La velocidad del coronavirus en América del Sur

El crecimiento exponencial de contagios, inevitable en el inicio de una epidemia, no puede continuar eternamente: en algún momento la enfermedad se quedará sin nuevas personas para infectar, ya sea porque la mayoría ha sido contagiada o porque los países han logrado controlar el brote.

Un desarrollo del diario La Nacion permite seguir la trayectoria del coronavirus en los países de América del Sur, declarado como el nuevo epicentro de la pandemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se miden nuevos casos registrados por semana versus el total de casos acumulados. Este cálculo permite comparar la evolución del virus en distintos lugares, independientemente de la etapa de la pandemia en la que se encuentren.

Mientras los países no logren controlar el brote en su territorio, el recorrido en el gráfico será paralelo a la diagonal de duplicación de casos cada dos días (toma esa forma porque el gráfico está diagramado en escala logarítmica). No obstante, aquellos países que puedan contener los casos cada semana en proporción al total, caerán en picada desviándose de la recta de crecimiento exponencial y acercándose el eje horizontal.
El gráfico únicamente muestra los países de la región que llevan registradas más de 15 muertes y más de 50 infectados. Paraguay, Venezuela, las dos Guayanas y Surinam quedan excluidos por no cumplir con alguna de esas dos condiciones o con ambas. Sin embargo, existe cierta desconfianza acerca de la veracidad de los datos ofrecidos por Venezuela, que únicamente ha reportado 1510 infecciones y 14 decesos hasta el último día de mayo. De hecho, un informe elaborado por Human Rights Watch y la Universidad Johns Hopkins estimó que el país sudamericano debería tener unos 300.000 enfermos y 30.000 fallecidos considerando su realidad sanitaria.

Los países más golpeados
A fines de mayo, América del Sur se convirtió en el nuevo epicentro de la pandemia, según informó la Organización Mundial de la Salud (OMS), que mostró especial preocupación por la situación en Brasil, el segundo país con más casos del mundo y más de 29.000 fallecidos.

Brasil
Brasil es el segundo país con más casos de coronavirus en el mundo y el cuarto en número de muertes, con los mayores focos infecciosos en San Pablo y el estado de Amazonas. Desde la aparición de los primeros positivos a fines de febrero, la curva de contagios se ha desplegado como una diagonal ascendente, lo que representa un ritmo preocupante del tiempo de duplicación de casos. Sin embargo, el presidente Jair Bolsonaro se ha negado a tomar medidas a nivel federal y la respuesta a la crisis ha recaído en manos de los gobernadores y alcaldes, quienes implementaron algunas restricciones a la movilidad en distintas ciudades y regiones. Aunque desde fines de marzo la curva se ha apartado ligeramente de la diagonal, lo que significa que ha habido una leve desaceleración de la propagación del virus, todavía no se vislumbra una caída de la pendiente.

Chile
Durante las primeras dos semanas, el coronavirus se propagó exponencialmente en Chile, pero a fines de marzo logró distanciar su trayectoria respecto de la diagonal. El país trasandino adoptó una cuarentena selectiva y dinámica por zonas –dependiente del número de contagios activos– que pareciera haber sido efectiva para ralentizar la velocidad de contagios semanales. Sin embargo, desde fines de abril se observa una nueva aceleración, atribuida por funcionarios chilenos a un aumento en la capacidad de testeos y también a la flexibilización de algunas restricciones, lo que obligó al gobierno a dar marcha atrás en la reapertura de algunas comunas de Santiago.

Ecuador
Inicialmente, el ritmo de contagios en Ecuador experimentó un crecimiento exponencial, trazando una diagonal casi perfecta. Los casos se multiplicaban cada dos días a pesar del estado de excepción decretado el 16 de marzo. No obstante, desde fines de ese mes, hubo una leve modificación en la trayectoria de la curva, que seguía en ascenso, aunque con subas y bajas. Los primeros días de mayo la pendiente comenzó a cambiar de dirección, evidenciando una desaceleración en el tiempo de duplicación de casos. En la última semana, los nuevos infectados representaron solo un 7% del total acumulado, lo que podría significar que el país empieza el camino para contener el brote.

Perú
Perú está entre los países más golpeados de la región: es el segundo en casos y muertes de coronavirus de América del Sur. El 15 de marzo, el gobierno decretó el estado de emergencia nacional, ordenó el aislamiento social obligatorio y dispuso el cierre de todas las fronteras. No obstante, pese a que desde fines de ese mes logró despegarse de la diagonal y ralentizar el ritmo de contagios, aún se encuentra en una etapa de crecimiento de casos, por lo que el presidente Martín Vizcarra extendió la cuarentena hasta el 30 de junio, que podría convertirse en la más larga del mundo.

Los países en alerta
Se trata de países en los que el peligro está latente. Incluye a Colombia, la Argentina y Bolivia, cuyos gobiernos se debaten entre la continuidad de la cuarentena estricta y las primeras aperturas.

Argentina
Durante casi todo marzo, la trayectoria de la curva de la Argentina hizo un recorrido totalmente paralelo a la diagonal de crecimiento exponencial. El 20 de ese mes entró en vigor el aislamiento social preventivo y obligatorio, decretado por el gobierno de Alberto Fernández. En abril se ralentizó el ritmo de contagios, aunque la pendiente aún no se desviaba hacia abajo. A principios de mayo, se produjo una rápida aceleración de las nuevas infecciones y aún se espera el pico. La cuarentena sigue con pautas estrictas en las zonas más afectadas, como la Capital Federal y provincia de Buenos Aires.

Bolivia
El ritmo de contagio en Bolivia comenzó a desacelerarse a principios de abril, aproximadamente 10 días después de que se declarara una cuarentena nacional. El gobierno previamente había dispuesto otras medidas restrictivas. La proporción de nuevos casos cada semana de abril con respecto al total de casos acumulados osciló entre el 50% y 40%, y aunque disminuyó un poco al mes siguiente, se mantuvo por encima del 30% cada semana. Funcionarios y expertos temen que la reciente flexibilización de la cuarentena produzca una aceleración del tiempo de duplicación de casos.

Colombia
En las primeras semanas, el virus evolucionó de manera casi exponencial. Ante la propagación del brote, el gobierno colombiano decretó el 25 de marzo la emergencia sanitaria y ordenó una cuarentena nacional. Estas medidas parecieron impactar de manera positiva ya que con el correr del tiempo se generó una leve pero sostenida desviación de la trayectoria hacia el eje horizontal. Sin embargo, los casos nuevos de las últimas semanas han superado el 25% del total de los casos acumulados, lo que significa que el país aún no está fuera de peligro. Frente a este escenario, el presidente Iván Duque extendió el aislamiento social preventivo y obligatorio hasta el 30 de junio, alcanzando una de las cuarentenas más extensas a nivel global.

Los países que dominaron la curva
Hay ejemplos de países de América del Sur que lograron controlar el brote como Uruguay, Paraguay, Guyana, Guayana Francesa y Surinam. Venezuela se enmarca en este grupo, aunque hay dudas sobre la transparencia de sus cifras oficiales. Ninguno, a excepción de Uruguay, supera las 14 muertes hasta el último día de mayo, por lo que la evolución del coronavirus en esos países no fue graficada.

Uruguay
El período de crecimiento exponencial del coronavirus en Uruguay duró unos pocos días. A partir del 23 de marzo, la curva comenzó a distanciarse de la diagonal. Aunque el gobierno nunca decretó una cuarentena total, para mediados de abril, parecía haber disminuido drásticamente el tiempo de duplicación de los contagios, con tan solo una proporción del 2% de nuevos casos por semana con respecto al total de casos acumulados. Sin embargo, el virus se ha comportado de manera irregular en el último mes, con una oscilación de la proporción de nuevos casos por semana con respecto al total de entre el 2 y el 13%. Si bien las cifras son bajas, el virus sigue presente en el territorio. (Fuente La Nación)