Deporte Amateur
Uno de los puntos que quedó poco claro en la presentación de la propuesta del productor de seguros de la empresa Mercantil Andina en el Consejo Directivo de la Liga Chascomunense de Fútbol, el pasado lunes en Deportivo Chascomús, fue la cobertura o no de la muerte súbita, aparentemente causa del fallecimiento del arquero de Las Mandarinas, Marcelo Illarra, el pleno partido liguista.
Es que por un lado, ante la consulta de EL SUPLENTE, el lobense Pablo Valderrama aseguró que en la propuesta en cuestión está contemplada la muerte súbita, siempre y cuando haya apto médico que por ejemplo incluye ergometría, la cual no figura en la ficha médica que hizo obligatoria la LCHF, como que se cumpla con la Ley 27.159, por la cual, según el productor, «debe haber en cancha médico, ambulancia y desfibrilador».
Ahora, en la cobertura formal que se repartió entre los presentes, que es la que se hizo en su momento a la Liga Lobense de Fútbol, el Anexo II se refiere a que el CFF puntualiza sobre muerte e incapacidad, pero no se especifica muerte súbita, sucediendo lo mismo con el Convenio Colectivo de Trabajo de Futbolistas Agremiados.
Con este panorama, Mercantil Andina señala: «No obstante, si resulta menester otorgar esa cobertura, ponemos a disposición la misma, contratable mediante recargo del 50% al presupuesto presentado ($5 por jugador por mes), sujeto a las siguientes condiciones: …hasta el límite de un acontecimiento anual por póliza….y requisitos…apto médico para el desempeño deportivo y referentes a patologías…y cumplimiento en todas sus partes a la Ley 27.159».
Más allá de tener que pagar un plus o no para tal cobertura, la realidad es que las fichas médicas liguistas no cumplen con todos los estudios que solicita aparentemente el seguro y tampoco con las obligaciones que según Valderrama impone la Ley para todo el deporte amateur, lo que verdaderamente la hace incumplible.
Ahora, uno de los delegados liguista, Oscar Cuello, de Social de Pila, refutó: «Tal Ley no habla ni de médico y ambulancia en cancha; pero sí de diferentes elementos a tener en el lugar, como por ejemplo el desfibrilador, además de un protocolo ante una emergencia y de tres personas idóneas: una para practicar RCP, otra para usar el desfibrilador y la tercera para llamar al servicio de urgencias»
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