Una fiscal de Dolores pidió que Pepo siga detenido

La fiscal de Dolores Verónica Raggio pidió que el cantante de cumbia Rubén Darío Castiñeiras, más conocido como Pepo, siga detenido por su presunta responsabilidad en el doble homicidio culposo agravado de dos sus colaboradores, ocurrido al volcar la camioneta que conducía.
La novedad se conoce el día en que se cumple un mes de los hechos. El pedido de prisión preventiva fue presentado por la representante del Ministerio Público y será analizado por el juez de Garantías Cristian Gasquet quien tiene cinco días para resolver si acepta la solicitud de la fiscal.
Según fuentes judiciales, el magistrado ya tiene en su poder el expediente para revisar las pruebas aportadas por la fiscal, por el abogado que representan a las familias de las dos víctimas y los defensores del cantante.
Al describir el hecho en el momento de la indagatoria, la representante del Ministerio Público manifestó que el cantante había violado el deber de cuidado al tomar alcohol mientras conducía y circular a alta velocidad, ambas circunstancias, más la pluralidad de víctimas constituyeron los agravantes fijados por la ley que elevan la eventual pena hasta seis años de prisión.
La tragedia por la que está detenido el cantante ocurrió hace un mes, cuando Pepo volcó la camioneta que conducía en kilómetro nueve de la ruta 63.
En el accidente fallecieron Ignacio Abollaseh y Marcelo Nicolás Carabajal, asistente y trompetista, respectivamente, del intérprete de cumbia.
El resultado del estudio toxicológico en la muestra de orina tomada al cantante, el día de la tragedia, determinó que el acusado había consumido cocaína y marihuana horas antes de perder el control de su camioneta y volcar en la ruta, camino a Mar de Ajó. El resultado de este análisis fue tomado por la fiscal como una prueba del incumplimiento del deber de cuidado de parte del imputado.
Además, la testigo Romina Candias, que viajaba en asiento del acompañante, afirmó que Pepo tomaba vodka mezclado con jugo de naranja mientras conducía.
La última prueba que comprometió a Pepo fue el peritaje accidentológico que concluyó que circulaba casi 140 kilómetros por hora, 80 kilómetros por encima de la velocidad máxima permitida en esa ruta en condiciones de escasa visibilidad a raíz de la niebla que había en la zona.