Chascomús tiene una obra recientemente premiada, una vivienda ubicada en country del otro lado de la laguna, y sus arquitectos, Mariana Giusti y Gabriel La Valle, también fueron destacados por su visión de esta ciudad.
Chascomús tiene una obra recientemente premiada, la Casa Mirador, que llama la atención de todo aquel que da la vuelta de la laguna.
Ahora, más allá de observación común, la vivienda proyectada y ejecutada por los arquitectos Mariana Giusti y Gabriel La Valle en Puerto Chascomús tuvo el reconocimiento del Colegio de Arquitectos de la Provincia (CAPBA) a fines del 2020, sumando a la admiración del vecino y del turista, la de los especialistas.
En entrevista con ANTI, los arquis de Estudio VAKUUM, docentes universitarios de la UBA, ligados por familia, amistades, estudio y trabajo a Chascomús, comentaron esta obra, brindando además su mirada sobre la ciudad que también resultó recientemente premiada por el CAPBA en el marco del Premio Estímulo 2020.
“Poder pensar la ciudad a partir de sus ecosistemas con el objetivo de construir territorios social y ambientalmente más justos”, resaltaron Giusti y La Valle, que además aportan al estudio del territorio chascomunense desde la investigación.
La obra
La Casa Mirador es una vivienda de descanso y reunión pensada para una pareja adulta mayor. Participamos en este encargo desde la elección del emplazamiento. Si bien desde un inicio bregamos por la adquisición de un terreno urbano los clientes sostuvieron la elección de un terreno de 30 x 60 metros frente a la Laguna de Chascomús en una urbanización cerrada, ello nos supuso enfrentamos a muchas preguntas sobre el cómo y el qué se debía proyectar.
Nos resultó muy impresionante ver el sitio sobre el que se implantaría la obra, un paisaje inmenso y a la vez artificial y desprovisto de la historia de su territorio. Por ello decidimos intervenir el vacío paisajísticamente a modo de operación pre-urbana, como forma de generar un entorno que ayude a definir la futura edificación, incorporando el paso del tiempo como variable proyectual y aportando el cobijo y los elementos a potenciar con el futuro proyecto.
La primera premisa para proyectar la vivienda dio continuidad a las primeras reflexiones sobre el territorio: la percepción de la anulación de su especificidad, de su condición de territorio fluvial, el humedal y los ciclos de inundación y sequía. De allí la decisión proyectual y constructiva de separar la casa del suelo generando también una cámara ventilada. La planta baja se eleva del suelo sobre una primera losa, bastante por encima de la cota mínima sugerida, contemplando posibles fluctuaciones del agua, y al mismo tiempo ampliando el campo de visión sobre la laguna y evitando grandes movimientos de suelo de impacto sobre el entorno natural. A su vez, la horizontalidad del paisaje pampeano impactó en la concepción de la volumetría y la geometría de la obra, se buscó potenciar tal condición con un desarrollo en única planta y tomando el ancho edificable total del lote mientras que la planta alta es destinada sólo a la contemplación del horizonte en toda su dimensión.
La segunda premisa consistió en dar prioridad a la existencia de una articulación entre el interior y el exterior a partir de múltiples y diversas interfases de uso y transición, esto se logró enmarcando el vacío circundante con diferentes espacios calibrados según las visuales, la orientación y el asoleamiento, los momentos del día y del año y su relación con cada actividad.
En términos de organización, la vivienda se compone de un sector cerrado y compacto al sur cuya envolvente pesada se extiende hacia el perímetro para el cobijo de los espacios privados (dormitorio, estudio y servicios) y otro sector abierto y permeable al norte para los espacios públicos (estar, comedor y cocina).
El retiro de las envolventes hacia el interior de la volumetría genera los múltiples espacios de transición buscados entre el afuera y el adentro (patios, galerías, semicubiertos). El resultado es una volumetría que se desmaterializa de sud-sudeste a nor-noroeste perdiendo gradualmente peso, opacidad y tectonicidad. A la envolvente cerrada del sector sur, suceden columnas y tabiques exentos en la zona central, y losas en voladizo combinadas con delgadas columnas metálicas compuestas en las galerías que se funden con el verde colonizador del exterior.
El lenguaje y la propuesta estructural supuso un trabajo artesanal y de aprendizaje mutuo y continuo con el equipo de trabajo local habituado a sistemas constructivos y resoluciones tradicionales. La plasticidad del hormigón, y la liviandad de los elementos estructurales metálicos conforman un sistema que desde lo estructural permite resolver una propuesta de masas íntegramente ligada a la idea de funcionamiento y forma de habitar propuesta.
La apariencia del hormigón, sólida y disciplinada, a la vez que imperfecta y plàstica, adopta diferentes acabados según el uso, ubicación o función. Las texturas lisas predominan en los cuerpos horizontales y expuestos (pisos y vigas) mientras que la rugosidad de la tabla en vertical u horizontal da forma a los cuerpos verticales (tabiques y columnas) y ofrece un marco cromático neutro en contraste con el verde y el colorido de sus habitantes. La madera es incorporada en el exterior a modo de acento, aportando calidez a cada una de las fachadas: como revestimiento de los servicios al sur, jerarquizando accesos, o como paneles para controlar el asoleamiento al oeste.
La piscina elevada se relaciona de forma directa con la galería principal de la vivienda, su borde infinito busca aportar a la lectura y percepción del paisaje mientras da contención a un estanque de especies acuáticas.
El espacio interior es comprendido como un todo continuo desprovisto de puertas (salvo en los baños, sala de máquinas y espacios de guardado que se encuentran concentrados en tres sectores, ocultos y desprovistos de herrajes). La flexibilidad y división de la planta se hace posible a partir de la existencia de paneles ocultos que se despliegan para separar la zona privada de la pública, o bien para compartimentar la zona privada según sea necesario (estudio y dormitorio).
En la terraza accesible desde la escalera de la galería oeste aprovechando la zonificación de los recintos que dejan las vigas invertidas se localizan: el mirador principal de la Laguna de Chascomús, un sector de techo verde con plantas nativas y leca que filtra las hojas evitando obstrucciones y aportando a la losa, junto al poliestireno expandido, buenas condiciones de aislación térmica. Luego, en los espacios exteriores se construyeron dos sectores de huerta buscando recuperar una historia de arraigo a la tierra: al oeste del terreno la huerta hortícola, en el lateral oeste de la vivienda y en vinculación directa con la cocina la huerta de aromáticas y finalmente un sector de frutales al este y al oeste.
Con el fin de obtener confort térmico, eficiencia energética y aprovechamiento de recursos, se analizaron los requerimientos locales y se determinaron pautas de diseño bioambiental para las que se aplicaron las siguientes estrategias: recuperación de aguas grises y negras, protección de vientos, recolección de agua de lluvia, cubierta verde con especies nativas, aislación térmica, protección solar en verano, ganancia directa en invierno y ventilación cruzada.
Los premios
Esta obra acaba de recibir el 1er Premio Obra Construida 2020 en la Categoría Vivienda unifamiliar aislada. Se trata de un concurso que lanza todos los años el Colegio de Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires (CAPBA), abierto a todos los profesionales matriculados con obras concluidas en los últimos 10 años en cualquier lugar de Argentina. Como enuncian sus bases son premiados “los proyectos arquitectónicos y urbanos que por su calidad se consideren un aporte al desarrollo de la profesión en todos sus campos de actuación y un aporte al patrimonio cultural de la provincia y de la nación; que promuevan buenas prácticas; y establezcan una conexión entre la arquitectura y el público en general”. Para nosotros ha sido muy gratificante por el esfuerzo que significó la ejecución de esta obra, y también resulta una caricia en este año tan paticular, de muchas dificultades y aprendizajes.
También fuimos distinguidos en el marco del Premio Estímulo 2020 “Vivienda y ciudad en cuarentena. Nuevos enfoques en la reflexión, diseño y producción de un nuevo hábitat”, el cual es organizado por el Instituto de Investigación, Desarrollo e Innovación I+DI+I del CAPBA“ y que tiene por objetivo general dar respuestas a demandas de la ciudad en trasformación, las necesidades de los municipios en su rol de gestores primarios del desarrollo urbano y de la sociedad toda”
Participamos dentro de la categoría “Intervención territorial” como colegiados del Distrito 1, con una muy agradable y respetuosa coordinación del Arq. Rubén Aprea que merece reconocimiento. El trabajo que presentamos obtuvo el segundo premio entre 32 presentaciones. Allí también se trabajó en el territorio chascomunense. Se partió de una reflexión crítica sobre cómo los municipios de menor escala planifican el crecimiento y desarrollo de sus territorios y sobre los tipos de modelos que se proponen a través de sus normativas. A través del marco teórico de las Soluciones basadas en la Naturaleza propusimos nuevos imaginarios para la ciudad y el municipio buscando introducir un nuevo paradigma en la forma en que pensamos los espacios que habitamos. Se busca poder pensar la ciudad a partir de sus ecosistemas con el objetivo de construir territorios social y ambientalmente más justos. Se trata de un premio que también nos ha brindado mucha alegría puesto que entendemos la investigación como un aporte vital para nuestra profesión en todas sus escalas, desde la planificación hasta la obra de arquitectura. Estamos convencidos que debemos poner ese pensamiento crítico al servicio de toda la comunidad.
Los arquis y Chascomús
Somos arquitectos egresados y docentes de la Universidad de Buenos Aires. Sentimos por la universidad pública y gratuita un profundo orgullo y respeto. Nos entusiasma la amplitud de nuestra disciplina, por ello nos gusta pensarnos como especialistas en nada. Cada nuevo encargo es un desafío, si bien trabajamos fundamentalmente en proyectos de arquitectura residencial unifamiliar y de escala media, hemos incursionado en otras ramas del diseño y el proyecto como el arte gráfico, la escenografía y el diseño de paisaje. Cada uno aporta al estudio desde su ámbito de especialización, participando también en proyectos de investigación en estudios urbanos y de preservación del patrimonio arquitectónico, urbano y territorial.
Nos une a Chascomús un cariño especial a partir de la presencia de familiares y amigos que se reafirma en el reconocimiento de un paisaje que admiramos y disfrutamos y que deseamos se pueda preservar. También una gran parte de nuestro ejercicio profesional, lo que nos ha llevado a pasar los últimos años viajando entre Chascomús y la CABA.
Actualmente estamos realizando una nueva obra de vivienda en el Barrio San José y también hemos estado aportando a la ciudad desde la investigación. En vísperas de la defensa de la tesis doctoral de Mariana, la cual toma como caso de estudio el
Partido de Chascomús, hemos generado en octubre del 2020 un vínculo entre el Municipio y la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires (FADU-UBA) en un proyecto llevado adelante por el Centro de Investigación de Espacios Costeros dentro de un Programa Interdisciplinario de la UBA llamado PIUBACC en el que también Mariana ha participado como especialista en estudios urbanos y que busca aportar a las gestiones municipales herramientas para la elaboración y seguimiento de un sistema de indicadores para la gestión local del cambio climático.
También a pesar de (o gracias a) la pandemia, invitados por el Arq. Juan Carlos Pignataro, hemos podido participar de algunos de los encuentros que la comisión de Arquitectura y Ciudad de la Delegación Chascomús llevó a cabo para la discusión, puesta en agenda y generación de una mirada colegiada de temas y problemáticas de la ciudad. Nos parece esta una gran iniciativa de la que esperamos poder seguir participando. Esta posibilidad que nos da Chascomús de poder trabajar en un mismo espacio a partir de una perspectiva multiescalar: lo territorial, la ciudad, el barrio, la vivienda nos entusiasma mucho como profesionales.
Mg. Arq. Mariana Giusti
Arquitecta por la FADU-UBA. Doctoranda en Urbanismo en la Facultad de Arquitectura Diseño y Urbanismo (FADU) de la Universidad de Buenos Aires (UBA) en régimen de cotutela con la Facultad de Geografía e Historia (FGH) de la Universidad de Sevilla (US). Máster Europeo en Estudios Urbanos (Eurmed). Magíster en Ordenación y Gestión del Desarrollo Territorial y Local (FGH-US). Especialista en Rehabilitación Arquitectónica y Urbana por la Universidad Técnica de Lisboa (UTL), Portugal. Becaria doctoral (2012/2017, IMHICIHU-CONICET). Docente de Proyecto Urbano y Arquitectónico (FADU-UBA). Desde 2011 participa en proyectos de investigación en la US, y proyectos PIP, PICT y UBACyT en Argentina. Ha publicado diversos capítulos en libros y artículos en revistas especializadas. Es fundadora del Estudio VAKUUM.
Mg. Arq. Gabriel La Valle
Gabriel La Valle. Arquitecto por la FADU-UBA. Máster Europeo en Diagnosis y Reparación de Edificios (Emdireb). Magíster en Peritación y Reparación de edificios por la Escuela Técnica Superior de Arquiterctura (ETSA) de la Universidad de Sevilla (US). Especialista en Conservación del Patrimonio Cultural Arquitectónico por la Universidad Mediterránea de Reggio Calabria (URC), Italia. Ex Asesor de la Comisión Nacional de Monumentos, Lugares y Bienes Históricos (2014-2015). Equipo Coordinador del Convenio FADU-Ministerio de Desarrollo Urbano del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires: “Inventario de edificios de valor patrimonial anteriores a 1941 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”. Docente de Proyecto Urbano y Arquitectónico (FADU-UBA). Es fundador del Estudio VAKUUM
Contacto:
Mail: estudiovakuum@gmail.com
Instagram: @estudio_vakuum
Fotografias: estudio vakuum y Lorena Marchetti @loremarchetti
(Fuente ANTI Noticias)