Tras la reunión con los gobernadores, el Presidente cambió sus planes y reforzó la cuarentena en el interior

En un giro inesperado, que se resolvió ayer a última hora, después de una charla de cinco horas con los 24 gobernadores, el presidente Alberto Fernández decidió cambiar la estrategia que tenía definida para dar comienzo a una nueva etapa con mayores libertades y anunció otra fase restrictiva que afectará a 18 provincias durante las próximas dos semanas.

Según anunció el Presidente, se restringirá la circulación en algunas ciudades y departamentos, aunque no adelantó cuáles son. El objetivo, como sucedió durante los meses de marzo y abril, es frenar la circulación del coronavirus.

«Lo que vamos a hacer es disponer en distintos departamentos de 18 provincias medidas que permitan una disminución intensa y transitoria de la circulación de personas durante los próximos 14 días», dijo el mandatario, que por primera vez encabezó la presentación en la Casa Rosada.

Nada dijo Alberto Fernández del regreso de los alumnos a las aulas ni de la decisión de habilitar los vuelos de cabotaje, dos temas que hasta ayer, antes del encuentro con los mandatarios provinciales, estaba previsto que fueran ejes centrales del discurso de extensión de la cuarentena.

El relato que recogió de lo que está ocurriendo en el interior del país fue determinante. Tanto que lo llevó a dejar de lado la instalación de que comenzaba un nuevo proceso que culminaría con la llegada de la vacuna contra el coronavirus. «Al interior se le está haciendo un llamado de atención porque si no lo ordenan, no van a tener Fiestas ni verano», resumió uno de los hombres de confianza del Presidente.

Provincia por provincia

En medio de una jornada de mucha tensión por la escalada del dólar blue, el Presidente habló durante 40 minutos, en los que describió un estado de situación grave en varios distritos del país. Las seis provincias que no tendrán cambios son Corrientes, Misiones, La Pampa, Entre Ríos, Formosa y Catamarca.

El Presidente fue enfático a la hora de describir el problema y apuntó contra las reuniones sociales. «Algo tenemos que hacer para limitar el contacto estrecho entre nosotros. Les pido que comprendan la dimensión del problema, les pido que nos ayuden», sostuvo Fernández durante el anuncio.

Con más de 850.000 infectados totales en el país desde marzo -y un promedio de 13.052 casos diarios en los últimos siete días- la preocupación del gobierno nacional dejó de ser el área metropolitana. «El 65% de los contagios vienen hoy de las provincias del interior», graficó el Presidente. De hecho, durante su exposición remarcó una y otra vez el trabajo que se realizó en la ciudad de Buenos Aires y en el Gran Buenos Aires.

«El AMBA estuvo desde el primer día y hasta hoy en un aislamiento, eso sirvió para controlar mucho algunas cuestiones que tuvieron que ver con que el virus no contagie por encima de lo que debía esperarse. Pudimos controlar el tránsito, minimizamos el uso del transporte público. Esto fue esencial», describió.

Lo acompañaron durante el anuncio los gobernadores de Santa Fe, Omar Perotti; de Neuquén, Omar Gutiérrez, y de Jujuy, Gerardo Morales.

Según explicó el Presidente, lo que se hizo en el AMBA, ahora hay que trasladarlo a cada provincia: «De la misma manera en que me reunía con Axel [Kicillof] y Horacio [Rodríguez Larreta], ahora debo hacer eso mismo con las provincias. En una larga charla que tuvimos con los gobernadores, les propuse seguir este mecanismo y estuvieron de acuerdo».

Y anticipó que el gobierno nacional destinó un fondo de 10.000 millones de pesos para las provincias y adelantó que se distribuirán 800.000 test rápidos en todo el país «para poder detectar cuanto antes quién está infectado, poder aislarlo y poder evitar de ese modo que siga contagiando».

Fernández también habló por primera vez de la caída de la actividad económica -el PBI se derrumbó 19,1% en el segundo trimestre, la mayor caída en la historia- y el aumento de la pobreza, que afectó al 40,9% de los argentinos en el primer semestre de 2020, acrecentados por la cuarentena.

«Lo estamos haciendo convencidos de que es lo que hace falta en este momento. Conocimos los datos del segundo trimestre de la economía y la pobreza y nos han dejado muy entristecidos, fue el peor trimestre del año, no tengan duda», dijo el Presidente, que de inmediato buscó atenuar sus palabras con algunos datos que, según dijo, muestran algunos síntomas de mejoría.

En este punto, expresó que en septiembre se «observó un aumento de la recaudación en torno al 5 por ciento y eso los alienta mucho». Además, añadió: «Hemos observado un aumento en la producción de autos, en la venta de cemento, materiales de construcción, consumo de energía, que hoy es igual en aquél momento en que hablamos, el 19 de marzo [cuando comenzó la cuarentena en la Argentina]».

Para el Presidente, «el tercer semestre será mejor que el segundo» y aseguró que las nuevas restricciones no impactarán en la economía. «No pararemos el aparato productivo», sostuvo.

(Por: Santiago Dapelo Fuente: La Nación)