado son compatibles con las vacunas en desarrollo y no harían necesario realizar modificaciones en la formulación y el diseño de las vacunas, ya se encuentran muchos laboratorios evaluando estas mutaciones y han explicado que en caso de necesitar modificar la composición de las vacunas, podrían hacerlo en cuestión de algunos meses”.

Proyecto País

En Argentina, se ha formado un consorcio interdisciplinario denominado Proyecto País conformado por profesionales de centros hospitalarios y de investigación de todas las provincias de Argentina, con el objetivo principal de identificar y reportar cuáles son las variantes virales de SARS-CoV-2 que circulan. A ese grupo también pertenece Marcone. “Por el análisis de las 512 secuencias de genomas completos estudiadas entre marzo y octubre, no se evidenció la variante UK en nuestro medio. Más aún, recientemente se ha secuenciado la región parcial de la proteína ‘S’ de 39 muestras positivas de casos de circulación comunitaria y de turismo, entre el 14 y el 18 de diciembre, y en ninguna se ha encontrado la mutación N501Y característica de las variantes de Reino Unido y de Sudáfrica. Sí se ha encontrado la mutación E484K que es común a la variante de Sudáfrica y de Rio de Janeiro. Lo que resta por realizar es secuenciar el genoma completo de estas cepas para determinar si el origen de las mismas es común o no”, señaló la viróloga.

No obstante, la especialista recalcó que “resulta fundamental continuar con la vigilancia epidemiológica molecular de este virus en Argentina así como en todo el mundo”.  En esa línea, subrayó que “con el avance de los días y de las investigaciones, podremos conocer si estas variantes han logrado diseminarse antes de la implementación de estas restricciones, incluyendo nuestro país”.

Más allá de todas las especificaciones científicas que dio, Marcone hizo especial hincapié en la necesidad de mantener las medidas de cuidado, tanto individuales como colectivas. “Lo más importante es que sea cual fuera la variante de SARS-CoV-2 de la cual estemos hablando, las medidas para protegernos hasta que la vacunación masiva ayude a controlar la situación son las mismas: el uso correcto de barbijo y el distanciamiento socialCon estas medidas nos protegemos y protegemos a nuestros contactos de esta variante nueva y de cualquier variante viral”, concluyó. (DIB) ACR Por Ana C. Roche de la redacción de DIB