Massa define equipo y piensa en incentivos fiscales para generar dólares

El nuevo “superministro” de Economía, Producción y Agricultura, Sergio Massa, terminaba de definir esta tarde el equipo con el que asumirá al frente de la nueva cartera el martes, entre los que habría cuadros históricos del Frente Renovador y algunos economistas de renombre  que funcionarán  como asesores externos, al tiempo que también cerraba un paquete de medidas económicas que apuntan a fortalecer las reservas del Banco Central, su objetivo más urgente.

Según contaron a DIB fuentes del massismo, la actividad en las oficinas de Massa sobre avenida Libertador es frenéticas desde el jueves, cuando se confirmó públicamente su llegada al gobierno, y se intensificó en las últimas horas. La intención es  terminar de delinear lo antes posible su equipo de colaboradores para así poder avanzar con las medidas, bajo la premisa de que la situación económica es “acuciante” y que la “tregua” que dieron los mercados en las últimas horas, con baja de las cotizaciones financieras y paralela de dólar y de riesgo país y suba de los bonos podría ser efímera si no se acierta con las primeras señales que se emitan una vez en funciones.

Aunque las negociaciones siguen abiertas, por lo que `podría haber cambios, algunos nombres comenzaron a circular. José Ignacio de Mediguren, actual titular del BICE, aparece casi como número puesto para asumir en la secretaría de Industria, con la primera misión de controlar a las grandes alimenticias, cuyos precios subieron de modo exponencial antes y durante la corrida cambiaria. Matías Tombolini, actualmente en ARSAT, en señalado en tanto para la Secretaría de Comercio Interior, otra área relacionada directamente con los precios. Para la secretaría de Agricultura, área que dejaría de ser ministerio salvo que se atienda el reclamo de la Mesa de Enlace para que eso no ocurra, Massa prefiere a Gabriel Delgado, que fue interventor de Vicentín y es respetado en el sector. Pera si finalmente no desembarca –tiene un cargo en un organismo internacional- se menciona a Jorge Solmi. Quien aparente mente retornará al cargo es Raúl Rigo, que fue secretario de Hacienda hasta que dejó el cargo de ministro de Economía Martín Guzmán. Es un funcionario de carrera, como mucha experiencia en el manejo presupuestario. Otra secretaría clave es la de Hacienda, donde podría sentarse Eduardo Setti.

Dos economistas muy consultados por Massa, Roberto Lavagna y Emanuel Álvarez Agis, en tanto, serán hombres de consulta pero sin cargo formal, según decían en el búnker del massismo. El hijo de Lavagna, Marco, hoy al frente del INDEC, también se incorporaría a una especie de mesa de análisis económico para definir políticas.

Un lugar clave, la titularidad del Banco Central, que Massa reclamaba para un hombre propio, seguiría en principio para Miguel Pesce, que responde al presidente Alberto Fernández. Por estas horas, se especulaba con la posibilidad de que Lisandro Cleri, Subdirector del Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSES, asumiera una viscepresidencia.  También en una zona de incógnita aparecía Sergio Chodos, el representante argentino ante el FMI: Massa es crítico de su actuación en la negociación con el organismo multilateral, pero su remoción  no es tare sencilla, justamente por la característica internacional de su cargo.

Ese equipo congestionará la economía con Pesce, Mercedes Marcó del Pont, que reemplaza a Gustavo Béliz en el Secretario de Planeamiento Estratégico, clave en la relación con organismo internacionales de financiamiento como el DIB, el Banco Mundial o el Interamericano de Desarrollo. Caslos Castagneto, el cristinista que responde directamente a Alicia Kirchner, estará a cargo de la ANSES, la “caja” más importante del país.

Por otra parte, Massa en princiio no tocaría el equipo a cargo del área energéticas, que tiene la tarea de avanzar con un requisito clave que pide el FMI: la quita de subsidiso. Encabezado por Darío Martínez, es un refducto cristinista en la administración económica, que tuvo una relación de enfrentamiento con Guzmán y avanzó a paso lento con esa medida durante el corto mandato de Silvina Batakis. El massismo confirma que avanzará con la segmentación, aunque podría haber variaciones en el formato.

Las medidas

Las principales medidas que se podrían anunciar el miércoles, en tanto, estarán asociadas a la generación de divisas a través del incentivo fiscal a los sectores de la energía, la agroindustria y la economía del conocimiento, mientras que con el FMI apuntará a profundizar “la búsqueda de consensos”, dijeron en el entorno de Massa a DIB.

Aunque el nuevo hombre fuerte el Gobierno advirtió que recién el miércoles se terminarán de conocer los nombres, las medidas y los detalles de la reformulación de las áreas económicas del Gabinete, en su entorno ya usan una frase para referirse a lo que pretende ser una de las premisas generales de su gestión en el Palacio de Hacienda: convertir a la Argentina en una “fábrica de dólares para exportar trabajo argentino”.

Ese eslogan resume la necesidad de acumular reservas frente a la inestabilidad monetaria, un proceso que en los últimos días encontró un alivio con el descenso del tipo de cambio de los dólares financieros y el blue, y que en el plano de lo concreto se traduce en la decisión de estimular a las actividades con potencial exportador -el sector energético, el agroindustrial, la industria del software y la tecnología aplicada- a través de un paquete de medidas de incentivo.

En el equipo del Frente Renovador sostienen que el mejor antecedente para entender la lógica que promoverá Massa ante estos temas es el repaso de lo que fueron sus prioridades en la Cámara baja, desde donde empujó de modo sistemático beneficios impositivos para los sectores trabajadores formales y de la clase media, en particular la actualización del piso del impuesto a las Ganancias.

En esa línea, subrayan por estas horas que dos ejes de las medidas que se anunciarán la semana entrante serán el “alivio fiscal y la generación de divisas”, mientras que en el frente externo y en el complejo vínculo con los organismos internacionales de crédito consideran clave “remontarse a cuál fue su rol durante el acuerdo con el FMI, sobre todo su búsqueda de consensos para sumar apoyos en la votación”.

La decisión del presidente Alberto Fernández de nombrar a Massa al frente de la cartera económica, anunciada el jueves pasado, generó entre las autoridades del FMI una demanda lógica por conseguir más información de primera mano sobre lo que ocurriría con el país que tiene la mayor deuda con el organismo, reprogramada a través de un acuerdo que fue ratificado por ley en el Congreso argentino.

Así fue que la titular del Fondo, Kristalina Georgieva, envió un mensaje por WhatsApp a un funcionario cercano al Presidente para consultar por la sorpresiva designación de Massa y sus posibles derivaciones: el integrante el Ejecutivo transmitió el mensaje al jefe de Estado, quien instruyó a su colaborador -un secretario de Estado- para que le respondiera a la directora del FMI que la designación del tigrense daría “mayor fortaleza política” porque se trataba de quien había sido su “escudero en la defensa del acuerdo (con el organismo) durante el debate en el Congreso”.

“Cuando Georgieva pregunta qué fue lo que pasó, la respuesta fue que el nombramiento de Massa permitiría cumplir con dos objetivos, por un lado profundizar la unidad del Frente de Todos y, por otro, unificar los criterios de utilización de dólares y concentrar esa potestad en una sola persona”, explicó una calificada fuente oficial para detallar en qué consistió la comunicación con la titular del FMI, sobre la que en un primer momento el Gobierno informó por error que se trató de un diálogo telefónico entre Fernández y Georgieva aunque luego aclaró que había sido un intercambio de mensajes mediado por una tercera persona. (DIB)