Solo en Off. El «amor sin barreras» que mantiene unidos a Ginés González García con Horacio Rodríguez Larreta

La réplica del cilindro de Avellaneda, aquel estadio que solía frecuentar Juan Domingo Perón en sus años de gloria, está ahí, en el despacho de Ginés González García en el segundo piso del Ministerio de Salud. El amor por Racing es, para el ministro, una de las varas para medir algunas amistades políticas aun en tiempos de coronavirus, entre ellas, el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. «Se llevan muy bien», relatan cerca del ministro. Los recortes inconsultos a la coparticipación de la ciudad no pudieron quebrar ese vínculo.

Ambos compartieron la agrupación Racing Vive. Dos décadas atrás, esa agrupación motorizó el salvataje del club, que estaba en quiebra y con serios problemas institucionales. De aquella movida de racinguistas famosos participó también Carlos Melconian, el economista preferido de Carlos Menem en 2003, quien años más tarde condujo el Banco Nación con Mauricio Macri. Y Carlos «Chacho» Álvarez, el exlíder del Frepaso que también empujó en el Congreso la ley que, a principios del gobierno de Fernando de la Rúa, consiguió que el histórico estadio de Perón fuera salvado del remate.

Además de asistir a la cancha y ser capaz de memorizar, como Rodríguez Larreta, los goles importantes de Racing de los últimos cuarenta años, González García tiene una buena relación con Fernán Quirós, el ministro de Salud porteño, quien le devuelve gentilezas cada vez que puede en lo referido a la gestión «en equipo» de la pandemia.

No goza del mismo aprecio el exgobernador de Mendoza Alfredo Cornejo, a quien desde ese despacho -y también desde la Casa Rosada- acusan de fogonear la actitud rebelde de Mendoza hacia el retorno de las restricciones. Y, mucho menos, Graciela Ocaña, que sucedió a Ginés en el Ministerio de Salud en 2007 y se transformó, con los años, en una denunciante de la gestión kirchnerista. «Cristina reconoce hoy como un error haberla nombrado», dicen por lo bajo voceros del ministro racinguista, en referencia a Ocaña.

Roberto Lavagna recupera su contacto con los socios del socialismo

La confluencia electoral terminó en una discreta performance y con el tercer puesto en las elecciones presidenciales del año pasado. Pero a pesar de las tentaciones -y tironeos- desde ambos lados de la grieta, Roberto Lavagna y sus socios socialistas de Consenso 2020 parecen dispuestos a continuar juntos.

El exgobernador de Santa Fe Miguel Lifschitz y los diputados lavagnistas Alejandro «Topo» Rodríguez y Jorge Sarghini compartieron el viernes un Zoom en el que reafirmaron su vocación de «consolidar» una fuerza en común con vistas a las elecciones legislativas previstas para el año que viene.

«Roberto Lavagna está convencido: hay que volver a insistir con una alternativa a la grieta», dijo Rodríguez, que suele interpretar el pensamiento político del exministro de Economía. ¿No está muy cerca del Gobierno? «No se va a negar a dar sugerencias al Presidente, pero tiene que gobernar el que ganó la elección», definió el dirigente lavagnista.

A su turno, Lifschitz elogió al excandidato presidencial y dio una pista de su futuro cuando definió como «alternativa interesante» su candidatura a senador nacional por Santa Fe, el año que viene.

Elisa Carrió y una solidaridad cultivada con porciones de pizza

«No nos queda otra que la farsa», se reía Elisa Carrió en la tarde de ayer, acompañada por amigos en su casa de Capilla del Señor y contenta por la repercusión en las redes sociales de su actuación como «Lilita la pistolera», con facón incluido y a modo de respuesta a las acusaciones del juez de Dolores Alejo Ramos Padilla.

Además de contestarle con ironía al juez, que días atrás confirmó los procesamientos contra el fiscal Carlos Stornelli y el periodista Daniel Santoro en el caso D’Alessio y la acusó de colaborar con una «organización paraestatal» de espionaje y extorsión, Carrió dedicó otro tuit para defender a Leonor Barbero de Etchevehere, cuyos hijos Luis Miguel y Dolores protagonizan el caldeado litigio por las tierras en Santa Elena.

«Carrió la defiende porque defiende siempre a las mujeres y a las madres», cuentan a su lado, mientras la propia líder de la CC-ARI reconoce que su vínculo con la madre de los Etchevehere se afianzó en medio de porciones de fainá y pizza en un local muy conocido del barrio de Recoleta, adonde ambas concurrían. «Conozco a todos allá, y a Leonor también», dijo Elisa Carrió, para quien la política y la gastronomía siempre fueron de la mano.

Por: Jaime Rosemberg (Fuente: La Nación)