El viernes 16 de agosto, las autoridades del Ministerio de Salud de Río Negro comenzaron a recibir la información de un contagio masivo que afectó principalmente a los estudiantes que viajaron a Bariloche con motivo de su egreso escolar. Infobae constató que son más de 850 casos y que el virus logró ser identificado en una gran porción del turismo estudiantil.
Los estudiantes comenzaron a sentir malestar durante las semanas posteriores a la fecha mencionada. Náuseas, vómitos, diarrea y, en contados casos, fiebre. Comenzó siendo una incógnita y una preocupación que afectó a un número cercano a los 700 egresados y al resto de la población barilochense.
En las últimas horas, desde la cartera de Salud rionegrina detallaron que se trata del Norovirus, que produce «una enfermedad infectocontagiosa, que se manifiesta fundamentalmente con vómitos, náuseas, diarrea, y en algunos casos fiebre. Se propaga en los lugares donde la gente se reúne o se sirven alimentos».
El doctor Leonardo Gil, director del Hospital Zonal Ramón Carrillo, quien indicó el número de casos oficiales y aseguró que el contagio se da a través de las secreciones. Es decir, en la materia fecal y los vómitos; aunque también se reproduce a través de alimentos y agua contaminada.
«A los chicos los atienden directamente los médicos de las empresas que contrataron para viajar a Bariloche. Los atienden en el hotel. Los síntomas son dolor de panza y malestar. Es una gastroenteritis. Con un día de reposo y mucha hidratación se cura», sintetizó Gil.
Además, sostuvo que «se reforzó la utilización del agua clorada para matar el virus en picaportes, colectivos, grifería, aeropuerto, entre otros lugares. También el consumo de agua potable para lograr cortar con el brote».
El médico manifestó que el contagio no se produce por contacto corporal sino que se propaga por la falta de higiene, tanto en la personal como en aquellos lugares en los que se exhibe el contacto permanente.
