Pese al miedo, algunas mujeres reclamaron con pancartas y otras reportaron para la TV

En las calles de Kabul la mayoría eran hombres, que dejaron de usar ropas occidentales. Los talibanes dijeron que «quieren ver educación en las niñas», por lo que Unicef, que permanece en el país, manifestó un cauto optimismo.

Pocas mujeres se veían caminar por Kabul tras la toma del poder en Afganistán por los talibanes, aunque algunas se atrevieron a manifestarse para reclamar por sus derechos y unas pocas periodistas reportaban desde las calles.

Los talibanes prometieron respetar los derechos de las mujeres y las urgieron a integrar su Gobierno, buscando aventar temores de que vuelvan a imponer severas reglas que las mantenían vedadas de la vida pública cuando gobernaron Afganistán, hasta 2001.

El organismo de la ONU para la infancia (Unicef) y ONGs asociadas mantuvieron recientes contactos con dirigentes talibanes que les dijeron que «quieren ver educación de las niñas«, dijo el jefe de operaciones de Unicef, Mustapha Ben Messaoud.

En declaraciones a periodistas en la capital afgana, el funcionario de la ONU dijo que los mensajes recibidos de los talibanes sobre la educación de las niñas eran «más o menos los mismos» con algunas «pequeñas diferencias».

Mujeres en Afganistán

«Hay zonas del país donde nos dijeron que estaban esperando directivas de su liderazgo, religioso y político. En otras partes dijeron que querían ver educación de las niñas y a las escuelas funcionando», agregó.

Ante las inquietudes respecto a la labor de trabajadoras humanitarias extranjeras y afganas, Messaoud dijo que los talibanes dieron «respuestas variadas y medidas», pero agregó que Unicef mantenía un «cauto optimismo».

Al menos 11 de las 13 oficinas de campo de Unicef en Afganistán se han mantenido operativas desde que los talibanes tomaron el poder, y el organismo sigue trabajando en la mayor parte del país, donde sigue habiendo «grandes necesidades», dijo Massaoud.

«La mitad de la población -más de 18 millones de personas, incluyendo a casi 10 millones de chicos- necesita asistencia humanitaria», advirtió.

Mientras tanto, las mujeres eran pocas este martes en las calles de Kabul y los hombres cambiaron sus ropas occidentales por el holgado atuendo tradicional afgano, informó la agencia de noticias AFP.

«Hay miedo«, dijo a la agencia francesa el encargado de una tienda de comestibles.

Los juegos, la música, las fotografías y la televisión estaban prohibidos cuando los talibanes gobernaron Afganistán. A los ladrones se les cortaban las manos, los asesinos eran ejecutados en público y se mataba a los homosexuales.

Las mujeres tenían prohibido trabajar y salir sin un acompañante masculino. Aquellas acusadas de adulterio eran azotadas y apedreadas hasta la muerte. Las niñas no podían ir a la escuela.

Unas pocas mujeres desafiaron los riesgos y se manifestaron brevemente en Kabul llevando el velo islámico, con pancartas que exigían a los talibanes «no eliminar a las mujeres» de la vida pública.

Unas pocas mujeres desafiaron los riesgos y se manifestaron brevemente en Kabul llevando el velo islámico, con pancartas que exigían a los talibanes «no eliminar a las mujeres» de la vida pública.

En un hecho notable impensado años atrás, una periodista de la cadena de noticias privada afgana TOLO News, Beheshta Arghand, entrevistó en un estudio de TV a un líder talibán, Abdul Haq Hammad.

Otras mujeres periodista reportaban los acontecimientos desde las calles, y el director de Moby Media Group, la compañía dueña de TOLO News, celebró su trabajo.

«Nuestras valientes periodistas en las calles de Kabul esta mañana», tuiteó Saad Mohseni, junto con fotos de repoteras trabajando en Kabul.

Talibanes dijeron a la cadena CNN que las periodistas van a poder continuar con su trabajo siempre y cuando adhieran a sus reglas, como llevar niqab, el velo que cubre su rostro, y limiten sus contactos con hombres que no sean de su familia.

(Fuente: Télam)