Entrevistado por Juana Viale, el expresidente de la Nación señaló que “Alberto Fernández nunca tuvo autoridad”; además, explicó por qué se inoculó en Estados Unidos y criticó el operativo sanitario del oficialismo
En una entrevista con Juana Viale, Mauricio Macri dijo que no repetirá “errores” si le toca “volver al poder”. Y profundizó: “El cambio es posible y está comenzando. Vamos a entrar en una etapa muy buena del país. Soy pesimista en el corto plazo, pero optimista en el largo plazo. Estamos en un camino de aprendizaje”. Además, señaló que gran parte de los conocimientos asimilados durante su gestión están volcados en el libro que publicó, Primer tiempo, y subrayó: “El segundo tiempo ya comenzó”.
Según explicó en el programa La noche de Mirtha, emitido por eltrece, “en la Argentina hay un Estado que te quiere avasallar”. En ese sentido, añadió: “La democracia está en riesgo todos los días porque los dirigentes minan el sistema. Van demoliendo el esquema institucional. Los golpes de estado con tanques, violentos, no existen más”.
Además, consideró que “el peronismo está secuestrado por el kirchnerismo”, que quien gobierna es Cristina Kirchner y que “Alberto Fernández nunca tuvo autoridad”. En relación a esto, y al hablar sobre su vínculo con el actual presidente de la Nación, el líder de Juntos por el Cambio contó que -durante el traspaso de mando- le ofreció renegociar la deuda de la Argentina (que, para Macri, “no es grande” en comparación a la de otros países), pero que Fernández rechazó la propuesta. Tal como recordó, la última vez que conversaron fue antes de que se sancionara la cuarentena en marzo del año pasado. “Se cayó en una sobreactuación en el encierro y en el autoritarismo, que fue muy malo para la sociedad”, cuestionó entonces.
Sumado a esto, dijo que le sorprende “la cantidad de veces que habla” el Presidente, aunque reconoció: “Yo asumo que hablé demasiado poco. Como ingeniero que soy, me concentré en el hacer creyendo que el hacer reemplaza a la palabra y al simbolismo, y eso no es verdad”. Y disparó: “Las contradicciones son permanentes; contradicciones de todos los días, sin rigor científico y sin apego a la verdad. Ha destruido el valor de la palabra presidencial”.
En línea con esto, al evaluar la gestión sanitaria que desarrolló el Gobierno para controlar la pandemia, el presidente ejecutivo de la Fundación FIFA dijo: “Me parece incoherente que se juegue la Copa América en la Argentina”. Y sobre la disputa por la presencialidad en las clases, sentenció: “Es un gobierno más preocupado por quedar bien con los gremios que por los chicos y los padres. Está todo al revés”.
Por el contrario, destacó que mucha gente le dice que tuvo suerte de no haber tenido que lidear él, como presidente, con el coronavirus. Ante ese escenario, y consultado por los dichos de su exasesor Jaime Durán Barba, quien proyectó que “el gobierno de Macri se hubiera caído con esta misma pandemia”, el exmandatario evaluó: “[Hugo] Moyano y [Roberto] Baradel no hubiesen actuado de la misma manera si yo era presidente. Me hubiesen querido voltear. El famoso helicóptero estuvo en la imaginación del kirchnerismo desde el día uno de mi gobierno”.
“Piensan que los ciudadanos somos esclavos”
En dicho encuentro, el exjefe de Estado habló sobre su vacunación y explicó que aguardaba su turno pero que se inoculó cuando viajó a Estados Unidos para una conferencia, simplemente, porque surgió esa posibilidad. Entonces, argumentó por qué tomó la decisión: “Me estaba por llegar el turno porque ya tengo más de 60 años, pero ¿le voy a sacar la vacuna a alguien por no caminar dos cuadras y pagar mi vacuna?”.
Macri también apoyó la posición de Patricia Bullrich sobre las denuncias de un posible negociado en torno a la llegada de más dosis: “El desmanejo de la vacuna ha sido terrible. Aún hoy no sabemos por qué no tenemos las vacunas de Pfizer”.
Y fue más allá: “Estamos gobernados por gente que piensa que los ciudadanos somos esclavos; piensan que nos pueden cobrar lo que quieren de impuestos y que pueden gastarlo como se les antoja. El populismo niega la verdad científica. El camino más corto para llegar al progreso es decir la verdad”.
En ese mismo sentido, en otro tramo de la entrevista, señaló: “Las violaciones a los Derechos Humanos que vimos en la Argentina -desde marzo pasado hasta acá- han sido tremendas, y se van a investigar. Sin ley, los narcos están atropellando otra vez. El narcotráfico vuelve a dominar en los barrios de la Argentina”.
“Hoy ni pienso en ser presidente”
Macri descartó tajantemente la posibilidad de volver a ser candidato: “Hoy ni pienso en ser presidente, sino que mi preocupación está en ayudar a los líderes que tenemos para que se desarrollen porque qué mejor para los argentinos que, que en el 2023, haya varios candidatos a presidente en Juntos por el Cambio. Ganará uno, la gente lo elegirá”. Sumado a esto, se refirió a su carrera, contó que su deseo de dedicarse al “servicio público” surgió tras el secuestro que sufrió hace 30 años, y reflexionó: “Amo a este país. Dañé muchísimo a mi familia y traje un montón de problemas, porque la vocación política trae esos costos, pero lo hice porque creo en la Argentina”.
Más adelante, y vinculado con esto, reconoció que le “duele la persecución sobre su familia”. También habló de la situación de Fabián “Pepín” Rodríguez Simón, y declaró: “Cada uno lo maneja como puede. Acá hay una persecución y no puede ser que la víctima sea quien nos pagaba los impuestos. Yo estoy acá y me pesa la misma denuncia”.
Luego, el expresidente resaltó que su papá, Franco Macri, era “una persona compleja, con mucha carácter”, que fue “su gran maestro”. “Yo tenía cinco años y me llevaba a recorrer las obras; a los 17 empecé en la oficina”, rememoró. Según consideró, lo que dañó y tensionó su relación fue el hecho de que su padre quisiera competir con él, aunque destacó que ya pudo “sanar” esas heridas. “Empezó a boicotear todo lo que yo hacía. Fue muy duro. Cuando me metí en política, fue un gran detractor, pero se fue del mundo sin que yo esté enojado con él”.
“No hubiese llegado a ningún lugar sin la formación que él me dio y la resiliencia. Que tu progenitor, a quien admirás y amás, de golpe te empiece a querer destruir sistemáticamente, más dolor que eso no hay”, planteó, y entonces comparó esa sensación con lo que siente ante el hecho de que el kirchnerismo -con quienes no tiene afecto- quiera destruirlo.
“Cristina debería ser una persona feliz”
Ante la pregunta de Viale, Macri reconoció que sintió frustración al haber perdido las elecciones, y se refirió a quienes lo acusan de “haber dejado que Cristina volviera”: “Ella nunca se fue, tenía todo el poder, y tiene y tenía secuestrado al peronismo”. Sobre esta rivalidad, más adelante, dijo: “Yo nunca personalicé. Yo creo que está profundamente equivocada y que tiene una verdad de sufrimiento que no sé de qué lugar viene porque, si uno ve su trayectoria, debería ser una persona feliz y no transmite eso. Yo no percibo que tenga felicidad. Conduce desde el miedo y genera mucho miedo; con lo cual, tiene mucho poder”.
Además, al analizar la gestión del Frente de Todos, cuestionó: “Con nosotros no se iba nadie, volvía gente al país. Ahora hemos tenido un éxodo bestial de jóvenes talentosos, y se van los que nos tienen que liderar, abrir puertas y generar empleo; el kirchnerismo festeja que se vayan jóvenes creativos y emprendedores”.
De esta manera, al evaluar las medidas diplomáticas y las proyecciones del Ejecutivo en término de política internacional, subrayó: “Se alinearon con Venezuela, que es una dictadura, y no condenaron el terrorismo de Hamas, cuando todos estamos a favor de la vida. El mundo puede vivir sin la Argentina, pero la Argentina no puede vivir sin el mundo”.
A su vez, en cuanto a la política interna, sus críticas fueron igual de severas: “No hay que depender del intendente que te da un contratito. El Gobierno no cree en el desarrollo. Tienen un profundo desconocimiento de cómo funciona el mundo. Nunca leyeron a Frondizi. No entienden cómo se crea riqueza, apostando a la combinación del recurso humano y del capital, para que las sociedades crezcan. Le pido a los jóvenes que no se vayan del país. Este es el momento del cambio”.
FUENTE: LA NACION