Suspensión de las PASO, corrimiento o ¿lemas?: las alternativas en danza para un año electoral atípico

A 6 meses de la fecha en la que se celebran las PASO, el Gobierno aún no definió el calendario electoral. Los gobernadores quieren suspender las Primarias, el Ejecutivo analiza aplazarlas y Máximo Kirchner tiene un “plan B”.

A tan solo 6 meses de la fecha en la que tradicionalmente se celebraban las elecciones Primarias en la Argentina, el Gobierno nacional no definió aún qué pasará con las PASO, pero el plan de los gobernadores peronistas de suspenderlas provisoriamente fue perdiendo terreno frente a otras alternativas intermedias,  a la que podría sumarse un método ya utilizado pero poco ortodoxo.

Hasta ahora el Gobierno evaluaba dos alternativas para evitar celebrar las PASO en agosto: la original, propuesta por los gobernadores y ya en trámite en el Congreso, es la suspensión provisoria de las Primarias en 2021, alegando razones de emergencia sanitaria. Ante el rechazo opositor -que impediría, entre otras cosas, aprobar la suspensión en la provincia de Buenos Aires-, asomó una segunda alternativa, que consiste en aplazar todo el proceso electoral, realizando las internas a fines de septiembre y las generales en noviembre, meses en los que en 2020 comenzó a percibirse una baja de casos.

Según el argumento de sus impulsores, el aplazamiento ayudaría no solo a evitar ir a las urnas en invierno, sino también a que un mayor porcentaje de la población se encuentre vacunada para entonces. En el costado político, el Gobierno aspira a poder mostrar una mejora en la economía y también -si las vacunas no siguen demorándose- en la gestión sanitaria, que creen que impactaría en las urnas. 

A esos dos posibles escenarios podría sumarse uno más, no exento de polémicas: según trascendió, el diputado nacional y líder de La Cámpora, Máximo Kirchner, evalúa junto a sus dirigentes más cercanos la posibilidad de unificar las PASO y las generales utilizando para ello el sistema de lemas electorales. 

¿Cómo funcionaría? Se permitiría que todos los candidatos anoten listas adheridas a determinada fuerza política (cada espacio interno se denomina “sublema”), y en el conteo final de votos, el candidato ganador de cada partido o “lema” sumará los votos de sus rivales internos: el que más sufragios obtenga en ese conteo será el ganador. En los casos de elecciones de cuerpos colegiados (como ocurrirá este año), el sistema contempla un reparto proporcional según el voto obtenido por cada sublema. 

La idea que sopesa Máximo Kirchner resulta innovadora respecto del resto de las soluciones en danza, pero tiene muchos enemigos: en Juntos por el Cambio, por caso, varios dirigentes provinciales perdieron elecciones a Gobernador (como en Santa Cruz en 2015) pese a ser los más votados individualmente.

Con todo, el sistema contempla “soluciones” a varios de los inconvenientes alegados por los gobernadores para suspender las PASO: al unificar las elecciones en una, reduce el gasto; y también permitiría postergar el momento de las urnas hasta octubre, cuando haya un clima más benigno.

De todos modos, la idea del líder de La Cámpora contempla que la definición se tome según criterios epidemiológicos que defina el Consejo Federal de Salud, integrado por los ministro del área de todas las provincias y, por ende, con amplia representación partidaria.
En silencio, Máximo Kirchner mostró sus reticencias a la idea de los gobernadores, y se opuso a suspender una elección simplemente por un tema de costos. En el fondo, lo mueve una fuerte razón política: con la eliminación de las PASO, los mandatarios provinciales y los intendentes (sobre todo los del Conurbano) podría “tabicar” las listas y retacear espacios para La Cámpora. Una interna le daría la posibilidad (como ya ocurrió en otras ocasiones) de promover candidatos con posibilidades de disputar cargos ejecutivos en 2023.

De todos modos, el “árbitro” de la contienda es Juntos por el Cambio, que hasta ahora se ha mostrado refractario a suspender las PASO o aplicar la Ley de Lemas. El voto de la fuerza opositora es vital para lograr aplicar cambios en la ley electoral bonaerense, dado que controla el Senado provincial. Y sin cambios en la Provincia, cualquier intento de modificar las elecciones por una razón sanitaria no tendría sentido: allí residen un tercio del total de votantes del país. 

Con todo, desde Juntos por el Cambio reconocen que si la situación sanitaria lo requiere podrían aceptar un corrimiento en las fechas de las PASO y las generales. De hecho, el Gobierno activó ese “plan B” a partir de un proyecto presentado por Carla Carrizo, diputada nacional alineada con Martín Losteau. Y ya comenzó la negociación con los gobernadores. (DIB) JG