«Muy dolido»: el papa Francisco criticó la reconversión de Santa Sofía en mezquita

ROMA.- El papa Francisco criticó hoy la decisión tomada el viernes pasado por el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, de reconvertir la ex basílica Santa Sofía de Estambul en una mezquita , después de que un tribunal anuló su estatus de museo.

Lo hizo con muy pocas pero fuertes palabras, después de recordar en la tradicional oración del Angelus que hoy se celebra la Jornada Internacional del Mar y saludar especialmente a los que trabajan allí.

«Y el mar me lleva un poco lejos con el pensamiento: a Estambul. Pienso en Santa Sofía y estoy muy dolido», dijo Francisco, con rostro adusto y preocupado.

En su corta declaración, el Papa, quien viajó a Turquía a fines de 2014, no mencionó ni a Erdogan, ni al hecho de que esta obra mayor del siglo VI construida por los bizantinos, considerada patrimonio mundial de la Unesco, se transformará en mezquita. Evitó, así, ser acusado de interferir en asuntos internos de otro país.

Pronunciamientos

Hasta ahora, más allá de las reacciones de varios países, entre las que figuran las de Rusia, Grecia, Estados Unidos y Francia, la Santa Sede no se había expedido sobre un tema de lo más sensible.

Otros líderes de Iglesias cristianas, como el patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I y el Metropolita Hilarion del Patriarcado Ecuménica de Moscú, sí habían expresado su clara oposición a la transformación de la emblemática Santa Sofía en una mezquita y habían reclamado que mantuviera su estatus de museo, que se remonta a 1934, por una decisión de Mustafá Kemal Ataturk, líder de la entonces joven república laica turca.

Y el mar me lleva un poco lejos con el pensamiento: a Estambul. Pienso en Santa Sofía y estoy muy dolido

Anteayer el profesor Ioan Souca, secretario general interino del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), en una carta al presidente turco manifestó «dolor y consternación» por la decisión tomada. «Al decidir reconvertir Santa Sofía en una mezquita usted ha revertido esa señal positiva de apertura de Turquía y la ha cambiado en una señal de exclusión y división», denunció el CMI, organización que incluye a 350 miembros en 110 países y representa a más de 500 millones de cristianos en el mundo. El líder del CMI le pidió a Erdogan «rever y revertir su decisión».

A mediados de junio los obispos católicos de Turquía -país de mayoría musulmana-, dijeron que se trataba de un asunto de soberanía nacional. «Aunque desearíamos que Santa Sofía mantuviera su estatus de museo, no corresponde que nosotros intervengamos u opinemos sobre una decisión que sólo le atañe a la República de Turquía», le dijeron al Catholic News Service.

Santa Sofía, un deseo de Justiniano
Santa Sofía (Sabiduría en griego) fue construida en el siglo VI como un templo cristiano en el sitio donde se habían levantado anteriormente dos templos bizantinos, en Constantinopla (hoy Estambul), por voluntad del emperador Justiniano.

En la Navidad de 537, era el mayor templo de la cristiandad. Después del cisma entre la Iglesia de Oriente y Occidente de 1054, se convirtió en la sede de la Iglesia oriental ortodoxa. Cuando los Otomanos conquistaron Constantinopla en 1453, la convirtieron en una mezquita. Luego, en 1934, Mustafa Kemal Ataturk, el padre de la Turquía moderna, que promovía una visión secular del Estado, transformó a Santa Sofía en un museo, abierto a todas las creencias y no propiedad de ninguna religión. Así, pasó a ser el museo más visitado del país, con más de 3 millones de visitantes el año pasado.

Cuatro papas visitaron Santa Sofía: San Pablo VI, San Juan Pablo II, Benedicto XVI, papa emérito y Francisco, en su viaje a Turquía de noviembre de 2014. Entonces, después de una visita guiada de este imponente lugar y emocionado por el gran mosaico de la Virgen María presente, Francisco escribió en el libro de honor del museo: «la belleza y armonía de este lugar sagrado hacen que el alma se eleva al Omnipotente, fuente y origen de toda belleza». (La Nación – Por Elisabetta Piqué)