Los técnicos del organismo temen más presión sobre el tipo de cambio y sobre los precios si no se actúa preventivamente. El futuro del programa monetario es un tema clave en las reuniones con Economía y el BCRA
El complejo equilibrio del mercado monetario ocupa por estos días la agenda central de las reuniones que los técnicos del Fondo Monetario Internacional (FMI) mantienen con funcionarios del Ministerio de Economía y del Central. El diagnóstico que hacen en el FMI es que la economía aún tiene un significativo exceso de pesos, luego de la emisión monetaria récord para hacer frente a los impactos de la pandemia en las empresas y en los ingresos de la gente.
Más allá de las discusiones para cerrar un nuevo programa a largo plazo, las miradas están puestas sobre todo en las urgencias. Y allí aparece la necesidad de evitar nuevas crisis cambiarias como la de octubre. Pero el escenario aún es altamente riesgoso, ya que a la expansión de casi 1,7 billones de pesos de los últimos meses se suma lo que habrá que financiar hasta fin de año. Serían no menos de $ 300.000 millones. La decisión de no habilitar un nuevo tramo del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) busca morigerar el déficit fiscal en la última parte del 2020.
La “solución” que encontró el equipo económico para minimizar la emisión de pesos por parte del BCRA tampoco es del agrado del Fondo. Se trata de la millonaria emisión de bonos dolarizados, ya sea ajustados al tipo de cambio o directamente en dólares como sucedió en la última semana. Los técnicos del organismo consideran que se trata de una opción “no sustentable” y además muy cara. Por otra parte, el Gobierno ya encontró fuertes límites para colocar deuda en moneda local, aún con tasa de interés variable.
El Tesoro había cancelado a fin de octubre $ 101.000 millones al Central en concepto de adelantos transitorios. Ahora el BCRA le giró $ 30.000 millones por distribución de utilidades, es decir que se volvió a abrir la canilla de la emisión monetaria
La financiación del Tesoro a través de la emisión de deuda en el mercado tampoco es suficiente para prescindir del BCRA. Ayer la autoridad monetaria le giró $ 30.000 millones al tesoro en concepto de “distribución de utilidades”. Economía había dejado trascender que el Central dejaría de enviar adelantos transitorios al Tesoro hasta fin de año, pero igual dejó abierta para el giro de utilidades como sucedió ayer. Ambas opciones siguen siendo emisión monetaria. A fines del mes pasado, el Tesoro le devolvió $ 101.000 millones de adelantos transitorios al BCRA, luego de una millonaria colocación de bonos ajustados por tipo de cambio.
Tanto el repunte del dólar libre en las últimas dos jornadas como la suba de la inflación al 3,8% en octubre reflejan al menos en parte los efectos de ese exceso de dinero que le preocupa al FMI.
El BCRA también reaccionó ayer subiendo la tasa de interés mínima que deben pagar los plazos fijos bancarios desde el 34% al 37% anual. De esta forma, se busca reaccionar ante el último incremento de la inflación y para tratar de darle más incentivo a los inversores para que se queden en pesos.
En las discusiones de los próximos días con el Fondo se explorarán opciones para retirar más pesos del mercado y evitar nuevas presiones sobre el tipo de cambio. Pero también se analizará la marcha del cepo cambiario y la necesidad de suavizar las restricciones cambiarias.
La número uno del organismo, Kristalina Georgieva, ya había manifestado su preocupación por la elevada brecha cambiaria y la suba del dólar en el mercado informal. Por lo tanto, será uno de los temas que se abordará en las negociaciones.
El Gobierno se viene resistiendo a una devaluación, a pesar de que la distancia con el dólar libre supera el 100%. Esa diferencia no parece que esté cerca de ceder en el corto plazo. (Fuente: Infobae)