Todo sigue igual con los abanderados de la justicia social

Carta del Lector
Desde 1945 hasta nuestros tiempos la sociedad argentina viene seudo-dominada por el fenómeno “peronista” construido a través de una doctrina basada en los personalismos con un fuerte sesgo autoritario.
Es un relato que cuenta lo que conviene y esconde las miserias más grandes. Por ejemplo el peronismo se jacta de los derechos laborales pero los derechos laborales en Argentina fueron concebidos a través del socialismo y la Unión Cívica Radical y si queremos ahondar léase el Art. 14 bis de la constitución nacional que consagra los derechos sociales y de los trabajadores que tiene como autor a un radical. El Dr. Crisólogo Larralde (se cumplen 59 años de su fallecimiento).
La CGT que había sido creada por socialistas y revolucionarios en el 1930 sufrió la modificación de su preámbulo de constitución en 1950 por Perón y se puso “…que la doctrina Peronista magistralmente expuesta por su creador el general Juan Perón, define y sintetiza las aspiraciones fundamentales de los trabajadores argentinos, y les señala la verdadera doctrina con raíz y sentido nacional, cuya amplia y leal aplicación ha de forjar una Patria justa, libre y soberana”.
El peronismo incendió bibliotecas, sedes partidarias del socialismo y del radicalismo, iglesias y se generaron grupos de tareas en el nombre de la revolución que contribuyó a la violencia en la Argentina.
Se amontonaron como ganado y sin ninguna atención las familias que provenían del interior del país en la búsqueda de trabajo en las fábricas que se asentaron en el centro del país comenzando a conformarse las “villa miserias” que se aprovecharon como patrimonio electoral a fuerza de promesas y dádivas lo que luego se conoció como “el conurbano bonaerense”.
En 1982 Alfonsín se opuso a la guerra de Malvinas y el peronismo hizo silencio. En 1983 el peronismo proponía públicamente el perdón a la junta militar (responsable de 30.000 desaparecidos) mientras que la UCR proponía y cumplió luego con el enjuiciamiento.
Es cierto que la derecha se infiltro en los partidos tradicionales y el sistema de partidos se debilitó a través de las individualidades. Un fiel reflejo fue el gobierno peronista con Menem donde se vendió el patrimonio nacional: la luz, el gas, los teléfonos, YPF, Aerolíneas, los trenes, los subtes, se crearon las AFJP mientras el ex presidente se paseaba en Ferrari y jugaba al tenis con Vilas.
También es cierto que la Alianza pago caro el proceso de gobierno con De la Rúa para que luego nazca el “kirchnerismo” con algunos años brillantes a través del rendimiento de la soja.
No voy a ocultar también las sospechas a nuestros actuales socios con las denuncias a Mauricio Macri con presuntos negociados en cuanto al perdón de deudas a empresa que gestionaba peajes, correo argentino, parques eólicos y la adquisición de una deuda escandalosa con el FMI.
Ahora bien….en el peor momento y ante una pandemia que arrasa sociedades y generaciones enteras los abanderados de la justicia social se aseguraron la vacuna y “el pueblo hace cola”. En estas conductas uno puede visibilizar la calidad de dirigentes y gobernantes que tiene. Donde prima el verso para quedar bien.
Y como en otras oportunidades vuelvo a repetir en tanto y en cuanto no se vuelva a la institucionalidad de los partidos políticos que implique recuperar el sistema de partidos la Argentina no tiene rumbo y quedará en manos de construcciones individuales que aspiraran a alimentar su ego y el bienestar familiar, mientras el pueblo sigue haciendo fila esperando por los derechos que nunca se cumplirán.
Flavio Ponce
Presidente electo UCR Chascomús