Las razones y motivos del extenso debate en el Concejo Deliberante

Durante la última sesión del Cuerpo

Un extenso y acalorado debate se vivió en el Concejo Deliberante el último jueves. Los concejales del Frente para la Victoria reclamaron a viva voz el cumplimiento del reglamento interno del cuerpo, buscando el regreso al recinto de proyectos que duermen en las comisiones desde hace varios meses, muchos de los cuales son de su autoría. La presidente del HCD María Travascio quedó presa de sus palabras y evidenció una notable contradicción ya que en la anterior sesión había ella misma adelantado el regreso al recinto para su tratamiento de todos los proyectos vencidos; el jueves debió justificar su insólito cambio de postura asumiendo en público que no había leído correctamente el reglamento interno, y en particular el polémico artículo 33. Gabriel Macchi no dejó pasar la oportunidad de dejar en claro que a su juicio, Travascio había recibido una orden del concejal Pablo Francese, virtual voz del intendente Gastón en el recinto.
El mencionado artículo 33 establece que los proyectos tienen para ser estudiados en las comisiones, un plazo de noventa días corridos, con la posibilidad de una prórroga máxima de hasta 120 días. El oficialismo argumentó que ese plazo debe considerarse cuando se está en el período ordinario de sesiones, que es cuando se realizan las reuniones de comisión (o sea, de abril a diciembre, incluyendo el período de prórroga).
Entre los varios proyectos que están en medio de esta interpretación, se encuentra nada menos que el de Presupuesto 2017. Si se diera la derecha a la opinión del oficialismo, el mismo seguiría en las comisiones, por cuanto fue presentado en diciembre, pero no se le debería contar el lapso del verano.
Pero el resto de los proyectos, se interprete de una u otra forma, están largamente excedidos los noventa, los ciento veinte e incluso más días: «… hay proyectos que son importantes, que tratan temas de interés de la comunidad, y que duermen el sueño de los justos en las comisiones porque el oficialismo no quiere trabajarlos», dijo en diálogo con este medio uno de los concejales opositores.
El jueves, la barra estuvo colmada de público, ansioso por saber qué sucederá con el proyecto que plantea regular el uso de agrotóxicos en el distrito. Esa es una iniciativa autoría del FpV; hubo presencia de vecinos del barrio La Liberata, de Lomas Altas, ecologistas, padres de alumnos de escuelas rurales, fumigadores y ambientalistas, que con su presencia reclamaron que los concejales den tratamiento a un proyecto de ordenanza, que busca poner coto a la forma y manera en que se fumigan los campos y a los vecinos circundantes, con productos que está probado son malignos para la salud de las personas. «En Lomas Altas hay vecinos que conviven con campos que son fumigados a escasos metros de sus viviendas, esa es una realidad que ocurre a pocos kilómetros del centro», explicó Pablo Kulbaba, de la asociación vecinal de La Liberata, en FM VOLVER 95.3
La concejala Ana Francese, sostuvo que la interpretación que hace el oficialismo «… es una interpretación totalmente arbitraria porque en realidad no tienen argumentos serios para sostener la postura que han adoptado».
Además del proyecto de Presupuesto 2017 y el de Agroquímicos, otras iniciativas cuentan con varios meses de estadía en las respectivas comisiones. Por ejemplo un proyecto que propicia una ayuda económica concreta, estable y permanente, desde la comuna hacia los clubes de barrio. O el proyecto que habla de la posible creación de un sistema de transporte público municipal, tal como sucede en otros municipios bonaerenses.
Lo debatido el último jueves, más allá de las «chicanas» que volaron desde una bancada hacia la otra, deja en claro la existencia de una importante cantidad de proyectos, muchos de los cuales de consensuarse su puesta en práctica derivarían en respuestas concretas a necesidades palpables de los vecinos. Pero además, expone las deficiencias en el funcionamiento de la actual presidencia del cuerpo a cargo de la Dra. María Travascio, quien lleva adelante una gestión con un sinnúmero de falencias, contradicciones e irregularidades de orden a su funcionamiento (por caso los repetidos olvidos de difundir el orden del día previo a cada sesión o la ausencia permanente de la propia presidente en su despacho de calle Sarmiento durante las mañanas, ya que arriba a funciones junto con su secretario recién en horas del mediodía). Falencias, contradicciones e irregularidades de orden a su funcionamiento, que habiendo sido notoriamente menores en presidencias anteriores, eran expuestas y «ventiladas» públicamente poco menos que como cuestiones de estado.

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