Cómo es la nueva variante del COVID-19 detectada en Vietnam

Se trata de una nueva mutación del coronavirus que combina elementos de las variantes india y británica, según difundieron autoridades de la cartera de Salud de ese país

A más de un año de haber sido declarado pandemia por la Organización Mundial de la Salud, el COVID-19 acumula más de 170 millones de contagios y 3,5 millones de muertes en todo el mundo, según los datos del Johns Hopkins University & Medicine Coronavirus Resource Center y, a pesar de los intensos esfuerzos por parte de los gobiernos por acelerar los planes de vacunación, el descubrimiento de nuevas variantes despierta preocupación en la comunidad científica global.

Si bien el número de casos de contagios reportados por COVID-19 desde el inicio de la pandemia, frente a la situación que transitan otros países, como la Argentina, Brasil o India, resulta bajo (7.107 contagios y 47 muertes), en Vietnam apareció una nueva preocupación: se detectó una variante híbrida del coronavirus, formada con rastros de la cepa india y la inglesa, que se propaga mucho más rápido en el aire que los demás.  

Así lo anunció el ministro de Sanidad vietnamita, Nguyen Thanh Long, quien detalló que esta variante “es responsable de la nueva ola de contagios” en el país, que comenzó hace aproximadamente un mes, y que hasta el momento ha registrado 3.595 nuevos casos en 33 ciudades y provincias, sostuvo el funcionario.

La variante vietnamita fue descubierta al investigar la secuencia del genoma del virus en infectados en Indochina. “La característica de esta cepa es que se propaga rápidamente en el aire. La concentración de virus en el líquido de la garganta aumenta rápidamente y se propaga con mucha fuerza al entorno circundante”, indicó Long. 

Sin embargo, el funcionario no dio detalles acerca del número de casos registrados con esta nueva variante, pero dijo que Vietnam pronto anunciará el descubrimiento en el mapa mundial de cepas genéticas.  

 

¿Por qué aparecen las nuevas cepas? “La respuesta a esta pregunta está dada por la biología de este tipo de virus. El nuevo coronavirus, que causa esta nueva enfermedad, COVID-19, está compuesto por ARN. Estos tipos de virus se reproducen dentro de nuestras células y durante la reproducción viral el genoma del virus tiene que copiarse para producir nuevas partículas virales. La enzima que copia este ARN viral comete muchos errores y esos errores son las mutaciones o los cambios que presentan las nuevas partículas virales si los comparamos con la cepa original que infectó a esa persona”, había explicado recientemente consultada por este medio Laura Palermo, doctora en virología, especialista en la historia de las enfermedades y profesora en el Hunter College de Nueva York.

“Muchos de estos nuevos virus, que contienen mutaciones, no son aptos para infectar a otras células o a otras personas, y desaparecen. Es decir, no circulan en la población. Pero algunas de estas nuevas variantes tienen mutaciones que le confieren una ventaja adaptativa. Es decir, tienen mayor fitness. Algunos se reproducen más rápido o se transmiten de forma más efectiva. Y empiezan a circular cada vez más. Hasta que se desplazan, es decir, les ganan, a las otras variantes”, agregó.

Un factor que aumenta la probabilidad de que aparezcan estas variantes es el número de contagios. Cuanta más gente se infecte en una población, mayor es la probabilidad de que alguna variante aparezca: regiones altamente pobladas, con un índice de contagio muy alto, con un porcentaje muy bajo de vacunación son el contexto perfecto para que emerja una nueva variante. “Para prevenir la aparición de nuevas cepas, hay que reducir la probabilidad de contagios con el uso de tapabocas, barbijos y el distanciamiento social. La estrategia más efectiva es vacunar a la mayor cantidad de personas y lo más rápido posible”, agregó Palermo.

Antes del anuncio del ministro de Salud vietnamita, ya se habían detectado siete variantes de coronavirus en ese país, según difundieron autoridades de la cartera de ese país que, como estrategia para contener la expansión del virus, impulsó cuarentenas masivas y seguimiento estricto de contactos que ayudan a mantener las tasas de infección relativamente bajas. 

 

Esta nueva ola de contagios despertó el alerta entre la comunidad científica y, según difundieron autoridades de ese país, se actuó con agilidad para imponer límites estrictos a la circulación y la actividad comercial.

En este sentido, se ordenó el cierre de cafés, restaurantes, peluquerías y salones de masajes, así como lugares turísticos y religiosos en varias áreas del país. La campaña de vacunación avanza lentamente y hasta el momento solo se ha inoculado al menos una dosis del fármaco a poco más del 1% de la población, según el registro de Our World in Data, y solo el 0,03% de la población recibió ambas dosis. Vietnam tiene una población de poco más de 97 millones de habitantes.

Actualmente, al país le quedan cerca de 2 millones de dosis de la vacuna de Oxford / AstraZeneca, pero se anunció la compra de más de 30 millones de dosis de la vacuna Pfizer. Asimismo, el gobierno de ese país también está en conversaciones con Rusia para producir Sputnik V y hasta está trabajando en el desarrollo de una vacuna con sello propio.

FUENTE: INFOBAE