La empresa estadounidense informó también que el ensayo generó menor inmunidad contra la variante sudafricana de coronavirus
La vacuna de Johnson & Johnson contra el coronavirus demostró un 85% de efectividad para la prevención de enfermedades graves y 66% efectiva para evitar que una persona desarrolle COVID-19 con síntomas leves, según los resultados del ensayo de fase 3. Los datos provienen de más de 44.000 voluntarios en los Estados Unidos, Sudáfrica y varios países de América Latina.
La empresa estadounidense, que fabricó la vacuna junto con Janssen Pharmaceuticals, está lista para solicitar a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) una autorización de uso de emergencia la próxima semana.
La agencia reguladora podría autorizar la vacuna a fines de febrero, y así se convertiría en la tercera contra la enfermedad de COVID-19 disponible en Estados Unidos, junto con Pfizer-BioNTech y Moderna.
Un equipo de científicos encargado de la fabricación del inoculante aseguró estar “eufórico” y “alegre” ante los resultados de la fase 3, según el medio estadounidense ABC News.
“Tenemos una sola inyección. Y ahora hemos producido datos que dicen que nuestra vacuna es altamente efectiva, 85% contra casos graves de COVID y 100% efectiva contra hospitalización o muerte”, declaró el Dr. Mathai Mammen, director global de Investigación y Desarrollo de Janssen, a la cadena estadounidense.
“Nuestro objetivo era producir una vacuna para el mundo, que sea de fácil uso, fácil distribución y que actúe en contra de la prevención de la forma de COVID-19 que le preocupa a la gente”, señaló Mammen, en referencia a una enfermedad que puede provocar graves enfermos en casa y la hospitalización o la muerte.
En un comunicado de prensa, Johnson & Johnson dijo que la vacuna también es segura. Los voluntarios experimentaron reacciones leves después de la inyección, y menos del 10% tuvo fiebre.
“Estamos encantados de ver que esta vacuna tiene una buena eficacia contra enfermedades leves y una eficacia sobresaliente contra enfermedades graves en todas las regiones geográficas estudiadas”, indicó el Dr. Dan Barouch del Centro Médico Beth Israel Deaconess, que colaboró con Johnson & Johnson en el desarrollo del ensayo.
El preparado de Johnson & Johnson se llevó a cabo en Estados Unidos, Sudáfrica y América Latina. El experimento clínico masivo en el que participaron más de 44.000 voluntarios se realizó en países donde luego surgirían nuevas variantes del coronavirus, a menudo reemplazando las versiones anteriores.
Sudáfrica, en particular, alberga una variante que parece no solo más transmisible, sino que también aparentemente puede mitigar el efecto de otras vacunas existentes. Mientras tanto, América Latina presenta una cepa brasileña más transmisible que comparte algunas de las mismas mutaciones.
“Es una pandemia mucho más compleja ahora que hace meses”, dijo Barouch.
En el ensayo, la vacuna Johnson & Johnson fue 72% efectiva en los EE.UU, 66% en América Latina y 57% en Sudáfrica.
Mamment dijo que la compañía es “muy afortunada” de haber elegido Sudáfrica como uno de los países para realizar el ensayo, porque les dio la oportunidad de demostrar que su vacuna funciona incluso contra una variante que algún día podría convertirse en dominante.
En el ensayo, la vacuna de Johnson & Johnson demostró ser aproximadamente un 66% efectiva para evitar que una persona desarrolle COVID-19 con síntomas leves. Pero fue 85% efectiva para prevenir enfermedades graves que podrían hospitalizar a una persona.
La compañía informó que podrían entregar 100 millones de dosis a los Estados Unidos para junio si la FDA da luz verde al ensayo. (Fuente: Infobae)