El canciller argentino, Felipe Solá, indicó que la Argentina se rige sobre el tema Venezuela de acuerdo a lo que dice la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, y aseguró que hubo un «doble juego» entre las principales potencias mundiales en torno a la vacuna para el coronavirus.
«(Sobre Venezuela) Nosotros nos regimos por qué dice la Alta Comisionada de Derechos Humanos, Michelle Bachelet. No porque es Michelle Bachelet, sino porque es la Alta Comisionada de Derechos Humanos de Naciones Unidas», explicó Solá en declaraciones televisivas.
En ese sentido, añadió: «No queremos tener doble vara: si dicen en este país ha habido violación de derechos y hay que votar Si o No, vamos a votar por lo que diga ella. También denunciamos los bloqueos y denunciamos las sanciones personales, pero sobre todo los bloqueos porque empeoran la situación».
Solá consideró que en Venezuela «hay una posibilidad de que haya un Consejo Electoral donde sobre cinco haya dos que sean independientes y ahí pueda empezar» a abrirse.
«Si la oposición no va a elecciones en Venezuela, se va a alejar cada vez más del pueblo. Y es exactamente lo que le conviene al gobierno de Maduro: que no vayan. Y el gobierno de Maduro va a empezar a llenar todos los casilleros de todas las provincias, de todas las alcaldías», sostuvo.
Por último, se refirió a los distintos conflictos que atraviesa el Mercosur, en donde «hay una exigencia de Uruguay y Brasil unidos sobre dos cuestiones».
«Una es bajar el muro externo del Mercosur, que es el arancel externo común que no es parejo, que es distinto −y llega hasta el 35 y en otros casos es mucho más bajo−, bajarlo de golpe y llevarlo al 10% ahora y bajarlo otro 10% antes de fin de año. Después hay otra discusión, que la plantea con mucha más fuerza Uruguay pero también la plantea Brasil y lo dicen abiertamente, que va contra el artículo 1 del Tratado de Asunción, que es que cada país pueda negociar libremente un acuerdo con otro país», resumió el ex gobernador bonaerense.
«Lo que hicieron Brasil y Uruguay es transformar la excepción en norma. Paraguay tuvo una actitud de apoyar a Argentina en que no se pudiera negociar independientemente y esto termina bien, con una negociación, o termina mal», indicó y explicó: «Terminar mal significaría que aunque nadie se atrevería romper formalmente el Mercosur pero tomaría las medidas unilateralmente».