La secretaria de Servicios Públicos de la Municipalidad recomienda hacer un uso racional y responsable del agua. El agua potable es un bien escaso, que se ve amenazado por la contaminación y el cambio climático.
Aunque el 70% de la superficie del planeta Tierra está cubierta de agua, sólo el 2,5% es agua dulce y el restante es salada (océanos, mares y aguas subterráneas saladas).
En nuestra ciudad el proceso de captación del agua se da en un acuífero que se regula en cantidad y presión, de acuerdo al consumo que se haga del mismo, esa agua viaja por tuberías hasta la superficie y de ahí hasta Servicios Sanitarios, por donde pasa a la cisterna y se realiza el proceso de cloración y luego la distribución a través de la macromalla para que llegue al grifo de cada una de las casas. “A partir de acá es cuando la responsabilidad del cuidado del agua pasa a ser del vecino”, expresaron del área de Servicios Públicos.
Asimismo, los procesos de extracción, cloración y distribución del agua requieren un alto costo de energía. Si trabajamos para lograr un uso responsable y eficiente de este bien, también ahorraremos energía.
El uso responsable del agua es un deber y una obligación, ya sea que se trate de viviendas, empresas o instituciones. Se deben implementar medidas para usar el agua de manera eficiente y de ser posible, hacer uso de fuentes alternativas de suministro como la recolección de agua de lluvia para las actividades que no requieren agua potable como riego del jardín, lavado de autos, o llenado de pileta, entre otros.