Vidal, la gran ganadora ante los nuevos

Ratifico su liderazgo en la Provincia

Cristina fue derrotada, pero su caudal de votos no la corre de escena

María Eugenia Vidal consiguió el objetivo. Sorteó el enorme desafío de ratificar su victoria electoral de 2015 ante un escenario complejo y una contendiente de peso como Cristina Kirchner.
La Gobernadora es una de las figuras políticas con mayor ponderación pública. Puso el cuerpo a la campaña del oficialismo para apuntalar a candidatos pocos taquilleros. Arriesgó ese capital político y la apuesta le salió redonda: se transformó en una de las grandes ganadoras de las elecciones y quedó ratificada como una dirigente clave en el esquema de poder de Cambiemos, un círculo selecto en el que convive un puñado de dirigentes encabezado por Mauricio Macri, Horacio Rodríguez Larreta y Marcos Peña.
La victoria electoral del oficialismo significa además un enorme espaldarazo para Vidal de cara a la próxima cita electoral de 2019. No hay quien discuta en Cambiemos a la mandataria como candidata natural a la reelección, más aún si el Presidente también intenta otro mandato al frente de la Casa Rosada.
La fuerza de los números terminó por robustecer ese proyecto del que por ahora sólo se habla entre bambalinas en el gobierno bonaerense.
En términos de gestión, ahora Vidal afronta un escenario un poco más despejado. Existen dos cuestiones básicas. La primera tiene que ver con que se espera que la ola amarilla nacional de Cambiemos generará un escenario mucho más favorable para que la administración de Macri negocie con los gobernadores los recursos que viene reclamando la Provincia por el Fondo del Conurbano.
La mandataria fue a la Corte, pero se estima que la solución llegará por el lado de la política. Vidal pide unos 56 mil millones de pesos por año frente a los 650 millones que recibe actualmente la administración provincial. La obtención de parte de ese reclamo será una enorme bocanada de oxígeno para una provincia que sigue dependiendo de la ayuda nacional para atender sus necesidades.
Además, el oficialismo extendió su influencia en la Legislatura, a la que sólo logró dominar en los primeros dos años de gestión de Vidal a partir de un acuerdo político con Sergio Massa que lo obligó a ceder espacios, recursos e influencias. Ahora, la ola amarilla tiñó también a ambas cámaras y despejará el camino para que Vidal avance con diversas reformas que tiene pensadas para su administración.
El resultado electoral no despeja de interrogantes al peronismo. Cristina Kirchner obtuvo el 37% de los votos y se transformó en la dirigentes opositora con más votos. Fue derrotada por Cambiemos en la Provincia, es cierto. Pero con semejante apoyo, pasarla a retiro como soñaban no pocos peronistas, suena a utopía.
Mucho más, cuando el justicialismo sufrió severas derrotas en la mayoría de las provincias y quedó en pie apenas un puñado de liderazgos provinciales.
Habrá que ver cómo impacta en la reconstrucción peronista el resultado de esta elección. El proyecto de renovación que soñaban en la Provincia varios intendentes, Sergio Massa y Florencio Randazzo, encuentra en principio el obstáculo de una ex presidenta que, aún en la derrota, exhibe una fortaleza electoral para nada desdeñable.
Massa y Randazzo afrontan su propio desafío. Ambos no pudieron sostener sus performance en las Paso, erosionados por la polarización. Se verá ahora qué margen de maniobra tienen para armar un peronismo competitivo alejado de Cristina.

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