Tras semanas de choques en el oficialismo y aún dentro de la misma oposición, el arzobispo de Tucumán, monseñor Carlos Sánchez, afirmó este sábado que en el país “hay hambre de diálogo y de encuentro” y exhortó a recuperar esos valores para “superar las divisiones y enfrentamientos”. El prelado dijo estas palabras al encabezar el tradicional Tedeum en la catedral de la capital provincial, del que participaron el jefe de Gabinete, Juan Manzur -gobernador de la provincia hasta septiembre de 2021- y el actual mandatario Osvaldo Jaldo.
“Hay hambre de justicia y dignidad, de respeto y cuidado de la vida en todas sus etapas. Hay hambre de paz social, de respeto a la Constitución y de democracia auténtica. Hay hambre de diálogo, de encuentro y participación para superar divisiones y enfrentamiento”, dijo monseñor Sánchez en la homilía de la celebración litúrgica en acción de gracias por un nuevo aniversario de la Independencia.
“Prosperidad, desarrollo, dignidad”
Al inicio de su mensaje, Sánchez expresó: “Hoy celebramos un nuevo aniversario de nuestra independencia nacional, declarada en esta muy digna y benemérita ciudad de San Miguel de Tucumán el 9 de Julio de 1816″ y recordó que desde entonces “nos reunimos a orar por el país en la catedral de Tucumán y en las catedrales e iglesias de la Argentina para alabar a Dios y darle gracias por nuestra Patria”.
“También le pedimos su bendición, a fin de que la prosperidad, el desarrollo, y la dignidad alcancen a todos los argentinos”, añadió.
En su homilía, el arzobispo señaló que “hoy nuestra Patria es un pueblo hambriento, desconcertado, preocupado, herido; en muchas familias falta el pan cotidiano y el trabajo digno; y ha crecido la pobreza”.
“Denles de comer”
“Jesús nos invita a compartir su cuidado y atención a la gente con nosotros, a los que tenemos el servicio de la autoridad: padres, maestros, gobernantes, profesionales, empleados, obreros, empresarios, religiosos, intelectuales, nos dice y nos repite: ‘Denles de comer ustedes mismos’“, reflexionó Sánchez.
“El secreto del milagro fundamentalmente es compartir con humildad, entrega y generosidad, saber poner lo propio en común, aunque sea poco, siempre se multiplica en el amor cercano, en la entrega del servicio a los demás para que llegue a todos”, sostuvo.
“Nuestros próceres, nuestros padres y nosotros soñamos con una Argentina mejor. Hagamos realidad este sueño con nuestro compromiso cotidiano de compartir lo que somos y tenemos”, concluyó. (DIB)