Infobae comparó el ritmo de crecimientos de contagios con el avance de lo que fue la primera ola en 2020. Los números que activaron las alertas y el lento avance de la vacunación
Los más de 16.000 casos de coronavirus registrados el miércoles hicieron saltar todas las alarmas. Al punto que el presidente Alberto Fernández y el jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta decidieron dejar de lado la disputa política y los reclamos por los fondos de la coparticipación para verse las caras mañana sábado en Olivos. De esa cifra, 8.063 fueron de la provincia de Buenos Aires y 1.707 de la Ciudad de Buenos Aires, los dos distritos que lideran la escalada de casos de las últimas tres semanas, con epicentro en la región metropolitana de AMBA, y los que más preocupan al Gobierno nacional. Ayer los números fueron ligeramente inferiores, con 14.430 nuevos contagios en las últimas 24 horas, pero igualmente muy por encima de los cifras de las dos semanas anteriores. PBA registró 7.087 y CABA 1576.
De las cifras analizadas por la Unidad de Datos de Infobae se desprende que en los últimos 19 días, la suba del promedio semanal de nuevos casos por día fue del 88%. Este ritmo de crecimiento contrasta con la velocidad del ritmo de vacunación, que depende de la fabricación y disponibilidad de vacunas de los laboratorios y gobiernos con los que el Gobierno hizo acuerdos de compra. El Ejecutivo Nacional acrecentó las gestiones para apurar la llegada de más vacunas ante una segunda ola que, según las autoridades y expertos, ya está comenzado en el país. Ayer arribaron un millón de dosis de Sinopharm provenientes de China, que forman parte de los 3 millones que ya pagó el Ministerio de Salud, y hoy aterrizan en Ezeiza otras 500.000 de Sputnik V embarcadas en Rusia.
Si bien tanto la administración nacional, bonaerense y porteña consideran que el escenario es distinto con respecto al año pasado, por un sistema de salud ya instalado y un mayor conocimiento de cómo se propaga el virus, la velocidad en el aumento de casos preocupa a las autoridades en todos los niveles. A eso se suma el hartazgo social después de una cuarentena de casi un año, el relajamiento en las medidas de prevención y el incipiente aumento en la ocupación de camas de terapia intensiva.
A esto se suma que la necesaria cooperación política para hacer frente a la segunda ola y acelerar la vacunación en todos los distritos, dejando de lado mezquindades partidarias, estará teñida por la proximidad de unas elecciones en las que Alberto Fernández se juega su futuro, y la coalición gobernante el equilibrio entre sus distintos sectores.
Primera ola versus segunda
Infobae comparó el ritmo de crecimiento de los contagios de las últimas dos semanas con el avance de lo que fue la primera ola en 2020. La primera ola tuvo un tímido comienzo el 3 de marzo del año pasado, cuando se registró el primer caso.
El pico de la primera ola fue el 21 de octubre pasado, cuando se registraron 18.326 casos en un solo día. En ese momento el promedio diario para siete días era de 15.051 nuevos casos por día, no muy lejos de los 16.056 registrados el miércoles. Se toma el promedio de una semana porque puede haber variaciones más marcadas entre un día u otro por demoras en la carga y, además, usualmente hay menos casos informados los fines de semana.
A partir de ese momento, la cantidad de contagios comenzó a descender, llegando a su punto más bajo el 10 de diciembre, cuando el promedio para esa semana midió 4.926 nuevos casos por día.
Tras las reuniones de las Fiestas y la movilización por las vacaciones, comenzó el rebrote del verano y un nuevo pico se alcanzó el 11 de enero con un promedio para siete días de 11.712 nuevos casos por día. De ahí en más, comenzó una baja, hasta el 21 de febrero en el que el promedio de nuevos casos diarios descendió a 5.505.
Desde la tercera semana de febrero en adelante, los contagios volvieron a subir, al principio lentamente, en lo que parecía una meseta alta, pero relativamente estable. Pero el 13 de marzo comienza un aumento sostenido de casos. Ese día, el promedio de nuevos casos alcanzaba los 6.473 nuevos contagios por día, y ayer tuvimos en promedio 12.162 casos diarios.
En 2020, a la primera ola le tomó siete meses en alcanzar su pico. A este ritmo, este año podríamos llegar a los mismos valores del pico de 2020 para principios de mayo, y de ahí en más, superar ampliamente los nuevos contagios diarios sin que se pueda inferir con demasiada certeza cuál será el nuevo pico.
A lo largo de la pandemia la distribución geográfica de los contagios ha cambiado. En el pico de la primera ola, el 21 de octubre pasado, PBA y CABA concentraban el 32% de los nuevos casos diarios y el resto del país el 68%.
Para fines de noviembre, sólo el 30% de los contagios diarios se concentraban entre la provincia de Buenos Aires y la Ciudad, y los demás en el resto del país.
Hoy, estas dos jurisdicciones están peor que en el pico de la pandemia ya que, con los números de ayer, el 60% de los nuevos casos diarios se acumulan entre PBA y CABA, mientras que el 40% restante se registra en el resto del país.
Camas UTI: meseta alta
En plena primera ola, las camas de terapia intensiva (UTI) llegaron a su pico de ocupación a nivel nacional el 29 de octubre, con el 65% de las camas ocupadas, incluyendo sector público y privado. Bastante antes, el 1 de septiembre, en AMBA ese valor llegó al 69%.
En general, podría decirse que el sistema sanitario soportó bastante bien el primer impacto de la pandemia, ya que sólo se vieron colapsados hospitales en casos puntuales.
Para principios de enero, los porcentajes de ocupación de camas en terapia intensiva habían descendido por debajo del 60% en ambos casos, ubicándose en los valores de agosto (53%).
Ahora se observa una meseta alta. En Nación, para todas las patologías, incluyendo al sector público y privado, están ocupadas el 56% de las camas UTI y en el AMBA 62%.
Al día de hoy, con relación a las camas UTI totales en todo el país, sólo el 32% están ocupadas con pacientes COVID-19. Según el último parte del Ministerio de Salud hay 3.639 pacientes contagiados ocupando una cama en terapia intensiva.
Solo 2 de cada 100 casos activos (que cursan la enfermedad con síntomas) requieren de cuidados intensivos. En los momentos más duros de la primera ola, necesitaban una cama de terapia 3 de cada 100 infectados.
La evolución en la ocupación de camas en terapia intensiva dependerá en buena medida, de la edad de los futuros contagios, ya que los adultos mayores, -así como los más jóvenes con enfermedades prevalentes-, son los que probablemente ocupen más camas en el futuro no tan lejano.
Vacunación a paso lento
A la Argentina llegaron 6.768.540 dosis de vacunas, de las 56.591.000 anunciadas por el gobierno. Es el 12% de lo que se prometió.
Al día de ayer, se distribuyeron 5.211.545 dosis en las 24 provincias, respetando la distribución poblacional. Del total de distribuidas, se aplicaron 3.412.842 primeras dosis, que alcanzó al 8% de la población nacional.
De segundas dosis, se utilizaron 682.423, por lo que solo el 1,5% de los habitantes tiene el esquema vacunatorio completo.
A nivel nacional ya se aplicó el 79% de las vacunas distribuidas. De las aplicadas, 45% tuvieron como destinatarios a mayores de 60 años. Considerando que hay en Argentina 7.279.394 habitantes que superan esa edad, y ya se vacunaron con al menos una dosis 1.832.879, hasta ahora solo está inmunizada el 25 de la población de ese segmento etario.
Del análisis de datos desde el inicio de la pandemia surge que la mayor cantidad de contagios no se da en los ancianos, sino en la población que va de los 30 a los 59 años. Por el contrario, las muertes son prominentemente más altas en los mayores de 60.
Queda un stock en las provincias 1.116.280 dosis pendientes de ser usadas, el 21% de las total enviadas por el Ministerio de Salud de Nación. Y aún quedan sin distribuir 1.556.995 dosis, incluido el millón de dosis de Sinopharm, que llegó anoche de China, el 23% de las arribadas al país.
Testeos que crecen poco
Mientras la vacunación va a paso lento, los testeos crecen aunque no como deberían. En la primera quincena de marzo, el promedio de nuevos testeos diarios fue de 39.727 y en la última quincena de 52.762. Es un aumento del 33%, pero la base era bastante baja y se requeriría una política más agresiva de testeo y aislamiento.
Argentina tiene 196.837 test por cada millón de habitantes, mientras que Uruguay, por ejemplo, tiene 394.044, casi el doble.
Cómo se procesó la información
La Unidad de Datos de Infobae monitorea diariamente distintas fuentes de información. A nivel nacional, el Ministerio de Salud, y a nivel mundial, el repositorio de la Universidad Johns Hopkins y de Worldometers.
Para visualizar y descargar la hoja de cálculo con los datos de contagios, fallecidos y distintos indicadores, en diferentes pestañas, siga este enlace.
Visualizaciones interactivas: Daniela Czibener