Un productor local denunció que entraron a su campo y le pegaron un tiro a una vaca

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Inseguridad en la zona rural

La inseguridad rural ya es un hecho en Chascomús y la preocupación entre los vecinos crece. El caso del productor Manuel Anchorena se conoció a través del portal Infocampo, y expresa que en diciembre pasado fue víctima de rotura de silobolsas, es simplemente uno más de los muchos que se registraron en los últimos meses, y la ausencia de medidas en la zona es lo que más indigna a la población.

Días atrás, delincuentes ingresaron al campo de Anchorena y le pegaron un tiro en la cabeza a una vaca, tan solo a 150 metros de su vivienda. El productor radicó la denuncia, pero no hubo avances de ningún tipo.
“Estamos a más de 50 km de camino de tierra de la Comisaría 1°. Hace más de cinco años que estamos pagando por un servicio que el municipio no nos brinda. Son innumerables la cantidad de reuniones que tuvimos en el municipio por este tema. En 2017, en el Ministerio de Seguridad en La Plata, nos prometieron que el responsable iba a poner una firma para que pasemos a depender de la Patrulla Rural (ya que estamos en zona rural) y dejar de depender de la Comisaría 1°, la cual no cumple con sus obligaciones desde hace ya casi seis años”, le explicó Anchorena al portal Infocampo.
Según los productores, en las planillas “se ve todo bien, pero la realidad es otra”.
“Actualmente, hay 127 cámaras monitoreadas las 24 horas por personal municipal más 153 policías dentro del casco urbano de Chascomús. Y a la Patrulla Rural el municipio solamente le asignó 16 policías de los cuales solamente cinco están trabajando, uno debe quedarse en la sede del CPR en Chascomús y los cuatro deben cubrir todo el partido entero. A la vista están las consecuencias que estamos pagando los vecinos por esta decisión del municipio”, señaló Anchorena.
Y disparó: “A esta gente que anda armada cuatrereando, abrazando a los vecinos, rompiendo silos bolsas y demás ilícitos se los llama galgueros, cuando son delincuentes, y a las pruebas me remito: el 80% de ellos tienen antecedentes penales“.