Ailén Florencia Actis era estudiante de Derecho en la Universidad Nacional de Lomas de Zamora. El 30 de abril la internaron por coronavirus, desarrolló una neumonía bilateral y murió el 19 de mayo en la Clínica IOMA de Temperley
No hay manera de explicar los números que produzca calma. La marca de los más de 75 mil muertos en el país es difícil de soslayar y más difícil aún cuando ese número deja de ser abstracto y se mira las historias de vida que hay detrás.
Y cada vez más, el número acumula nombres de personas jóvenes, sin enfermedades preexistentes… personas que de no ser por el COVID hoy estarían presentes. Es el caso de Ailén Florencia Actis, que el pasado 19 de mayo falleció tras 20 días de internación a causa del coronavirus.
Ailén tenía apenas 33 años, dos hijos, una pareja, una profesión como diseñadora gráfica y una carrera en estudio: Derecho, en la Universidad Nacional de Lomas de Zamora. La internaron el 30 de abril y todo eso quedó en suspenso. No pudo regresar nunca a la facultad, a su casa, a los brazos de sus hijos Tadeo y Charo (de 10 y 8 años), o junto a su marido, Oscar. Un golpe más de la pandemia, donde más duele.
“Con profunda tristeza informamos a la comunidad educativa el fallecimiento de la estudiante Ailén Actis. Enviamos un cálido abrazo y acompañamos a su padre Orlando Actis, docente de la Facultad, a su familia y seres queridos en este difícil momento”, posteó el mismo 19 de mayo a las 11 de la noche en Facebook la institución educativa en la que estudiaba Ailén para convertirse en abogada.
También la despidió el Club Atlético Lanús, en cuyo complejo educativo Ailén daba clases. “Con profundo dolor informamos el fallecimiento de Ailén Actis, quien fuera docente de nuestro Complejo Educativo. En el Instituto Primario y Secundario dictaba clases de Taller de Informática y Taller Multimedial. Acompañamos a sus seres queridos en este momento de pesar”, escribieron en las redes sociales.
“Es un momento de dolor tremendo”, dijo Mariano Actis, hermano de la joven, al medio La Unión de Lomas de Zamora. Fue él también quien confirmó que la internación comenzó el 30 de abril en la Clínica IOMA de Temperley. La enfermedad se complicó hasta devenir en una neumonía bilateral causada por el COVID.
Hasta el comienzo de la enfermedad, Ailén cursó materias en la Universidad. Se encontraba en los primeros años de la carrera. Dejó de asistir a las clases cuando fue internada. La decana de su facultad, María Fernanda Vázquez, contó que recibieron “muchos mensajes de aprecio de quienes la conocían bien”. Y contó que el padre de Ailén, Orlando Actis, es un reconocido docente de la facultad. “Es profesor de la asignatura Teoría General del Proceso y tanto él como su hijo son graduados de nuestra institución”, dijo.
“Estamos consternados por las pérdidas en nuestra comunidad académica que están afectando a nuestros estudiantes, trabajadores y docentes. Nos preocupa y angustia esta situación de la pandemia que nos atraviesa”, agregó, también al medio La Unión.
Solo recorrer las redes sociales de quienes la conocieron alcanza para saber lo querida que era por los suyos. En cada posteo de despedida se repite la misma sensación de incredulidad ante lo sucedido, por su juventud, por lo inesperado, por la manera repentina en que una persona puede dejar sus sueños y su familia en manos de este virus.
“Queridos profes y ex alumnos de Westminster, otra estrella nos ilumina: Ailén Florencia Actis. Paz para la hermosa familia. No lo quiero creer. Basta Covid”, publicó María del Frate, docente en el Colegio Westminster de Banfield, donde estudió Ailén.
“Basta COVID”. Es la fórmula que pronuncia una y otra vez cada persona alrededor del mundo. Hoy se repite, una vez más. Ailén Florencia Actis vivió, fue madre, esposa, hija, estudiante. La segunda ola se lo llevó todo.