Por Andrés Lavaselli
La reconocida afición de Cristina Fernández por las sorpresas de último momento, pero sobre todo las incógnitas que aún subsisten sobre cuál será el menú que finalmente ofrecerá Juntos por el Cambio, prometen retrasar otra vez hasta último momento las definiciones electorales bonaerenses del oficialismo. De hecho, apenas está claro que Axel Kicillof resiste presiones sobre algunos nombres de su gabinete y que nadie descarta nada: Hasta Santiago Cafiero, que lo negó mil veces –y lo sigue haciendo-, es una opción activa.
En las conversaciones del Frente de Todos, la cuestión de los gabinetes es un tema. Kicillof ya avisó que hay tres nombres elegibles que considera imprescindibles: Bianco (jefe de Gabinete), Thea (Secretario General), Costa (Producción). Preferiría que no integren listas, los considera esenciales para su plan de despegue pos pandemia. A nivel nacional, la advertencia fue la siguiente: Quien sea candidato, no podrá permanecer en su cargo; no hay lugar para testimoniales.
En ambos casos, hay lecturas subterráneas. Para Kicillof: Se trata sobre todo de resistir un intento de correr a Bianco hacia una lista para quedarse con el cargo. Fuego amigo. “Si tiene que negociar, prefiere desprenderse de Gollán, aún más que un Kreplak, aunque nos valora muchísimo”, dicen allí. El resto de los kicillofistas puros no aparecen en listas de posibles postulantes. Aunque con CFK nunca se sabe. Por lo pronto, el gobernador, dicen, está más interesado en opinar y en vetar, que en poner nombres.
La confirmación de la Casa Rosada de que no habrá testimoniales liga con la idea de que ninguna de las hipótesis más osadas tiene chances de plasmarse: No irán a la boleta ni Máximo Kirchner ni Sergio Massa. La contracara: Se mantiene abierta la posibilidad de que lo haga Cafiero, aunque él mismo la resiste. Quienes le dan credibilidad, dicen que podría reemplazarlo una figura que incremente el volumen político del Ejecutivo. Acaso un gobernador, arriesgan. Opción inquietante, después de la aparición pública del Presidente junto al tucumano Juan Manzur a horas de ser fulminado por la vice. Daniel Arroyo, el candidato “agua mineral”, mantiene chances tanto porque lo empuja su jefe, Massa, como porque su lugar actual es apetecido por La Cámpora. Luz amarilla para el gobernador, porque su reemplazo podría ser Andrés “El Cuervo” Larroque.
Esas son, apenas, las últimas novedades de un juego con muchos participantes activos todavía. Las novedades son hora a hora: Martín Insaurralde, por ejemplo, parece haber declinado. Y carga además con el veto de Kicillof. Su par Ariel Sujarchuk –internado con Covid- ahora ingresó en la lista, aunque hay debate sobre quien “paga” ese lugar: Si la Rosada o el Gobernador. Con Scioli autoexcluído, siguen rankenado Victoria Tolosa Paz y algunos dicen que no habría que descartar del todo a Malena Galmarini, cómoda en AYSA.
Bien leídas, esas especulaciones de mesa de arena revelan que no parece haber por ahora un candidato que se imponga por peso propio. Nadie agrega puntos significativos a los que trae la marca Frente de Todos. Una dificultad adicional del armado: Deberán cerrar sin certeza de quién encabezará del otro lado. “No es lo mismo una campaña con dos o tres listas de Juntos por el Cambio”, dicen. Tampoco es lo mismo que el primer lugar en noviembre sea para Diego Santilli o para Facundo Manes. Sobre todo hay una mirada atenta a la segunda de esas posibilidades: Nadie sabe cómo funcionará el neurólogo inmerso en el barro de la política real, pero hay suposiciones de que podría ser un desafío difícil de decodificar para la política tradicional.
Uno que sale caro
Un tweet de Jorge Macri elogiando la unidad porteña de JpC tal vez sea una pista para lo que todos creen que ocurrirá en el PRO bonaerense: El intendente declinaría su pre candidatura en beneficio de Santilli, que competiría –con Ocaña y Lomabrdi en su lista?- solo contra Manes. Aún no ocurrió y todo puede pasar, pero muchos apuestan a una reunión del alcalde de Vicente López con Horacio Rodríguez Larreta la semana que viene, tras este fin de semana que fue de pausa para los operadores de ese sector. Una cosa circula como sentido común: Macri venderá cara su salida y no hará mucho esfuerzo el 12 de septiembre. La que jugará aquí sus alfiles es Lilita Carrió: El jefe de Gobierno es el único que podía contener candidatos CC en ciudad y PBA y eso la convenció.
Manes, en tanto, corre con acuerdos prácticamente cerrados con Emilio Monzó y Margarita Stolbizer. La novedad es que su elegida para secundarlo es María Eugenia Estenssoro. Fabio Quetglas sería el segundo radical “puro” en esa nómica. Joaquín De La Torre cerró aquí también, pero se lo menciona para encabezar en la primera sección y luego presidir en bloque de Diputados en PBA. Curioso: Como en el oficialismo, en la UCR dicen que esa sección será clave, en su caso en la batalla contra Santilli. Según ese análisis, Manes gana el interior, El vicejefe la tercera sección y todo se define en el norte del conurbano.