Desde la Dirección de Ambiente y Desarrollo Sustentable se invita a realizar acciones que beneficien el ambiente y reduzcan la generación de Gases de Efecto Invernadero.
El 28 de enero se celebra el Día Mundial de la Acción Frente al Calentamiento Terrestre.
Esta fecha tiene como objetivo concientizar sobre las consecuencias que representa una emisión desmedida de Gases de Efecto Invernadero a la atmósfera.
Muchas de las actividades que realizamos hoy en día, como la quema de combustibles fósiles para generar energía, la deforestación o desmonte, el uso desmedido de químicos en el campo, la producción de residuos, entre otras, aumenta la generación de ciertos gases que tienen la capacidad de retener calor en la atmósfera. Estos gases, denominados Gases de Efecto Invernadero (dentro de los cuales podemos mencionar el dióxido de carbono, metano, óxidos nitrosos y clorofluorocarbonos, entre otros) provocan lo que se denomina Calentamiento Global, un fenómeno que está haciendo que la temperatura de la Tierra aumente aceleradamente, a tal grado que afecta ya la vida en el planeta.
Algunas de las consecuencias producto del Calentamiento Global son el aumento del nivel del mar, olas de calor, sequías y tormentas más intensas, cambios en el ciclo de vida o directamente la desaparición de especies de animales y vegetales, entre otras.
Los datos actuales marcan que aproximadamente el 19% de las emisiones de estos gases tienen origen doméstico, por ello es necesario que cada uno de nosotros tomemos conciencia de ello y llevemos a cabo acciones para reducirlas.
Desde la Dirección de Ambiente y Desarrollo Sustentable te invitamos a realizar acciones que beneficien el ambiente y reduzcan la generación de Gases de Efecto Invernadero, como:
– Disminuir el consumo energético de nuestros hogares y fomentar la eficiencia energética, utilizando electrodomésticos de clase A o A+, focos de bajo consumo, apagando todos los equipos que no utilicemos evitando el stand by (aparato conectado a la red eléctrica en reposo, a la espera de su activación).
– Apostar por medios de transporte más sostenibles, usando la bicicleta o caminando.
– Ser consumidores responsables, cuestionando si realmente necesito lo que estoy a punto de comprar, averiguando sus impactos en el ambiente y priorizando marcas sostenibles, evitando los productos de un solo uno (como vasos, botellas, bombillas o cubiertos de plástico)
– Ahorrar agua acortando las duchas, reutilizando el agua todo lo que se pueda, cerrando la canilla mientras me lavo los dientes, entre otras acciones.
– Compostar y reciclar para disminuir la basura que va a parar a disposición final. A pesar de que como personas individuales no parece que la solución sea posible, un cambio colectivo generaría un impacto beneficioso a esta problemática de gran magnitud.
Como dijo Eduardo Galeano, mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, pueden cambiar el mundo.