Los ministros de finanzas del G7, el grupo de países más ricos del mundo. alcanzaron “un acuerdo histórico” para aplicar una alícuota impositiva global, según anunció este sábado el ministro de Hacienda británico, Rishi Sunak.
Los funcionarios llegaron a un acuerdo “sobre el principio de una tasa mínima global del 15% para la tributación de las grandes empresas, a aplicar país por país”, indicó el Tesoro británico con un mensaje en Twitter y habló de “un endurecimiento de la presión fiscal” que hará que las multinacionales Big Tech paguen “su parte justa”.
El G7 agrupa a Canadá, Estados Unidos, Japón, Francia, Alemania, Italia y Reino Unido.
El ministro de Economía, Martín Guzmán, celebró el acuerdo al sostener que es un “paso positivo para atacar la elusión impositiva de las multinacionales que debilita a los Estados Nación y atenta contra el desarrollo de los pueblos”.
Y agregó a través de Twitter: “Celebramos el compromiso del G-7. Pero cuidado: la tasa mínima probablemente también será la tasa máxima. Y 15% es muy poco”.
Empresas globales como Amazon, Google o Facebook serán las más afectadas, ya que ahora legalmente pueden tributar en un país con condiciones fiscales ventajosas (por ejemplo Irlanda) el negocio que generan en otros países. Con este cambio, los países ricos buscan evitar una “carrera a la baja” en las políticas fiscales.
Además, esta norma pretende que las empresas paguen en los países en los que venden sus productos y servicios y no en donde declaren sus beneficios.
“El dumping fiscal no puede ser una opción en Europa ni en ningún país del mundo. Esta práctica solo llevaría a una caída aún mayor de la recaudación del impuesto sobre sociedades, más desigualdad y la imposibilidad de financiar los servicios públicos básicos”, afirmó un texto con la firma del italiano Daniele Franco, la española Nadia Calviño, el francés Bruno Le Maire y el alemán Olaf Scholz.
La iniciativa es “para ajustarse a la era digital global, pero sobre todo para garantizar que las empresas adecuadas paguen los impuestos adecuados en los lugares adecuados y ese es un premio enorme para los contribuyentes británicos”, ha destacado Sunak.
La secretaria del Tesoro de Estados Unidos señaló que “esta tasa mínima global pone fin a la carrera a la baja del impuesto de sociedades y garantiza justicia para la clase media y los trabajadores de Estados Unidos y de todo el mundo”.
Los ministros prepararon así la decisión definitiva que deberán adoptar los jefes de Estado y de Gobierno del G-7 en la cumbre que se celebrará el próximo 11 de junio en la región costera británica de Cornualles.
De este modo, a pesar de que el G7 no tiene un papel formal en el proceso de discusión de la nueva fiscalidad internacional, un pacto en el seno de este grupo supondría un poderoso impulso para alcanzar un acuerdo en las negociaciones formales que se están desarrollando al respecto en el G20 y en la OCDE.
En este sentido, Estados Unidos ha rebajado sus aspiraciones sobre un impuesto mínimo de sociedades a nivel global, reduciéndolas del 21% a una tasa efectiva del 15% con el fin de ampliar el consenso al respecto.
El descomunal gasto público con el que los países han tenido que responder al embate de la pandemia aceleró los debates que se frenaron durante años sobre un acuerdo mundial.
En una entrevista con la BBC en las últimas horas, el ministro alemán Schol, incluso evocó un acuerdo destinado a “cambiar el mundo”. Sobre todo si luego también se adopta en la mayor sede del G20 bajo la presidencia italiana, al que también pertenecen China o Rusia, entre otros.
“Si compartimos un impuesto corporativo mínimo, ayudaremos a detener la carrera fiscal a la baja que vemos hoy y aseguraremos que nuestros países puedan apoyar financieramente los compromisos necesarios, especialmente después de todo el dinero gastado para abordar la emergencia Covid, y defender la salud de las personas y economía”, afirmó el miembro del gabinete de Angela Merkel. (DIB)