La vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner calificó de “disparate judicial y político” la causa por el memorándum con Irán, la vinculó a lo que describió como una persecución judicial en su contra orquestada desde el gobierno de Mauricio Macri con complicidad judicial y aseguró que el objetivo de fondo era obligarla a firmar un acuerdo desventajoso con los acreedores externos de Argentina.
Fernández habló durante casi una hora durante una audiencia –virtual- convocada por el Tribunal Oral Federal 8 que preside la jueza María Gabriela López Iñiguez y también integran los magistrados Daniel Obligado y José Antonio Michilini, que se realizó para tratar las nulidades que plantearon las defensas de los acusados –además de la vice, el ministro Andrés Larroque y el fallecido excanciller Héctor Timerman, entre otros- que también pidieron el sobreseimiento.
La vicepresidenta, acusada de traición a la Patria, consideró que esa acusación es un “disparate judicial y político” y consideró que su reapertura –tras su cierre por inexistencia de delito en un fallo de primera instancia de Daniel Rafecas confirmado por la Cámara- constituyó un ejemplo de “causa melliza” abierta porque “no les gustó el resultado” de la investigación anterior. Para Cristina Fernández ese movimiento fue “un escándalo sin precedentes”.
En ese tramo, CFK remarcó que fueron los camaristas Mariano Borinsky y Gustavo Hornos los que intervinieron para reabrir una causa que estaba cerrada. “Resucitaron, en un acto bíblico, una causa que estaba terminada, muerta”, dijo la vicepresidenta. La vicepresidenta ya había señalado la investigación por las visitas de Borinsky y Hornos a el entonces presidente Mauricio Macri en Olivos y la Casa Rosada en momentos en que se tramitaba este expediente y recordó que cuando tomaron la decisión se seguir con la causa Macri los felicitó en “una entrevista en una radio de Mendoza”.
La trama de la deuda
La vicepresidenta dijo que el entramado judicial que describió no tenía solo que ver con perseguirla a ella en tanto líder opositora, sino que se había disparado antes y lo vinculó a su actuación en la negociación con los llamados fondos buitre por la deuda que no había entrado en el acuerdo de 2005 firmado por Néstor Kirchner con los acreedores externos del país.
“¿Todo esto para perseguir opositores? No, hay otras cosas. Todo está armado para denostarnos a nosotros y someternos al Fondo Monetario Internacional. Si no analizamos los que nos venden los medios de comunicación, nos va a ir muy mal”, dijo CFK.
La Vicepresidenta dijo que la trama comenzó cuando ella era Presidenta y negociaba con esos fondos que, según dijo, usaban el memorándum para vincular a su gobierno con el de Irán con el objetivo de presionarla para que firme un acuerdo desventajoso para Argentina. Incluso recordó algunas solicitadas que se publicaron en medios internacionales y recordó que cuando asumió Macri pagó esa deuda en los términos que ella rechazó.
“Timerman logró sacar por primera vez en la historia una legislación global de la ONU donde se establecía cómo se debía negociar la deuda soberana de los países. Fue en lo que se aprovechó en la última reestructuración. Mientras hacíamos esas cosas, los fondos buitre hacían campaña con todo… ¿con qué? Con el Memorándum con Irán”, detalló.
Luego, completó: “Estas solicitadas las pagaba la Tax Force Argentina, grupo de choque de los Fondos Buitre para doblarme la mano. Quisieron doblarme la mano por años para pagarles cualquier cosa y me negué”. Emocionada, CFK dijo “lo que querían era condenar a la Argentina a un endeudamiento monumental”. Y resaltó: “queríamos desendeudar al país, era la única forma de crecer”.
Antes, en la apertura de su intervención, la vicepresidenta había hecho un repaso de las causas que se abrieron contra ella durante el gobierno de Macri. Describió un entramado en el que ubicó a Macri y a sectores del poder judicial como partícipes de una persecución en su contra y contra funcionarios que habían actuado en sus gobiernos, como Carlos Zannini, el actual procurador del Tesoro.
CFK puso, en tñerminos generales, a la causa Memorandum en ese contexto de persecucion -en el que inscribió otros expedietnes como el de dólar futuro, Hotesur, Vialidad Nacional o Los Sauces- en el cual, señaló, lo primero que hacen es intentar intervenir para nombrar a dos jueces de Corte Suprema. El ideólogo fue el asesor ‘Pepín’ Rodríguez Simón, hoy prófugo, que integraba la mesa judicial del macrismo. Lo segundo, el ataque institucional contra la procuradora de aquel momento, Alejandra Gils Carbó, que fue perseguida y denostada con prácticas mafiosas. Y esto pasaba ante la complacencia de la mayoría de los medios hegemónicos”. En la descripción de CFK “el tercero fueron las designaciones en la Oficina Anticorrupción y en la UIF. La primera exigía el título de abogada y lo modificaron para que Laura Alonso, que no es abogada, lo pudiera ocupar. En la Unidad de Investigación Financiera pusieron a Mariano Federici, exasesor del FMI, ¿les suena?, y como vicedirectora a la doctora María Eugenia Talarico, abogada del HSBC.Y designaron en otro cargo a una prima del expresidente”.
CFK extendió su crítica a lo que ocurrió “en la AFI”, donde dijo que “también nombraron amigos, como Gustavo Arribas y Silvia Majdalani, para perseguir opositores. En el BCRA, a cargo de Federico Sturzenegger, se puso una foto de mi hija y se pedían ideas para acusar y perseguir. Hasta espiaron a exfuncionarios, familiares y amigos del expresidente. Todas estas personas, fueron querellantes de cada causa contra nuestro partido o espacio. Y desde la AFIP persiguieron a mi familia, a mis hijos, para acusarlos de lo que sea. Después, pusieron jueces a dedo, quienes hacen las primeras instancias en los tribunales de Comodoro Py. Todos ellos, formaban la mesa judicial, que decidía a quiénes había que perseguir”, sostuvo.
Según la Vicepresidenta, “en ese contexto se preparó al Estado, que debería promover el bien general, para que sirva como elemento de persecución para un determinado sector de la política. Los únicos jueces que me tocaban en Comodoro Py siempre me tocaban lo que yo llamo, jueces de atracción, que eran Julián Ercolini y Claudio Bonadío, mientras que en Casación me esperaban, por las dudas, siempre Gustavo Hornos y Mariano Borinsky”, remarcó. (DIB) AL