Así lo señala un informe realizado por el especialista en mercados granarios Carlos Etchepare. En el mismo lapso, el valor de las cosechas ascendieron a más de USD 630.000 millones y el ingreso de divisas, a USD 470.000 millones.
Los ecos de las acusaciones del Gobierno nacional al sector agropecuario responsabilizándolo por la suba de los precios de los alimentos en el mercado interno como consecuencia del incremento de los valores internacionales de los commodities, siguen retumbando en el campo.
Junto con la acusación de ser responsable en la inflación de los alimentos, el mandatario también apuntó al sector respecto a la necesidad de que “entiendan que son parte de la Argentina”, según consta en el reportaje publicado por Página 12 hace más de una semana. Sin embargo, Fernández parece obviar en sus palabras que solamente la parte de producción de granos del campo aportó en concepto de retenciones casi USD 120.000 millones en 20 años y permitió el ingreso de divisas por USD 470.000 millones.
Así se desprende de un trabajo realizado por el analista y especialista en el sector agropecuario, Carlos Etchepare, en el cual calcula las principales cifras del sector de 2001 hasta el año pasado, teniendo en cuenta la producción, el valor de la cosecha, las exportaciones, el ingreso de divisas y el pago de retenciones, entre otros aspectos.
En diálogo con Infobae, el especialista indicó que “a partir de las declaraciones de Alberto Fernández en la cual expresó que el campo tiene que ser más socio de la sociedad, entendiendo que son parte de ella. Entonces, se me ocurrió hacer esto para demostrar toda la plata que pusieron a la sociedad, cosa que no hizo ningún sector”.
Según los números publicados por Etchepare, entre la campaña agrícola 2001/2002 y la 2019/2020, el sector produjo 1.982 millones de toneladas de granos, de las cuales 1.480 millones se exportaron. Si se toma en cuenta un valor FOB promedio de USD 319 la tonelada, el valor de la producción asciende hasta los USD 632.253 millones.
Ahora bien, teniendo en cuenta ese total, USD 472.120 millones fueron divisas que ingresaron en el país a través de la exportación, mientras que en el mercado interno el consumo fue calculado en USD 160.138 millones. Así, teniendo en cuenta retenciones en un 25% en promedio durante todos estos años, la recaudación del Estado nacional por retenciones alcanzó la astronómica cifra de USD 118.030 millones.
Transferencias
Sin embargo, Etchepare repara en que las retenciones, (a las que se deben sumar los otros impuestos nacionales, provinciales y municipales para tener un cálculo más aproximado al total aportado por el sector) no es el único “aporte” directo que el campo realiza a la sociedad, sino que también hay que tener en cuenta las transferencias que se realizaron en el lapso determinado al consumo a través de los derechos de exportación, como así también, a partir de los cupos de exportación que fueron utilizados durante gran parte de los gobiernos kirchneristas. Así, el aporte directo de los productores al país durante estos últimos 20 años llegaría a superar los USD 170.065 millones.
La transferencia más importante se realizó al consumo, por unos USD 40.035 millones, aunque ésta “casi nunca llegó al consumidor final”. En este sentido, Etchepare explicó que “los derechos de exportación en la mercadería que tiene como destino el mercado interno también se cobran y esa plata no se le paga al fisco, sino que, en teoría debería llegarnos a los consumidores. Pero eso es lo que dicen los libros, porque esa plata nunca nos llega y queda en la cadena. No se pagó más barato el pan porque hubo derechos de exportación”.
En este sentido, detalló que “en ese desacople, la teoría debería decir que si existe un derecho de exportación, automáticamente tiene que bajar el precio. Pero se le pone el límite a la materia prima solamente, todo lo que carga sobre eso hace que termine no funcionando. La incidencia del trigo en el pan era del 11% y se le ponía un límite solo a esa parte, pero no al restante 89%”.
Por otro lado, aparece la “transferencia por cupos de exportación”. O sea, la transferencia de recursos principalmente a la industria exportadora que realizó el campo por el diferencial de precios a la que vendía su producción y la que, cuando se habilitaba, se exportaba. Esto se dio principalmente durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner a través de un mecanismo conocido como ROE.
“Cuando se dice que Argentina prohibió las exportaciones, no fue así. Técnicamente, lo que ocurría era que el exportador compraba la mercadería y el Gobierno le decía que no se podía exportar trigo, pero no le decía al exportador que no podía comprar en el mercado interno. Con una producción de 15 millones de toneladas, como supo haber, y con las exportaciones cerradas, todo el mundo sabía que en algún momento iban a abrirlas, pero no cuándo lo haría”, señaló Etchepare.
Y agregó: “Entonces, el exportador compraba a un precio muy bajo y cuando ya se vendía toda la cosecha, el Gobierno abría las exportaciones y el exportador, que había comprado barato, vendía a precio internacional, quedándose con la diferencia, estimada en USD 12.000 millones”.
Por último, para el analista la aplicación de estos mecanismos bajo “el argumento de ‘la mesa de los argentinos’ es para el show. La realidad es que es para la recaudación”. Y concluyó que “si se toman los USD 170.000 millones de aportes directos de los productores y se los compara con los USD 630.000 millones del valor de la producción, da que el campo le entregó al Estado 1 de cada 4 cosechas”.
(Fuente: Infobae)