Leo, como muchos le decíamos, era un tipo noble, campechano y que por su carácter y actitud amigable, se ganaba el cariño de todos. Un verdadero “laburante”, que formó pareja con Marisa Hotz (habían cumplido 40 años de casados), y juntos tuvieron a Nicolás, su hijo que junto a Andrea le dieron dos hermosos nietitos: Maia y Bastian, que eran su locura.
Leo, sin dudas, fue de esas personas que no pasan desapercibidas por esta vida. Y que aunque uno lo conociera de manera casual, desarrollaba un sentimiento afectuoso hacia su persona.
Lamentablemente, la vida misma, muchas veces se lleva a los “buenos”, y es terriblemente injusta. Leo sufrió un accidente, que pudo ser solo eso. Cayó de una escalera, pero con tanta mala suerte, que recibió golpes con derivaciones que se terminaron llevando su vida.
Así, quiero de esta humilde manera, darle mi último adiós. Y acompañar a la querida familia Hotz. Una familia que es parte del corazón de Chascomús, y que cuenta con el cariño y afecto de toda la comunidad.
Por eso, les envío un gran abrazo en el corazón a su señora, la querida Marisa. A su hijo, Nicolás y su nuera Andrea y sus nietitos, Maia y Bastian. A sus suegros quienes lo sentían otro hijo: Juan Hotz y Chabella Apolonio. A sus cuñados, y señoras: Daniel ; Juan Carlos y Patricia; Marcelo y Chiqui. Sus Sobrinos: Gabriel, Valeria; Sofía, Martín, Javier, Luis Hernán, Juan Ignacio.
Gente buena, noble y que no merecería estar pasando por esto. Les deseo fuerza y templanza para sobrellevar este dolor, sabiendo que con el amor y unidad que hay en la familia Hotz, podrán lograrlo.
QEPD, Leo Rodríguez (1952-2020)
Alejandro Sosa
(Fuente La Revista Digital)