Se hizo pasar por su hija secuestrada hace 25 años pero el ADN dio negativo: “Fue perversa, me dejé manipular por mi deseo de encontrarla”

Marina Beatriz Aragunde rompió el silencio por primera vez, a un año y medio de que Valeria Ziggiotto se paseara por todos los medios haciéndose pasar por Marina Fernanda Aragunde, secuestrada el 1° de febrero de 1995 en Marcos Paz

El 20 de noviembre de 2019 la noticia conmovió a la opinión pública no solo por su espectacularidad sino por el desgarrador testimonio de Valeria Ziggiotto, una joven de 28 años que aseguraba haber sido secuestrada a los 4 años mientras jugaba en la puerta de su casa y afirmaba haberse reencontrado con su mamá después de 24 años.

“A mí me secuestraron y me vendieron. Se compró en Mar del Plata, en Migraciones, una identidad falsa. Fue un ajuste narco entre mi abuelo paterno y estas personas que me secuestran y me venden. Fue para hacerle daño a mi abuelo, pero no vieron que le hacían daño a mi mamá detrás de todo esto”, había asegurado en una entrevista que le concedió a Infobae la chica que asegura ser Marina Fernanda Aragunde, secuestrada el 1° de febrero de 1995 en Marcos Paz.

Mientras ella salía a contar su verdad en todos los medios, Marina Beatriz Aragunde optaba por mantener un bajo perfil y guardar silencio. ¿El motivo? La prueba de ADN que ambas se habían realizado en el Instituto de Fertilidad Asistida Dr. Julio Colabianchi, de Rosario, el 17 de julio de ese mismo año dio negativa y la vida de Marina volvió a desmoronarse.

 

“Valeria me manipuló durante mucho tiempo. Yo pensé que después de 24 años había encontrado a mi verdadera hija pero era mentira. Sin embargo, ella insistía con que alguien había pagado mucho dinero para modificar el resultado. Por eso, a fines de 2019 mandé a analizar otra muestra de ADN a Houston, que era lo más seguro para que nadie se enterara, y tampoco hay compatibilidad”, precisó la mujer a Infobae, quien tuvo que superar varios problemas de salud para salir a dar su versión de los hechos. Estuvo con ataques de pánico e hipertensión.

Incluso, Valeria llegó a elaborar una hipótesis de por qué ambas pruebas desestimaron el parentesco. “Me contó que tuvo cáncer hace 4 años y que la vaciaron. Dijo que estuvo internada en el Hospital Posadas y que le habían hecho tantas transfusiones que su sangre podría estar alternada por los medicamentos que le metían a su cuerpo”, relató Marina, consciente de la locura que estaba escuchando pero que su corazón prefería creer.

“Fue muy perversa y yo me dejé manipular por mi deseo de encontrarla. Al principio, quedé anonadada por las cosas que me contaba y por los detalles que me daba. Todos los recuerdos de su infancia eran coincidentes con los de mi hija. Hasta me mostró fotos de una de sus hijas, que es igual a Marina”, relató la mujer, quien sospecha que detrás de Valeria “hay alguien más”.

 

“Estoy convencida de que hay personas que le dicen cómo actuar y qué decir. Calculo que le habrán dado plata para hacerse pasar por mi hija. Acá hay algo más. Ellos pueden llegar a saber o conocer dónde está Marina e hicieron todo este circo para que yo no pueda encontrarla”, especula Marina, entre el dolor y la angustia que vive desde el 23 de junio de 2019, fecha en que esta joven apareció en su vida.

Además, la mujer recibió amenazas en el Facebook “Buscamos a Marina Fernanda Aragunde” donde le pidieron que dejara de dudar de la identidad de Valeria. “Que algo te quede claro, ya la encontraste, dejá de buscarla, dejá de revolver mierda. No sé qué carajo buscás, quedate en el molde que va a ser más fácil”, decía el mensaje que le llegó al Messenger.

 

A un año y medio de lo sucedido, Marina quiere desenmascarar a la impostora: “Tardé tanto en hacerlo público porque ella me seguía escribiendo por Whatsapp, mandando videos y cartas….La verdad, lo mejor que me puede pasar es tenerla bien lejos y que no me contacte más”.

También se lamenta de no haberle hecho caso a las personas que integran los grupos de Facebook “Dónde estás” y “Estoy buscándote” (que ayudan a las personas en la búsqueda de sus seres queridos), quienes le advirtieron de los riesgos de encontrarse personalmente con ella sin tener la confirmación del ADN. “Pero bue…ya está. Me dejé llevar por el deseo de que fuera mi hija y ahora estoy pagando las consecuencias”, admitió con arrepentimiento.

El último intercambio de mensajes con Valeria ocurrió el 20 de octubre de 2020, donde Marina le contó que había hablado con su mejor amiga y que ella le confirmó que era una fabuladora. “Hasta el día de hoy, jamás me pidió disculpas por lo ocurrido y hasta se terminó enojando ella conmigo. Me reprochó que haya contactado a su amiga y me puso ‘nunca más en mi vida te vuelvo a hablar’. Nunca me confesó por qué se hizo pasar por mi hija”, señaló Marina, quien aún conserva esa captura del chat.

 

A pesar de todos los obstáculos que tuvo que vencer para que triunfara la verdad, la mujer aseguró que no va a darse por vencida y que seguirá buscando a su hija más que nunca: “Creo que estaba cerca de encontrarla y todo esto sucedió para embarrar la cancha”.

Como el 4 de enero se cumplieron 30 años del nacimiento de su hija, a la mujer se le ocurrió subir un video a su canal de Youtube, de 7 minutos y 21 segundos, donde cuenta que está haciendo todo lo que está a su alcance para dar con su paradero. Y concluye: “Te amo y ojalá me busques”.

(Fuente:Infobae/ Por Cinthia Ruth)