“Tramando Derechos” es una iniciativa de formación y promoción para facilitar el acceso a derechos y políticas públicas destinada a mujeres y personas LGTBI+ que pertenezcan a organizaciones de la sociedad civil y realicen tareas comunitarias.
“Es un programa que se propone, a través de la incorporación de saberes, generar autonomía, fomentar la promoción de derechos, impulsar la articulación en redes con el fin de fortalecer las referencias para construir comunidades más igualitarias”, expresó la directora de Políticas de Género Yanina Gazzaniga.
La jornada estará a cargo de la Dirección de Abordaje Territorial provincial, quienes a través de talleres y actividades trabajarán sobre la temática Gestión Menstrual. La misma se desarrollará el sábado 19 de febrero a las 17 hs en la Av. Presidente Perón entre Córdoba y Costanera.
A su vez, la dirección de Políticas de Género Municipal estará presente para promover el servicio de guardia pasiva, visibilizando los distintos tipos de violencia con una mirada preventiva, entre otras temáticas.
¿Qué se entiende por Gestión Menstrual?
Son aquellas tecnologías desarrolladas respecto de los modos sociales de menstruar, vivenciar, pensar, sentir y hablar sobre la menstruación. Podrían caracterizarse como aquellos productos de consumo existentes en el mercado destinados a la “higiene” menstrual como así también a la regulación de los ciclos menstruales, priorizando los ambientalmente sustentables y menos perjudiciales para la salud.
¿Qué es la menstruación?
La menstruación es un proceso fisiológico que transita la mitad de la población mundial, es decir las personas que tienen útero, óvulos y vulva, y que transcurre entre los 12 y 50 años aproximadamente. En promedio, el ciclo menstrual dura 28 días, y de esos, generalmente entre 3 y 7 días, se produce el sangrado.
Hablar, educar e informar sobre menstruación es importante para correr este proceso del lugar de tabú. El ocultamiento al que nos lleva la idea de tabú condiciona a las personas menstruantes en sus comportamientos.
La menstruación se fue consolidando en nuestra cultura actual como el modo de “ser mujer” pero los conceptos de sexo y de género son construcciones sociales. Culturalmente se establecen modelos sobre cómo deben comportarse las personas que menstrúan, qué mostrar, cómo nombrar y de qué forma gestionar la menstruación.
Es importante generar estrategias que aborden la temática en sus múltiples dimensiones. A su vez, es necesario tener en cuenta las posibilidades para llevará cabo las distintas formas de gestión menstrual. Por ejemplo, los métodos descartables requieren de un sistema de recolección de residuos que funcione con regularidad, en cambio los sistemas reutilizables requieren de un sistema de agua potable, por nombrar sólo algunas situaciones.
Saber el funcionamiento de los cuerpos menstruantes, tener presente para qué se menstrua, conocer las distintas maneras de transitar ese período, sus costos, sus impactos y sus protagonistas, son herramientas que permitirán lograr autonomía en la toma de decisiones acerca del propio cuerpo.
Para ello es fundamental el autoconocimiento de los cuerpos. Es necesario tener un registro visual, táctil de la vulva, para conocer la anatomía más allá de los dibujos o imágenes que nos puedan mostrar, que son siempre “estándares”. Cada cuerpo es distinto y en consecuencia, cada proceso menstrual va a ser diferente.
Las personas que menstrúan no pueden elegir no hacerlo, por eso es importante recalcar que los elementos para transitar la menstruación son de primera necesidad. La menstruación es un asunto de salud pública y derechos humanos ya que incumbe a la dignidad e integridad de las personas.
La educación en torno a la gestión menstrual resulta un eslabón fundamental para llevarla a cabo dela manera más consciente y autónoma posible. El conocimiento sobre el cuerpo, sus órganos, su funcionamiento, sus enfermedades, su relación con el entorno social y ambiental, es tan importante como saber cuáles son y cómo usar los distintos elementos de gestión e higiene menstrual.