El Gobierno y los exportadores dieron en las últimas horas pasos importantes hacia un acuerdo. La Mesa de Enlace, que no fue incluida en las negociaciones, dice que no va a avalar acuerdos que perjudiquen a los productores
El Gobierno evalúa en estas horas una propuesta que elevó el Consorcio de Exportadores de Carnes con el objetivo de aumentar la oferta de carne que se destina al mercado interno, en el marco del acuerdo de comercializar 11 cortes a precios accesibles. Actualmente se están destinando unas 8.000 toneladas mensuales y trascendió que se pretende llevar ese volumen a 13.000 toneladas. A cambio de esto, se pide la liberación de las exportaciones, cerrada por 30 días.
Aunque el acuerdo no está cerrado, entre una parte de los actores del sector hay expectativa por la posibilidad del fin del conflicto por negociaciones que ya llevan varios días, tal como las había informado Infobae. El Gobierno, en las mismas, está representado por el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y la Secretaria de Comercio Interior, Paula Español.
Hay que recordar, que en el marco de las negociaciones que se llevan adelante, a semana pasada los matarifes ofrecieron al ministro de Desarrollo Productivo, cumplir con la logística y distribución de la carne a los barrios donde hoy no llega a valores más baratos, especialmente para el consumidor más vulnerable que reside en el segundo y tercer cordón de Buenos Aires, y también en el Gran Santa Fe, Gran Rosario y en Mar del Plata.
Las negociaciones, que también incluyó a representantes de la Mesa de las Carnes, tienen lugar mientras la Mesa de Enlace conduce un cese de comercialización que termina mañana viernes. Pero son a espaldas de ese grupo de organizaciones del campo. Los frigoríficos que negocian manejan en torno al 90% de las exportaciones de carne y con ellos, menos combativos, prefirió sentarse el Gobierno.
El paro del campo está fijado hasta las 24hs de mañana y sigue el reclamo de que se liberen las exportaciones de manera inmediata. La Mesa de Enlace debe evaluar en el día de hoy cómo sigue la protesta, en medio de la presión de las bases que pretenden sumar a la misma otras producciones, como granos. Sobre esto último, no hay un consenso generalizado entre las cuatro entidades para responder positivamente al planteo de los productores. Pero si los frigoríficos logran un acuerdo que libere otra vez las exportaciones la medida de fuerza orientada a levantar esa prohibición va a tener que ser reconsiderada.
En los últimos días los dirigentes de la Mesa de Enlace remarcaron que hasta el momento no fueron convocados por el Gobierno para sumarse a una mesa de negociaciones. Y reiteraron que no avalarán ningún acuerdo que represente una pérdida para los productores.
Fuentes cercanas a la Mesa de Enlace reiteraron su preocupación porque avizoran que el Gobierno avanzará con “más restricciones y más estatismo”, lo que tendría un efecto opuesto al que busca en la negociación con los interlocutores que eligió. Esto, dicen, afectará la inversión, derivará en una menor oferta de hacienda, con lo que los precios al consumidor seguirían subiendo. Además, señalan que quienes están negociando con el gobierno “no son interlocutores que cuenten con mandato de los productores para negociar en nombre de ellos”, afirmaron.
Además, el Gobierno sigue de cerca el tema del abastecimiento de carne, a partir de la advertencia que realizaron los matarifes, quienes señalaron que hasta el fin de semana hay stock para trasladar a las carnicerías, pero podría faltar carne a partir del lunes o martes de la semana que viene en caso que siga el paro de la Mesa de Enlace. Debido a la grave situación pidieron a los funcionarios y al sector ganadero “diálogo y reflexión”.
Industria frigorífica
En la industria frigorífica, con mayor incidencia en aquellas plantas dedicadas principalmente a la exportación de carne vacuna, reina la “incertidumbre” y también “preocupación” por el impacto que tendrá la decisión de la Casa Rosada de paralizar el 90% de las ventas externas de carne para rever la política interna de precios que ofrece la carne, que no tendría incidencia directa sobre la inflación de los alimentos.
Según Daniel Urcía, presidente de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentina (FIFRA), la decisión adoptada por el gobierno de Alberto Fernández de paralizar la exportación cárnica por un mes ya tiene su impacto sobre los precios de los contratos internacionales y la necesidad de los compradores de buscar un proveedor alternativo. En el frente interno, el parate en las plantas, obligó ya a las empresas a readecuar el nivel de empleo y avanzar con la reprogramación de contratos comerciales y también rever el pago de deudas financieras y bancarias en un marco de actividad cero durante un mes.
“La situación es de mucha incertidumbre. Hay preocupación en la cadena de ganados y carnes, y en todo el ambiente productivo local. Todos los sectores, también gobiernos provinciales expresaron su desacuerdo. Desde los países destinatarios, se expresó su disconformidad por la decisión del gobierno nacional de suspender por 30 días el 90% de las exportaciones de carne vacuna”, explicó Urcía.
Urcía consideró que “hoy hay un daño irreversible hecho, y estamos tratando de minimizarlo ese daño. En el orden internacional, los compradores de la carne argentina, tienen presente en la memoria que el país dejó de cumplir con sus compromisos hace quince años, y esto que sucedió es un volver a repetir la historia: y lo hacen sentir en el precio y también compartiendo proveedores”.
También consideró que la medida de bloquear los envíos cárnicos al exterior como mecanismo para encarar una baja en el valor doméstico de la carne, presenta en el orden interno “una decisión de las inversiones de poner todo en ‘stand by’, algo que puede durar un par de años”.
Asimismo, el directivo de FIFRA comentó que el perjuicio que causó en los frigoríficos dedicados a la exportación puede medirse en la decisión empresaria de “reprogramar” sus esquemas de empleo, allí por lo pronto en la totalidad de las empresas se suspendió de “precios” y pagos extra por “productividad”. Las plantas dedicadas a la exportación cárnica ya avanzan con la adopción de esquemas de “garantía horaria” para sus empleados.
Acuerdo por la leche
Mientras se busca destrabar el conflicto con la cadena de ganados y carnes, a partir del cierre de las exportaciones de carne vacuna, el Gobierno anunciará hoy un acuerdo con las empresas lácteas que están agrupadas en el Centro de la Industria Láctea, la Asociación de Pymes Lácteas y la Junta Intercooperativa de Productores de Leche.
El objetivo es establecer pautas de distribución de lácteos a precios regulados, donde se destinarían unos 27.500.000 de litros por mes, que es un volumen superior al que representa el programa de “Precios Cuidados”. En principio, las grandes empresas se encargarán de abastecer a los grandes centros urbanos, y las pymes y cooperativas trasladarán sus productores a diferentes regiones, que se definirán con la Secretaría de Comercio Interior.
A cambio de esto, las empresas lácteas reclamaron al Gobierno que se asegure un plazo de cobro más corto por los productores comercializados y que no haya intervención en la exportación, algo que no se cumplió con el sector de la carne. Según el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), en los primeros cuatro meses del presente año las exportaciones de productos lácteos alcanzaron las 121.700 toneladas (+14%) y generaron ingresos por 380 millones de dólares (+12%).
(Fuente: Infobae)