Nota de opinión
Tras la decisión del Gobierno de cerrar las exportaciones de carne vacuna por 30 días, es muy grande el malestar que hay en la cadena de ganados y carnes. Otra vez contra el campo. Los pequeños, medianos y grandes productores, muchos de ellos conocidos nuestros, que tienen que mirar al cielo por si llueve poco o mucho, que vacuna dos veces al año todos sus animales, que tiene que acopiar alimentos para el invierno… tiene todo el derecho de sentir un profundo malestar por el ataque de las políticas de determinados políticos que parecen creer que las vacas nacen por generación espontánea.
Este tipo de medidas ya se aplicaron en el año 2006 Y 2015 y no lograron frenar la inflación, sino todo lo contrario, ya que el precio de la carne al mostrador aumentó en medio de una caída significativa de la oferta, como consecuencia del cierre de las exportaciones. Ahora la historia vuelve a repetirse. Olvidan que tenemos memoria. Insólito pero real.
Nosotros todavía nos acordamos que Alberto Fernández se comprometió en campaña no volver a las políticas que se aplicaron en los gobiernos kirchneristas de intervención en los mercados, pero la promesa se ha vuelto en traición a su propia palabra.Se cerro las exportaciones de carne por 30 días, mientras se terminan de definir un conjunto de medidas de emergencia. La emergencia es de imaginación y creación de nuevas políticas, no atacar a uno de los sectores que produce, siempre produce, por vocación y por compromiso de producción como un negocio de alto impacto para la micro y la macro economía. Nos gusta la carne y necesitamos exportar carne.
Desde acción política, creemos que es un error la medida que anunció el Gobierno. Es una marcha atrás para el desarrollo y crecimiento de la ganadería. Vamos camino a un cese de comercialización. Y de estos golpes el campo tarda en recuperarse y lo terminamos sufriendo todos.
No nos cansaremos de repetirlo: Causará un daño irreparable a un sector productivo que ha demostrado que genera empleo y actividad en todo el territorio nacional. La decisión destruye la imagen de Argentina como proveedor confiable.
El daño que provoca la medida va a disminuir la oferta de carne, haciendo que los precios terminen subiendo como ya ocurrió en el pasado. Es inconcebible que se elijan recetas que ya fracasaron. Pero otra vez contra el campo.
Señores, los cortes que se exporta no son consumidos por el pueblo. Si real
ente quieren bajar los precios saquen el intermediario. Tienen idea cuánto le sale al proveedor criar un novillo? Tiene idea cuánto se los pagan? Nuestro intendente lo sabe por su padre, sin embargo apoya dicha medida, de esta forma parece que aparecer como fiel político es más importante que ser un coherente con una realidad que no puede desconocer. Necesitamos medidas de acción políticas verdaderas y que ayuden a nuestro país que castigue a los frigoríficos que exportan con papeles flojos, cuidar a quienes producen, apoyar su crecimiento, potenciar su modernización y no esto. No otra vez contra el campo.
Antonio Fernández
Oscar Berrueta
Marcela Losantos
