Los hijos no reconocidos, las peleas con sus parejas, su adicción por las drogas y también enfrentamientos con la prensa.
El astro futbolístico Diego Armando Maradona, ídolo máximo de la Selección argentina, vivió una vida en la que fue protagonista de una serie de escándalos que se hicieron públicos y que van desde hijos no reconocidos, peleas con sus parejas, su adicción por las drogas y también enfrentamientos con la prensa.
Uno de las primeras polémicas protagonizadas por quien era el actual entrenador de Gimnasia y Esgrima La Plata, se conoció en el año 1992, cuando un juez italiano dictaminó que era el padre de Diego Jr y que tenía que llevar su apellido y pagarle 4 mil dólares mensuales.
Maradona, que en ese momento estaba casado con Claudia Villafañe, nunca quiso reconocer al hijo de la italiana Cristina Sinagra, nacido en 1986 en Nápoles, hasta el año 2016, cuando definitivamente lo reconoció y se encontró con él públicamente.
Ese mismo año, “Pelusa”, como era conocido el astro, también reconoció en público a su hija Jana, quien nació de una relación que tuvo con Valeria Sabalain. Jana había nacido en 1995 y fue reconocida legalmente en 2008, luego de la intervención de un tribunal. Actualmente Maradona se encontraba en proceso de reconocer a otros tres hijos nacidos en Cuba, fruto de cuando él estuvo en ese país tratando sus adicciones, entre los años 2000 y 2005.
n 1996 un allanamiento en la casa del ex manager de Maradona, Guillermo Coppola, destapó un escándalo por las drogas, tras el hallazgo de unos 40,74 gramos de cocaína dentro de un jarrón. Coppola pasó 97 días preso, por presunta organización narco, y se sospechaba que él era el líder, pero luego recuperó su libertad y el caso terminó siendo anulado.
Coppola fue representante del Diez durante 15 años y tras eso se distanciaron por un escándalo judicial, luego de que Maradona lo denunciara por robarle dinero. Pero tras la primera audiencia de conciliación, Diego levantó los cargos, y no se volvieron a ver hasta la muerte del padre de Maradona, ocurrida en junio de 2015.
Uno de los primeros problemas que Maradona tuvo con la prensa data de febrero de 1994, cuando agredió con un rifle de aire comprimido a un grupo de periodistas y fotógrafos que lo esperaban en las afueras de su casa en Buenos Aires. Por este episodio fue condenado a dos años de prisión en suspenso y tuvo que indemnizar a los periodistas y fotógrafos agredidos.
En mayo de 2013, agredió con piedras a un grupo de periodistas que querían hablar con él, en el momento en el que arribó al aeropuerto de Ezeiza tras permanecer cinco meses en el exterior. Al año siguiente le tiró una cachetada a un periodista y le dijo: “Qué te pasa, bobo. ¿Por qué te metes con mi mujer si yo con vos no me meto?”. Aparentemente, el reportero le habría guiñado el ojo a su entonces pareja Verónica Ojeda.
Uno de los escándalos de violencia de género que protagonizó la estrella del fútbol fue en octubre de 2014 cuando se viralizó un video en el que se escucha a su pareja de ese momento, Rocío Oliva, que le pide que se detenga: “Pará, Diego, dejá de pegar”.
Otra polémica con su ex pareja Claudia Villafañe se conoció en 2017, cuando Diego la acusó de “ladrona” y la demandó por supuestos manejos ilegales en la división de bienes tras su divorcio y por haberse quedado con camisetas de fútbol que le pertenecían.
En ese momento, el ex futbolista escribió en su cuenta en Instagram: “Cuando denuncié la corrupción en la FIFA, todos decían que estaba loco. Pero el tiempo me dio la razón a mí, como me la va a dar con la ladrona de Villafañe”.
En su defensa, Villafañe aseguró que “los problemas empezaron cuando se hizo público que estoy en pareja”. En 2018, el Diez no asistió al casamiento de su hija Dalma porque jugaba Al Fujairah, el club que dirigía en ese momento.
“El casamiento de mi hija Dalma lo pagué yo, de punta a punta. No sé por qué se arma todo este candombe porque yo lo hablé con Dalma y le dije que si podía, iba. Pero justo nos jugamos la vida con 30 familias de las que nadie habló”, dijo Diego, al intentar explicar porque no estuvo presente en la boda. (DIB)