La conducción nacional mantendrá una reunión virtual en la que, en el fondo, se definirá cómo será la relación con el Gobierno. Macri y Patricia Bullrich rechazan apoyar al juez como jefe de los fiscales. Los moderados de la coalición negocian en secreto con funcionarios nacionales
La conducción nacional de Juntos por el Cambio decidirá esta mañana mucho más que su postura sobre la designación del Procurador General. Está en juego, sobre todo, la estrategia de la principal fuerza opositora ante la Casa Rosada, un punto que ya está en discusión entre sus principales dirigentes, pero que adquiere más relevancia porque lo que se defina también incidirá en la grieta que se abrió Alberto Fernández y Cristina Kirchner por sus diferencias respecto de la gestión gubernamental.
“La decisión se tomará en su tiempo. Ahora no hay nada que discutir en off”, dijo al borde del enojo a Infobae un miembro del ala dura de Juntos por el Cambio para negarse a responder qué postura llevaría este sector al zoom que comenzará a las 9.30. Es que Mauricio Macri y Patricia Bullrich parecen haber quedado en minoría: rechazan la candidatura de Daniel Rafecas como procurador y creen que la oposición no debe inmiscuirse en un tema que debería resolver primero el oficialismo.
De por sí, la figura de Rafecas es impulsada por el Presidente, aunque desde que elevó su pliego al Senado, el 12 de marzo, no emitió ninguna señal explícita de que ratificara su decisión. Y, para colmo, la que sí está dando señales, pero en sentido contrario, es la vicepresidenta, que no oculta que prefiere alguien que le resulte más confiable al frente de la Procuración y que incluso quiere modificar la mayoría especial de dos tercios por una mayoría absoluta para designarlo y permitir así que se pueda elegir con el voto de la mitad más uno de los senadores del pleno.
En sintonía con Alberto Fernández, hay una fracción de Juntos por el Cambio que busca apoyar a Rafecas como un “mal menor” ante la posibilidad de que Cristina Kirchner consiga imponer a un talibán como jefe de los fiscales. Allí se ubica el ala moderada de la coalición, liderada por Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal, a la que se sumó Elisa Carrió, que agitó más todavía el clima interno cuando planteó la necesidad de darle los votos a Rafecas y, en forma simultánea, opinó que “Macri ya fue”.
La foto del jefe de Gobierno porteño y la ex gobernadora bonaerense en la chacra de la fundadora de la Coalición Cívica en Exaltación de la Cruz simbolizó la consolidación de un polo de poder que le disputará el liderazgo a Macri. Por eso la definición sobre Rafecas es un test que servirá para medir el real grado de tensión interna que existe en la coalición opositora.
Aun así, desde uno y otro sector descartan la posibilidad de una ruptura e insisten en que esta mañana terminarán unificando sus posturas sobre la designación del Procurador. “Tenemos miradas distintas, pero los ojos puestos en la unidad”, advirtió con aire poético un dirigente que le restó importancia a las diferencias internas y destacó la importancia de poder debatir estas cuestiones.
Un guiño hacia el diálogo con el oficialismo se dio en las últimas horas en el Senado con la decisión de los legisladores de Juntos por el Cambio de acompañar a sus colegas del Frente de Todos para votar la semana próxima el presupuesto 2021.
Pero la dirigencia opositora está convencida de que el primer paso para resolver el dilema Rafecas lo tiene que dar el Presidente. “Que explicite su ratificación al candidato que supuestamente quiere”, desafió un referente de JxC. Justamente ese punto es uno de los que se está analizando en los contactos reservados entre el Gobierno y algunos miembros del ala moderada de la coalición (como Rodríguez Larreta y el gobernador de Jujuy, el radical Gerardo Morales), que podrían destrabar la elección del Procurador y abrir las puertas para acordar otros temas.
Para Carrió y sus socios de la alianza interna que surgió de Exaltación de la Cruz, la oposición debería respaldar a Alberto Fernández para poder frenar la ofensiva de Cristina Kirchner, que quedó en evidencia con la carta pública difundida la semana pasada. Los duros de Juntos por el Cambio, al revés, están seguros de que el Presidente no está dispuesto a dar ninguna batalla contra su jefa política para recuperar el control de la acción de gobierno y que negociar con el oficialismo sin fijar condiciones estrictas para el diálogo es rendirse ante la lógica que impone el dispositivo kirchnerista.
Unos y otros participarán del zoom para debatir y tratar de llegar a una postura consensuada respecto de Rafecas. Aunque el telón de fondo de las deliberaciones será la definición de la estrategia opositora y, más precisamente, quién ejerce el liderazgo en este espacio. Macri da muestras de que no resignará su predicamento. Y Rodríguez Larreta, tampoco. Preocupada por la posibilidad de que una radicalización del Gobierno desemboque en hechos de violencia, Carrió se inclinó hacia el lado de los moderados. Y, en el medio, la UCR no descarta respaldar a Rafecas, pero insiste como un mantra que la decisión de Juntos por el Cambio “será colectiva”. (Fuente: Infobae)