El buque escuela tenía previsto, en principio, amarrar hoy a las 9 de la mañana. Pero la medida de fuerza adoptada por el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) demoró su arribo, que finalmente se concretó casi diez horas después
Un paro sorpresivo anunciado ayer por el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (S.O.M.U), a través de un comunicado difundido en sus redes sociales, demoró hoy el ingreso de la Fragata ARA “Libertad” al puerto de Buenos Aires, que tuvo que esperar varias horas para poder atracar en el Apostadero Naval.
El emblemático buque escuela de las Fuerzas Armadas tenía previsto arribar hoy a las 9 de la mañana. Pero debido a la medida de fuerza tuvo que anclar a unos 50 kilómetros de Puerto Madero. Así, quedó varado a la espera de que se resolviera la situación. Mientras tanto, el ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria.
Finalmente, el conflicto se destrabó cuando los sindicatos del puerto accedieron a realizar una excepción y levantar la medida únicamente para facilitar el regreso de la Fragata. La embarcación amarró alrededor de las 19 y, de esa manera, finalizó su 50° viaje de instrucción y los 326 tripulantes se reencontraron con sus familiares.
La medida de fuerza impulsada por el SOMU se dio a partir del estancamiento de negociaciones salariales que sus dirigentes mantienen para mejorar los ingresos de los remolcadores que trabajan en los puertos. En un comunicado, el sindicato anunció el paro “luego de extensas negociaciones y ante la intransigencia del sector empresario, sobre el pedido de los gremios de recomposición salarial del sector remolcadores de puerto”.
Por tal motivo, se decidió decretar “un cese total de actividades en los buques que integran la FENA y CNA en su totalidad, a partir de las 20.00 del día de la fecha”, detallaron este viernes. Además, advirtieron que “esta medida se mantendrá hasta comunicación oficial del sector gremial”.
La iniciativa es impulsada por cuatro gremios portuarios. A la par del anuncio, se detalló en un cronograma cómo tendrían que reprogramar sus actividades normales los remolcadores de puerto, buques tanque y remolcadores de empuje cuando el paro por el reclamo salarial tenga lugar.
La medida de protesta tomó por sorpresa a las autoridades de la Fragata Libertad, que de todos modos se mostraron optimistas sobre la posibilidad de que la cúpula del SOMU admitiera una excepción para regresar al puerto de Buenos Aires, ya que el buque no puede ingresar al puerto sin la ayuda de los remolcadores.
“Nosotros estamos acostumbrados a atravesar tormentas en el mar, y esta sería una más. Nos fortalece, sobre todo para la formación de los guardiamarinas”, había dicho esta mañana a TN el comandante de la Fragata ARA “Libertad”, Carlos Pedro Schavinsky, cuando el panorama era todavía adverso.
Igualmente, ante la posibilidad de que el cese de actividades se prolongue más de lo pensado, comenzaron a barajarse planes alternativos: uno de ellos era dirigirse a alguna de las bases navales más cercanas a la ciudad de Buenos Aires.
“Allí contamos con remolcadores propios de la Armada. Podemos ingresar a Puerto Belgrano -cerca de la ciudad de Bahía Blanca-, que es nuestra base, o a algún otro puerto que se defina, sin tener la necesidad de tener que estar tomando remolcadores privados. Otra opción es Mar del Plata”, había detallado Schavinsky.
El comandante esperaba no llegar a ese punto, ya que los familiares habían hecho “un esfuerzo muy grande” para recibirlos. La situación no solo afectó a los 326 tripulantes del navío, sino también a sus allegados, que viajaron desde distintos puntos del país para recibirlos tras permanecer en altamar durante cinco meses.
Finalmente, el buque escuela de la Armada Argentina amarró en el Apostadero Naval Buenos Aires con una tripulación que incluyó a 57 mujeres, y que estuvo constituida por 28 oficiales, 92 guardiamarinas en comisión y 191 suboficiales.
Completó así su misión de formación profesional de los guardiamarinas en comisión. De ese modo, los integrantes se formaron “contribuyendo al incremento de sus conocimientos náuticos y a su formación en la cultura del trabajo en equipo y en el desarrollo de aptitudes de liderazgo”.
La guardiamarina en comisión Daniela Plaza explicó a La Gaceta Marinera -portal de las FFAA controlado por el Ministerio de Defensa- que se trató de “un viaje increíble, de un crecimiento profesional muy grande. Embarcamos siendo cadetes y nos bajamos siendo casi oficiales”.
“Todo lo que vivimos durante el viaje, tanto en puerto como a bordo durante las navegaciones, nos permitió conocer realmente cómo es la vida en el mar, cómo se desempeñan en los cargos, las diferentes tareas y obligaciones que debe asumir un oficial”, indicó Plaza.
De hecho, sostuvo que “hubo un crecimiento profesional, uno va entendiendo el porqué de cada cosa, dónde aplicamos un reglamento, dónde buscamos información si necesitamos algo en particular y, particularmente, incorporamos importantes herramientas de liderazgo para conducir al personal”.
A lo largo de casi cinco meses, la Fragata Libertad recorrió 22.038 millas náuticas, lo que equivale a una vuelta al mundo rodeando la línea del Ecuador. Navegó durante 113 días y permaneció otros 35 en puertos de once ciudades de América y Europa: Fortaleza (Brasil), Castries (Santa Lucía), Santo Domingo (República Dominicana), La Habana (Cuba), Veracruz (México), Baltimore (Estados Unidos de Norteamérica), Dublín (Irlanda), Saint Malo (Francia), Toulón (Francia), Cádiz (España) y Río de Janeiro (Brasil). (DIB)