“Estamos en la calle y la municipalidad nos prometió una ayuda que no aparece”, afirman los habitantes de una casa muy cercana al estallido del lunes, causado por obreros municipales que repavimentaban una calle.
Una familia afectada por la explosión que destruyó un taller de bobinado de motores y dos viviendas en la localidad de Santos Lugares, en el partido bonaerense de Tres de Febrero, por una explosión ocurrida el lunes, volvió a reclamar este viernes una reparación económica al Municipio, cuyo personal realizaba una repavimentación en la calle “con excavadoras grandes” cuando ocurrió el siniestro.
“Hicieron un mal arreglo de repavimentación que tocó un caño de gas y produjo una fuga”, dijo a la agencia estatal Télam Natalia Soledad Galván, de 32 años, madre de dos niñas de 12 y 14, cuya vivienda, que se ubica junto al taller, sufrió daños en parte de su estructura.
La mujer señaló que estaban haciendo el trabajo de repavimentación en la esquina de su casa, sobre la calle Williams, que se une en diagonal con Almafuerte y Sudamérica, y que en su fachada tiene un cartel de un estudio jurídico. “Tocaron un caño de gas porque sentimos un fuerte olor a gas y explotó todo”, detalló.
La explosión, que tuvo lugar el pasado lunes después de las 19, también afectó la vivienda del primer piso donde estaba una mujer de 57 años, hermana del dueño del taller, que resultó con graves heridas por quemaduras y fue derivada a un hospital.
Además, cerca de 40 familias fueron evacuadas en un radio de 100 metros.
“En la calle”
“Estamos en la calle, perdimos todo, mis hijas están en shock y no tuvimos ninguna respuesta de la Municipalidad de Tres de Febrero. Hicimos la denuncia el miércoles pasado en la Comisaría 3ª de Santos Lugares y ahora estamos con un abogado”, explicó Galván a la espera de respuestas oficiales.
Y agregó: “Estamos pasando la noche en la casa de una prima, no recibimos ninguna ayuda económica ni psicológica, desde el Municipio nos dijeron que nos iban a dar un subsidio de 22.000 pesos y que buscáramos un alquiler, y que luego hablábamos en 15 días, y no solo no nos dieron nada al día de hoy, sino que no tenemos ni recibo de sueldo ni garantía, perdimos todo”.
Por otro lado, Luis, el dueño del taller de bobinado de motores también había responsabilizado al Municipio por lo ocurrido y pedido una “reparación económica” para él y su hermana, apenas ocurrió la explosión.
“La empresa y el municipio se tienen que hacer cargo de esto. Se comunican permanentemente, pero los quiero presentes acá, no veo a nadie del municipio”, apuntó el martes el hombre, y agregó: “Mi hermana está en terapia y coma inducido, ella estaba con su marido y mi sobrina, que tiene autismo”. (DIB)